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Un bautizo exprés permitió al morisco Omar ser alcalde de Monzón en 1643

La localidad recrea anualmente el vencimiento de las tropas francesas que tenían tomada la villa. Fue un 4 de diciembre y, desde entonces, Santa Bárbara es su patrona.

Recreación del bautizo del alcalde de Monzón.
Imágenes de archivo de ediciones pasadas del bautizo del alcalde, en la plaza Mayor de Monzón.
Heraldo

Era recto, cabal, justo y razonable. Lo tenía todo para ser alcalde y la mayoría del pueblo así lo había expresado, pero era morisco y su confesión religiosa no era compatible con el poder que los habitantes de Monzón del siglo XVII le querían otorgar. Es así, cuenta la leyenda, como Omar, aquel vecino de sangre morisca, fue bautizado por el rito católico de forma exprés para convertirse al cristianismo y poder tomar así posesión de su nuevo cargo como regidor.

Según la tradición oral, el episodio, que se recrea cada año, sucedió el 4 de diciembre de 1643, en plena Guerra de Secesión, cuando las tropas castellanas recuperaron por fin el control sobre el castillo y la villa, tomados desde hacía un año por el ejército francés. Desde entonces, Santa Bárbara es la patrona de Monzón y en su honor se organizan unas fiestas menores cuyo acto central es la representación del bautizo del alcalde.

La historia se ha adaptado y las monedas de oro que se cuenta lanzó el nuevo alcalde, una vez nombrado, se sustituyeron primero por pesetas, que cayeron desde el balcón del Ayuntamiento hasta bien entrado el siglo XX. En la actualidad, lo que se lanza son caramelos, hasta 140 kilos, a los vecinos, especialmente de corta edad, que se agolpan en la plaza Mayor para revivir este momento histórico de Monzón.

Con el tiempo, la representación ha ido evolucionando y cogiendo mayor envergadura, especialmente desde que en 2014 fuera declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón. Unos años antes, en 2007, la compañía local de teatro Trotamundos comenzó a hacerse cargo de la recreación, con la colaboración de los tambores y bombos del grupo Ixordadors y de la Asociación de Amas de Casa.

Con cientos de personas como testigo en la plaza Mayor de Monzón, alrededor de 50 actores encarnan a sus antepasados del siglo XVII para escenificar, entre otros, el episodio del bautismo. Ataviados con atuendos medievales, unos son soldados de las tropas castellanas y otros de las francesas. También hay un cura, está el Duque de Silva y un grupo de mujeres y niños representa al pueblo.

Imágenes de archivo de ediciones pasadas del bautizo del alcalde, en la plaza Mayor de Monzón.
Imágenes de archivo de ediciones pasadas del bautizo del alcalde, en la plaza Mayor de Monzón.
J.L.P.

La victoria que restableció la cordura y el orden

“Pueblo de Monzón, en el día de hoy, las tropas del rey, nuestro señor Felipe IV, capitaneadas brillantemente por el Duque de Silva, acaban de tomar el castillo. El ejército francés se ha rendido y sus mandos han caído presos. Por fin, la cordura y el orden han regresado a este territorio”, anuncia un representante de las tropas castellanas desde el balcón del Ayuntamiento.

La batalla ganada al ejército francés supuso que Monzón volviera a ser de dominio español. Un éxito que, al producirse el 4 de diciembre, se dedicó a Santa Bárbara. “Esta victoria será a su favor y a partir de hoy será venerada como nuestra patrona”, sentencia el Duque, durante la representación.

Abajo en la plaza, el pueblo, tanto los figurantes como los espectadores reales, recibe entre vítores las buenas noticias que darán paso al acto central, el bautizo del nuevo alcalde. Tras hacer el sacerdote los honores, ambos se funden en un abrazo y a ritmo de tambor y bombo, la comitiva se retira.

El resto de la historia es la preferida por los más pequeños, que acuden a la plaza Mayor de Monzón cada 4 de diciembre para hacerse con la mayor suma posible de caramelos. Los dulces se lanzan desde los balcones del Ayuntamiento, simbolizando la gratitud que el nuevo alcalde quiso tener en su día con el pueblo arrojando monedas de oro.

En la actualidad, los encargados del lanzamiento son los concejales, junto con los zagales, zagalas, zagaletes y zagaletas de las fiestas. A continuación, se ofrece una actuación musical y la Asociación de Amas de Casa reparte chocolate caliente, que buena falta hace para templar el cuerpo.

2020, un año diferente

En los últimos años, y dada la proximidad de la Navidad con la celebración de Santa Bárbara, el Ayuntamiento aprovecha este día señalado para dar el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas con la organización de otros actos.

Uno de ellos es el encendido de las luces navideñas, tanto del árbol de la plaza Mayor como del resto de elementos luminosos que se distribuyen como decoración por las calles de Monzón. Para este acontecimiento, se suele contar con una persona de notoriedad pública, como el ex atleta olímpico Javier Moracho, sobre quien recayó la responsabilidad en 2019, o Pilar Mata, hija del primer presidente de la Asociación de Comercio de Monzón y Cinca Medio, Daniel Mata, que ha hecho los honores este año.

Tanto el encendido como la inauguración del belén se han mantenido y Monzón ya está en modo Navidad desde finales de noviembre. Pero este 2020, la especial situación de crisis sanitaria ha trastocado los planes en honor a Santa Bárbara y el bautizo del alcalde, con los correspondientes caramelos volando desde el balcón del Ayuntamiento, tendrá que esperar al próximo año. Desde la concejalía de Festejos explican que al no poder controlar el aforo en la plaza Mayor y siendo este un evento que congrega a un número importante de personas, se ha decidido prescindir de la tradición.

En su lugar, para no dejar a los montisonenses con mal sabor de boca en el día de su patrona, se organizó un concierto en el teatro que nada tiene que ver con la recreación pero con el que se trató de suplir ese vacío en una fecha tan señalada en Monzón como es el 4 de diciembre.

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