Un etarra preso en Daroca que trabaja en los talleres será trasladado al País Vasco

El etarra Unai López de Ocáriz López va a ser uno de los primeros de las cárceles aragonesas que va a ser trasladado a otra del País Vasco por su comportamiento en la prisión de Daroca, donde colabora con los trabajos en talleres, como los demás internos, y estudia en el centro de la UNED, según fuentes penitenciarias.

López de Ocáriz ingresó en prisión el 26 de agosto de 2001 y cumple una condena de 25 años por estragos, asociación ilícita y depósito de armas y municiones. Miembro del comando Ustargi, la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional lo condenó en 2004 por el atentado perpetrado contra una sucursal de Caja Vital situada en Vitoria el 27 de julio de 2000, y que causó importantes daños materiales.

A mediados del año pasado, en mayo, cumplió las 3/4 partes de la condena. Su conducta le lleva a aceptar la legalidad penitenciaria, reconoce el sufrimiento de las víctimas del terrorismo y ha manifestado su rechazo a la violencia.

A propuesta de la Junta de Tratamiento de la prisión zaragozana, una vez que ha visto que su comportamiento es positivo con los compañeros, se ha dispuesto su traslado al Centro Penitenciario de Álava en el que seguirá cumpliendo condena en segundo grado. Fuentes penitenciarias señalaron que al entrar en Zaballa podría pasar a tercer grado en los próximos meses por su comportamiento y la parte de la condena cumplida.

Su salida de la cárcel de Daroca reducirá de siete a seis etarras en el centro en las próximas semanas. Aun así, las consecuencias de la covid-19 ha retrasado todavía el traslado de dos nuevos miembros de ETA a la prisión aragonesa, procedentes de la cárcel de Córdoba ( Igor Portu, uno de los autores del atentado de la T-4, y Francisco Javier Gallaga Ruiz), mientras otro que vino de la prisión de El Puerto de Santa María (Cádiz), Mánex Castro, ya llegó hace unos días a la cárcel darocense.

Igor Portu fue condenado por dicho atentado en la terminal del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006, con el que se rompió el proceso de negociación de ETA con el Gobierno y que ocasionó dos muertos, cumplirá en 2035 las tres cuartas partes de la pena de 40 años por asesinato, organización criminal, tenencia de explosivos, estragos e incendio. De hecho, ha aceptado la legalidad penitenciaria y presentó el escrito de desvinculación de la actividad terrorista, como paso previo a su modificación de primer a segundo grado. Ahora está previsto su traslado desde la cárcel de Córdoba a la de Daroca.