"El Black Friday algo anima la venta, pero lo que importa es diciembre"
Noviembre parece estar acabando algo mejor de lo que empezó, según el pequeño comercio, que mira ya al próximo mes para ver si pueden restar pérdidas al balance anual.
El efecto arrastre en ventas del Black Friday se está notando menos este 2020 por la pandemia. Lo dice buena parte del pequeño comercio zaragozano, aunque dependiendo del sector les influye más o menos. "Desde hace tres años el Black Friday viene ganando peso y para nuestro negocio supone ya un 20% de las ventas de todo el año", reconoce Isabel Campagne, propietaria de Isabelle Nails & Beauty, que está viendo un incremento en la demanda de masajes corporales y todo tipo de tratamientos de belleza. "Al final la gente necesita sentirse bien", afirma, y aplaude la visibilidad que les ofrece la plataforma Zerca!, ya que más que producto les permite vender mucha tarjeta regalo con servicios. "Hay que estar presencialmente y ‘online", dice, pero "ni con el Black Friday ni con la Navidad -para la que espera suavicen las restricciones impuestas- van a poder recuperar los meses perdidos. Se va a facturar la mitad que en 2019", avisa, con un tercio de su equipo, de 30 personas, en ERTE.
"Noviembre estaba siendo horroroso, aunque al final algo se están animando las ventas", según Juan Labastida, dueño de la joyería que lleva su nombre. "Más que por el Black Friday -que beneficia a las grandes superficies- nos está trayendo clientes la campaña ‘Volveremos si tu vuelves’ del Ayuntamiento de Zaragoza. Parece que la gente se ha animado un poco y empieza a comprar algo más", si bien, reconoce, "lo que importa es el próximo mes. Si puede venir la gente de los pueblos, aún se puede salvar la Navidad. O nos puede arreglar todo el año o seguir cuesta abajo".
"Algo se nota el Black Friday, pero en mucha menor medida que el año pasado", indica Luis Ángel Bernad, propietario de Berlogui, tienda especializada en artículos de viaje y complementos que ya cuenta con un espacio outlet permanente. "Ahora ofrecemos descuentos de entre el 20% y el 50% en artículos señalados. La gente sí está comprando regalos de cara a la Navidad, pero con cautela. Son sobre todo bolsos, billeteros y zapatos", explica. "La venta de maletas se nos ha parado del todo".
"Los grandes, con más margen, pueden hacer Black Friday pero lo pequeños comercios, no", explica Lidia Vicente, y menos los de alimentación como el suyo, DeTarros, especializado en venta a granel de productos de alimentación ecológica. "Lo principal, más allá de campañas comerciales", dice, "es que la gente se vuelca cada vez más con el pequeño comercio: sabe lo que nos cuesta y lo valora".
"Este año, el Black Friday no es ningún reclamo. En nuestro caso, la parte de parafarmacia de cremas solares se ha hundido y habrá una caída en facturación anual de cerca del 30%", prevé Daniel Fernández, de la farmacia Consuelo Sanchis en el Actur. Ante una "competencia brutal, Zerca! nos está dando vida" añade. "Es un escaparate que nos permite subsistir", ya que gracias a la plataforma les llegan pedidos de mascarillas FFP2 y de pulsioxímetros.
"Lo que necesita el pequeño comercio no es el Black Friday sino más apoyo", defiende por su parte Pedro Bernal, de la tienda Sanclemente, especializada en moda. "Tantas promociones marean al consumidor e irán a más si no hay una regulación seria", dice. Eso sí, aplaude iniciativas como Zerca! que "dan visibilidad a tenderos de toda la vida. Lo que hay que hacer es resistir. En la mayor parte de puntos de venta vamos a terminar el año en pérdidas".
"El Black Friday apenas nos influye. En general, este año está siendo un pequeño desastre para la floristería", comparte José Miguel Navarro, de Flores Elena. "Habrá que esperar a después del puente de diciembre para hacer balance, pero no pinta bien", dice.
