El reajuste de producción de Pfizer ha terminado perjudicando más a unas comunidades que a otras. Ya avisó el Ministerio de Sanidad de que esta semana, "de forma excepcional", repartiría más dosis a las regiones que más rápido vacunaron durante los primeros días de la campaña para que tuviesen garantizada la segunda ronda, un cambio de criterio calificado de "disparatado" por el Departamento de Sanidad y que ha quedado confirmado con la publicación de los datos oficiales.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha premiado a comunidades como Asturias o Baleares, que caen en menor medida que el resto. A Aragón envió el lunes exactamente un 50% menos de vacunas, uno de los peores porcentajes del mapa nacional. La Comunidad tendría que haber recibido 11.700 dosis, pero este envío se quedó en apenas 5.850, circunstancia que obligó a la DGA a tirar de su reserva estratégica y que podría afectar al ritmo de vacunación de la próxima semana.

En Asturias, en cambio, el recorte fue únicamente del 24,2%, un porcentaje prácticamente calcado al del Gobierno balear. También parecen haber tenido más suerte en Castilla y León. A principios de semana entraron en sus ‘almacenes’ 16.575 vacunas más, apenas un 34,7% menos que en anteriores remesas. En Ceuta y Melilla (3%) la diferencia es mínima respecto a otras semanas, si bien es cierto que, en valores absolutos, no reciben más de mil.

El porcentaje registrado por Aragón coincide con las caídas sufridas por Andalucía, Cantabria, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid o Navarra, entre otras, y podría hacer que la DGA se replantease su estrategia y redujese de 10.000 a 4.000 su reserva para acelerar la vacunación.

Será mañana viernes cuando se conozca, previsiblemente, a cuántas personas se inoculará esta próxima semana. Todo apunta a que el suministro se normalizará el lunes, un compromiso que ayer trasladó el propio ministro, Salvador Illa, a los consejeros autonómicos en la Interterritorial.