Las fiestas de San Blas y Santa Águeda sufren también las restricciones de la covid

Tradicionalmente la fiesta de San Blas congrega a cientos de fieles en la iglesia de San Pablo de Zaragoza, que acuden a rezar al santo, a venerar sus reliquias o a comprar algunos de los postres (rosquillas, sobre todo) que se despachan a las puertas del templo. Este 2021, consecuencia de la pandemia, toca adaptar las celebraciones a la nueva normativa sanitaria, "tanto de aforo como de distancia social para evitar contagios y riesgos para la salud", explican en la parroquia. Por ello, este 3 de febrero se han planteado una serie de cambios en los horarios, los accesos e, incluso, en la estancia en el interior del templo durante toda la jornada. La iglesia permanecerá abierta para la visita a San Blas de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.30. Se celebrarán numerosas misas a lo largo de la jornada (a las 10.00, 11.00, 12.00, 13.00, 17.00, 18.00, 19.00 y 20.00), con especial atención a la misa de las 12.00 que será retransmitida en directo a través de la página de Facebook de la parroquia de San Pablo. Al término de cada una de las mismas, está previsto que sean los sacerdotes quienes se acerquen a los fieles para bendecir los alimentos.

Explican desde la iglesia que se habilitarán dos accesos diferenciados en el exterior: uno para aquellos que accedan a las misas (llevará hasta el altar mayor) y otro para aquellos que accedan a visitar y rezar ante el retablo del santo. El busto relicario de San Blas estará expuesto junto al altar mayor, sin embargo este año no habrá veneración de la reliquia. "Igualmente en el interior estarán acotados los espacios para ambas actividades, para mejorar el movimiento dentro del templo y mantener la distancia de seguridad", aclaran, al tiempo que explican que el aforo será controlado constantemente.  También piden desde la parroquia que, para evitar filas y concentraciones, "si es posible, se adelante o se posponga la visita a San Blas. El templo estará abierto toda la semana de martes a sábado de 10.00 a 12.00 y de 18.30 a 19.30".

El Arzobispado de Zaragoza recuerda también que la pandemia, como ya hizo con las citas de Navidad o de San Antón y San Valero, obligará a modificar las costumbres de algunas celebraciones "con gran fervor popular" como San Blas o Santa Águeda, el próximo viernes. En este caso, es la iglesia del Portillo la que concentra el protagonismo pero este 2021 será también muy especial. Por la mañana, se realizarán las visitas a la parroquia, pero "teniendo en cuenta el aforo y las medidas de seguridad". Así, las posibles filas que se formen deberán guardar la debida distancia, por lo que el Arzobispado pide que a los fieles que "acudan escalonadamente, siendo conscientes de que el aforo es muy limitado y que no se podrá entrar hasta que lo indique el personal de control".

Por la tarde, se celebrarán tres eucaristías y el acceso al templo solo será para aquellos que vayan a participar en ellas. "Esto significa que este año no podrán entrar los cientos de personas que lo hacían otros años", explican desde el Arzobispado, donde -no obstante- recuerdan que toda esta semana y hasta el 7 de febrero el templo está abierto de 9.00 a 11.00 y de 18.00 a 20.00.

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