Coronavirus

Hasta 2.302 trabajadores de residencias se han negado a vacunarse contra la covid-19

Al menos 18 centros de mayores y de discapacitados de la Comunidad que ya habían suministrado la primera dosis han registrado brotes.

De izquierda a derecha, Jiménez, Abad y Gascón, ayer en el Pignatelli
De izquierda a derecha, Jiménez, Abad y Gascón, ayer en el Pignatelli
Oliver Duch

Hasta 2.302 trabajadores de residencias, alrededor de un 18% del total, se han negado a vacunarse contra el coronavirus en Aragón. Hasta ayer eran 6.788 los que habían recibido la primera dosis de Pfizer, con la previsión de empezar a inocular la segunda a partir de la semana que viene, según informaron desde el Ejecutivo autonómico.

En la últimas semanas han sido 190 los que, pese a haber dicho que no en un primer momento, han cambiado de opinión. También ha habido 34 de los 289 que estaban indecisos que ya han recibido el primer pinchazo. El Gobierno de Aragón registra tanto a aquellos que han dicho ‘sí’ como a quienes se han negado, aunque en estos momentos, según confirmaron fuentes del Departamento de Ciudadanía, no se contempla penalizar a estos últimos.

Aquellos que cambien de opinión aún estarían a tiempo de vacunarse. Según apuntaron las mismas fuentes, bastaría con comunicarlo para ‘entrar en lista’ y recibir la correspondiente dosis. En este caso, el interesado no recibiría la vacuna en la propia residencia, sino que tendría que desplazarse a donde le sea indicado, ya que debe garantizarse que las cinco o seis dosis que salen de cada vial tienen ‘nombre y apellidos’ y no se pierde ninguna.

El proceso de vacunación se ha extendido, por el momento, a 266 residencias de mayores y discapacitados de la Comunidad, quedando pendientes 40 en la provincia de Zaragoza, ocho en la de Teruel y siete en la de Huesca.

La previsión es acabar la semana con el 85% de los trabajadores y usuarios que habían dado su consentimiento vacunados, que la primera dosis termine de suministrarse el próximo miércoles y que la segunda alcance a al menos 2.000 personas en los próximos siete días.

En lo que respecta a los residentes, 16.669 han recibido ya el primer pinchazo. Entre ellos estarían los 77 que han aceptado pese a haber dicho inicialmente que no y los 203 que, tras pensárselo, han decidido inocularse.

Dosis puesta, dosis que cuenta

La otra cara está en las hasta 18 residencias de ancianos y discapacitados de la Comunidad han registrado brotes de covid-19 tras recibir la primera dosis. En la provincia de Zaragoza son ya una decena los centros de mayores afectados, a los que hay que sumar otros dos centrados en la atención a personas con discapacidad. 

En la de Teruel, según confirmó ayer el secretario general técnico del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, José Antonio Jiménez, hay dos de los primeros y uno de los segundos, mientras que en la de Huesca se han contabilizado tres, todos en residencias para la tercera edad.

Esto obligará a retrasar la segunda dosis más allá de los 21 días. Serán los servicios sanitarios los que determinarán si se completa la vacunación o se espera a que ceda el cuadro clínico. No obstante, ir más allá de las tres semanas no supondrá "ningún perjuicio" para estas personas. El Gobierno de Aragón considera que "cada dosis puesta, cuenta", y que, de darse estos problemas, la segunda inyección se pondrá "cuando sea pueda" pasados los 21 días ‘de rigor’.

En esta línea, Jiménez recordó que la primera dosis de la vacuna "no garantiza la inmunidad", que solo se consigue siete días después de la segunda. Recalcó, por otra parte, que el Ejecutivo autonómico "mantiene el control y la monitorización" de aquellos centros en los que se registran brotes.

Los casos detectados, razonó el secretario general técnico, se manifestaron con posterioridad a la vacunación. Aunque, según indicó el jefe de servicio de Prevención y Promoción de la Salud, Luis Gascón, "no hay contraindicación" de poder vacunar en residencias con ancianos contagiados, reconoció que hacerlo en aquellos centros en los que acaba de iniciarse el brote "no tiene sentido".

El Departamento tiene claro que las medidas actuales "se mantendrán" incluso después de haber suministrado la segunda dosis a internos y trabajadores, de ahí que ayer llamase a la "prudencia, el rigor y la moderación". "El cuidado de nuestros mayores corresponde a la sociedad, a las instituciones y a cada uno de nosotros. Hay que evitar que las infecciones puedan frenar la inmunización de estas personas, que han sido las más afectadas por la enfermedad", subrayó Jiménez.

Esto quiere decir que se mantendrá el régimen de visitas, salidas y entradas. Ciudadanía pidió expresamente a residentes y familiares mantener "todas las medidas de prevención" se haya recibido o no la primera dosis. "La primera vacuna no supone un decaimiento a la hora de asegurar la salud de nuestros mayores. Les haríamos un flaco favor si se relajasen las medidas adoptadas", apostilló el secretario general técnico.

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