Perspectivas económicas

Ibercaja rebaja la previsión económica de Aragón para 2021 por el rebrote de la pandemia tras el verano

La entidad aragonesa sitúa ahora la mejora del PIB en un 6,3% para el próximo año, un punto menos que el estimado en mayo, pero reconoce que la caída ya ha tocado suelo y ha comenzado el periodo de recuperación. Mejora sus expectativas para 2022 y considera que será entonces cuando la economía vuelva a recuperar los niveles anteriores a la crisis sanitaria.

Antonio Martínez, director financiero de Ibercaja, y Santiago Martínez, responsable de Análisis Financiero de la entidad, durante la presentación del número 71 de la Revista Economía Aragonesa
Antonio Martínez, director financiero de Ibercaja, y Santiago Martínez, responsable de Análisis Financiero de la entidad, durante la presentación del número 71 de la Revista Economía Aragonesa
Ibercaja

Ibercaja ha revisado sus estimaciones de crecimiento para Aragón. No porque la evolución de los sectores haya ido peor de la esperada cuando publicaron sus estimaciones en junio, sino porque lo que no se esperaba era el fuerte rebrote de la pandemia tras el verano y la consiguiente necesidad de endurecer las restricciones de actividad y movimientos.

La entidad aragonesa mantiene las previsiones realizadas para este año, en el que se prevé una caída del 10,3% del PIB en Aragón, inferior al descenso del 11,4% que se estima para España, y una tasa de paro del 12,8% (16,8% en el conjunto del país). Corrige, sin embargo, las realizadas para el próximo y ya cercano 2021, en el que se espera que la economía aragonesa mejore un 6,3% (un 6,2% para España), lo que supone un punto menos que lo estimado el pasado mes de mayo. Empeorará, sin embargo, la tasa de paro, que la entidad sitúa el próximo año en el 13,9% en la Comunidad, frente al 18,4% en España.

Así lo recoge el análisis de coyuntura publicado por la entidad en el número 71 de su Revista Economía Aragonesa y que este miércoles han presentado el director financiero de Ibercaja, Antonio Martínez, y el responsable de Análisis Económico y Financiero, Santiago Martínez. Ambos han insistido en que esta rebaja de previsiones de debe al "bache temporal" que está sufriendo la economía de todo el país por el rebrote de la pandemia tras el verano, un escenario que no se previó en las estimaciones realizadas en mayo. "Vamos a volver a tasas negativas, pero no como sucedió tras el confinamiento de primavera", ha señalado Antonio Martínez, que ha avanzado que será en 2022, en un escenario de despliegue general de las vacunas que permitirá el control de la pandemia, cuando la economía aragonesa no solo recupere los niveles anteriores a la crisis sanitaria, "sino incluso los supere en un 1%", ha añadido Santiago Martínez.

A pesar de que las cifras llevan el signo negativo, los representantes de Ibercaja han destacado el mejor comportamiento de la economía aragonesa durante los momentos más duros de la crisis. Una mejor resistencia, ha detallado el director financiero, que se explica por su estructura productiva, con un mayor peso de la industria y la agroalimentación y una menor dependencia del turismo extranjero. Pero no es el único valor diferencial. "Tenemos una economía más abierta y competitiva", ha precisado Antonio Martínez, que ha insistido en la aunque "la travesía en el desierto" va a ser más larga de lo que se esperaba, lo cierto es que "la caída del PIB ha tocado suelo" y ya está camino de la recuperación.

Pero, esta reactivación, ha advertido, dependerá también del papel que juegan los bancos centrales y sus estímulos y los gobiernos, "cuyas políticas fiscales deben continuar siendo expansivas", ha señalado Martínez. Por eso, ha reiterado, "es prematuro hablar en estos momentos de subidas de impuestos". Va a ser además una "oportunidad histórica" (que no se conocía en mayo) el plan europeo de ayudas, aunque los expertos de Ibercaja reconocieron que su impacto no se notará totalmente hasta que llegue el año 2022.

Coronavirus en los sectores

En este nuevo número de la Revista de Economía Aragonesa, sus secciones habituales dedicadas a los estudios monográficos y visión empresarial se han dedicado íntegramente a la evaluacion del impacto de la crisis sanitaria en la economía de la Comunidad y la forma en que está afectando a los principales sectores productivos. Para ello han aportado su experiencia José María García, director de estudios y análisis de CEOE-Aragón, José Miguel Sánchez y Eduardo Sanz, secretario general y colaborador del Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio e Industria de Aragón, Benito Tesier, presidente del clúster de Automoción de Aragón, Francisco Bordejé, gerente del clúster de Asociación Logística de Aragón, Manuel Pérez, director gerente del clúster Tecnara, Carlos Lapuerta, gerente del clúster Arahealth, María Eugenia Hernández, directora gerente del Clúster Aragonés de la Alimentación, Alejandro Ibrahim, presidente de Aragonian Aerospace Clúster, Marisa Fernández, gerente del clúster para el uso eficiente del agua, y Francisco Valenzuela, gerente del clúster de la Energía de Aragón.

Todos ellos han destacado que la economía aragonesa está demostrando la resistencia de un tejido empresarial "saneado y competitivo", que además está aprendiendo a cómo vivir en la incertidumbre. "Es un tejido empresarial con una capacidad de adaptación y flexibilidad espectacular". Y destacan además que se la crisis sanitaria y su impacto económico ha corroborado la importancia de la colaboración y las sinergias, tanto en el mundo privado, como en la cooperación público-privada.

Y pese a todas las incógnitas que presenta la situación actual, en sus valoraciones, los representantes de los clústers "rezuman optimismo", ha destacado Antonio Martínez. "Todos ellos ven claras oportunidades de futuro", ha explicado el director financiero de Ibercaja, que ha advertido que, eso sí, para poder aprovecharlas "solo piden un marco amigable para la inversión, consenso, y una visión a largo plazo".

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