laboral
Tres de cada cuatro empleos destruidos por la covid estaban ocupados por mujeres
Ante las cifras que muestran el impacto de la pandemia en el mercado laboral, UGT Aragón pide que se agilice el proceso de vacunación, que se derogue la reforma laboral y que los ERTE se conviertan en una herramienta más de la legislación laboral.
Las mujeres, y sobre todo las más jóvenes, han sido el colectivo que más ha sufrido el duro impacto que han dejado en el mercado laboral las restricciones impuestas por la covid. Tres de cada cuatro puestos de trabajo que la pandemia se ha llevado por delante en la Comunidad estaban ocupados por mujeres, una cifra que tiene mucho que ver con el sector en el que están ocupadas (generalmente servicios, el más afectado por la crisis económica que ha generado las medidas para frenar la expansión de la pandemia) y con el tipo de contratación al que están sujetas (mayoritariamente temporal y a tiempo parcial).
Lo demuestra el ‘Analisis del mercado laboral en 2020’ presentado este jueves por el secretario general de UGT-Aragón, Daniel Alastuey, que ha asegurado que el pasado año “es para olvidar” pero ha advertido que sus efectos en el mercado laboral “aún están por ver”. Porque, como ha insistido el líder sindical, si bien es cierto que se puede cuantificar la pérdida de riqueza que ha supuesto la pandemia, no se puede calibrar con exactitud la repercusión final en los puestos de trabajo perdidos o en el incremento del paro, ya que la duración la crisis “que en principio se creyó más breve”, va a depender de la propagación del virus y de las medidas que las diferentes administraciones van tomando para proteger a la población del contagio.
Las cifras del documento demuestran además que la covid han ensanchado todavía más las brechas ya existentes en el mercado laboral. Lo ha hecho en lo que se refiere a la edad, porque han sido los menores de 35 años los que han absorbido dos tercios de las ocupaciones perdidas en 2020. “Si cerramos el círculo –ha dicho Alastuey, la crisis ha perjudicado a las mujeres y sobre todo a las mujeres jóvenes”.
La pandemia también “ha maquillado o ha creado ciertos espejismos en algunas cifras”, ha explicado Alastuey. Así, se observa que los datos de la EPA no coinciden exactamente con las afiliaciones a la seguridad social y por vez primera, y desde el segundo trimestre de 2020, el número de afiliados ha arrojado números superiores a los de la encuesta de población activa. “Esto nos hace pensar que esa diferencia está poniendo de manifiesto que la existencia de un empleo irregular, vulnerable, ocupados por muchos de aquellos que vemos en las colas del hambre”, ha destacado, que ha advertido que “tememos a un paro encubierto que no figura en las estadísticas”.
Un "magnífico" instrumento
La crisis también ha llevado aplaudidas medidas al mercado laboral. Una de ellas han sido los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), “un magnífico” instrumento, como lo ha calificado el secretario general de UGT en Aragón, que ha contribuido a proteger el empleo, aunque ha lamentado que las cifras evidencian que la Comunidad ha recurrido más al despido que a los ERTE, al contrario de lo que ha sucedido en el conjunto del país.
Hostelería, ocio, servicios personales y educación, los sectores más golpeados por el impacto de la covid, registran los peores datos. Evidentes son estos efectos en la contratación, que se ha reducido entre un 33,10% hasta un 62,24%, siendo la hostelería la que registra los peores registros. Se ha contenido, sin embargo, en Agricultura e Industria, que han soportado mejor los nefastos efectos de la pandemia en la economía.
Estos descensos se han cebado especialmente en la contratación más precaria. Pero hay matices. Eso no significa, ha señalado Alastuey, que el mercado laboral haya ganado en estabilidad, sino que tiene mucho que ver con los sectores perjudicados “que son los que recurren a los contratos más precarios”. En este aspecto son de nuevo las mujeres las que se convierten en protagonistas, ya que aunque su nivel de contratación ha caído ‘solo’ un 5% respecto al pasado año, siguen firmando contratos temporales y, además de ello, a tiempo parcial.
Otro de los espejismos que deja la covid tiene que ver con los parados de larga duración. Sus porcentajes no sufren movimientos importantes pero lo que UGT sospecha es que “la cifra se va a disparar muchísimo en marzo de este año”, y además es “muy probable” que muchos de ellos se conviertan en desempleados de muy larga duración, con lo que tendrán una muy complicada incorporación al empleo
Más de 15 años
Para explicar los problemas actuales y de futuro del mercado laboral, el informe de UGT mira también al pasado. Recuerda que no se puede sacar 2020 del contexto de “lenta y desigual” recuperación de la crisis de 2008. “El empleo ha quedado rezagado respecto a otras magnitudes, como los excedentes empresariales que se recuperaron en 2016, el PIB, en 2017, o las rentas de los asalariados que lo hicieron en 2019)”, ha señalado Alastuey que ha augurado que se puede tardar unos cuatro o cinco años en ver la mejoría en el empleo, por lo que habrán pasado 15 años para poder volver a ver los niveles previos a la crisis de 2008.
Por todo ello, se necesitan medidas. Y entre ellas, el líder sindical ha insistido en la necesidad de agilizar la vacunación, la urgencia de derogar la reforma laboral, la importancia de hacer indefinidos los ERTE y la obligatoriedad de profundizar en la dignificación de los salarios. UGT Aragón también pide al Gobierno de Aragón que avale la mayoría de los proyectos presentados para acceder a los fondos europeos de recuperación y exige además que estos cuenten con el aval sindical, para garantizar no solo que se protege el empleo sino que además se reequilibran los territorios. Entre sus medidas apuesta además por medidas que favorezcan la igualdad y que aborden una distribución cantidad de trabajo, que se va a ver modificada por la robotización, a través de una reducción de la jornada laboral.
