Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Fitonutrientes

Lechugas biofortificadas aún más saludables

No hay alimentos que curan pero una alimentación saludable es fuente de salud, en estrecha relación con el concepto de One Health (Salud Global: humana, animal y medioambiental) que promueve el CITA.

Una de las líneas de investigación del CITA está encaminada a la obtención de lechugas con mayor valor nutricional
Una de las líneas de investigación del CITA está encaminada a la obtención de lechugas con mayor valor nutricional
CITA

No se ven ni se huelen ni se saborean, pero son cada vez más valorados y buscados por el consumidor. Son los nutrientes y micronutrientes de frutas y hortalizas, base de una alimentación saludable. En el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) tratan de entender qué regula el contenido nutricional de cada producto y, por otro lado, basándose en ese conocimiento, trabajan para obtener variedades de frutales y hortalizas con mejor contenido nutricional. 

En el Banco de Germoplasma Hortícola, "que constituye una fuente de diversidad de gran interés para los programas de mejora genética, en los últimos años hemos observado un incremento de peticiones de los mejoradores con el objetivo de la obtención de variedades más saludables", señala su responsable, Cristina Mallor. La colección de legumbres procedentes de Teruel ha sido caracterizada nutricionalmente en el marco del proyecto FITE HortalizaTE.

Hoy en día, que los alimentos sean más saludables es sin duda un valor en alza. Una de las líneas de investigación emprendidas por el CITA está encaminada a la obtención de lechugas biofortificadas, "que tengan un mayor valor nutricional ‘per se’, sin necesidad de añadirles sustancias durante su cultivo o procesamiento", explica la investigadora Aurora Díaz. Esta estrategia, íntimamente relacionada con aspectos de la salud humana, conlleva también "beneficios de índole medioambiental, al reducirse la cantidad de fertilizantes necesarios para conseguir un cultivo más nutritivo".

Mejor significa saludable

En este caso, hay detrás una reorientación de objetivos que prima claramente la salud. "Las variedades más consumidas de lechuga son muy pobres desde el punto de vista de su contenido en compuestos que promueven un estado saludable del organismo", asegura Díaz. Esto es así porque, "en muchos casos, la ‘mejora’ ha conducido a un empobrecimiento en el contenido en fitonutrientes de frutas y verduras, ya sea porque los programas se han centrado en otros aspectos, tales como la productividad o la resistencia a enfermedades, o bien porque ha primado la selección del sabor frente a la calidad nutricional". Ahora, los conceptos de mejor y saludable están cada vez más unidos.

Y es que, aunque "está claro que la ingesta de alimentos más saludables no nos proporcionará inmunidad frente a ningún patógeno, sí nos hará más resilientes, nos pondrá en las mejores condiciones posibles para hacer frente a los peores escenarios", indica la investigadora.

Precisamente, en la presente situación de pandemia "se ha puesto de manifiesto que el estado general de salud es determinante para hacer frente a otras enfermedades –explica–. Entre las patologías que agravan la situación del enfermo de covid-19 se encuentran la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas, las enfermedades pulmonares, el cáncer y la diabetes. Muchas de ellas guardan una estrecha relación con la alimentación". Cada vez "se conoce más sobre compuestos de origen vegetal, por ejemplo, con una potente actividad antioxidante, que juegan un papel importante para la salud por prevenir enfermedades cardiovasculares y por presentar actividad anticancerígena. En los casos concretos de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, está sobradamente demostrada su relación con la obesidad que, a su vez, suele ser una consecuencia directa de una dieta poco saludable, entre otros factores".

Frutas y hortalizas sacan músculo nutritivo

Almendros

Los ácidos grasos saludables de la almendra

El programa de Mejora Genética del Almendro pone especial énfasis en la calidad de fruto por su relación con la salud. María José Rubio Cabetas explica que "la composición de la pepita del almendro tiene un alto valor nutracético, principalmente a través de tres compuestos: aceite, tocoferoles y compuestos polifenólicos". Si ya de por sí "la almendra presenta un perfil de ácidos grasos muy saludable, con más del 90% de ácidos insaturados, entre las variedades del CITA destaca la variedad isabelona, con un porcentaje mayor que la media de variedades españolas y americanas".

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Pimientos

La vitamina C de los pimientos

Con más del doble de vitamina C que en las naranjas, los pimientos son "una sabrosa fuente de fibra y antioxidantes que refuerzan el sistema inmunitario", señala Ana Garcés. En el CITA, se evalúa y analiza "el contenido de antioxidantes como la vitamina C, los fenoles, los flavonoides y los capsinoides y capsicinoides; estos dos últimos poseen propiedades antioxidantes, analgésicas y farmacéuticas, además de ser los responsables del picor". Para la mejora de este fruto, se seleccionan entradas con altos contenidos en estos compuestos y se estudian los genes asociados a ellos.

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Melocotón

Los antioxidantes del melocotón

El melocotón es "un fruto con un alto contenido en antioxidantes que protegen frente a enfermedades crónicas", indica Celia M. Cantín. Su concentración varía según el tipo de fruto (melocotón de carne blanca, amarilla o roja), así como la variedad. Uno de los objetivos de la línea de investigación en mejora genética de melocotonero de la Unidad de Hortofruticultura del CITA es "la obtención de nuevos materiales con propiedades organolépticas, nutricionales y poscosecha mejoradas, que consigan una buena aceptación por parte del consumidor".

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Cerezo

Los compuestos fenólicos de la cereza

Ana Wünsch y Alejandro Calle estudian "el contenido nutricional de la cereza desde el punto de vista genético-molecular, con el fin de determinar el mecanismo que regula el contenido de algunos compuestos beneficiosos para la salud.". Han conseguido identificar "genes que, según se cree, regulan el contenido de algunos compuestos fenólicos como las antocianinas y los ácidos hidroxicinámicos, que son beneficiosos para la salud, ya que están relacionados con la protección frente al riesgo de sufrir cáncer, problemas cardíacos o enfermedades neurodegenerativas".

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Manzana autóctona de Aragón

Compuestos bioactivos en manzanos de montaña

La pulpa y la piel de las manzanas contienen "compuestos bioactivos que pueden jugar un papel crucial en la salud, entre ellos los polifenoles, con propiedades antioxidantes y que actúan en la prevención de trastornos cardiovasculares y metabólicos como la diabetes", explican los investigadores Pilar Errea, Ana Pina, Patricia Irisarri, Jaime González y Celia Cantín. "La variabilidad genética de las colecciones de frutales recuperadas de zonas de montaña –añaden– se refleja también en su contenido en estos compuestos bioactivos con propiedades funcionales".

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Azafrán

Azafrán medicinal

En el CITA se estudian los factores genéticos, agronómicos y tecnológicos que influyen en la calidad del azafrán, desde el material vegetal hasta el uso final como especia o planta medicinal. Ana María Sánchez indica que "estudiamos los principales metabolitos secundarios de los extractos acuosos de azafrán". Entre ellos "destacan los ésteres de crocetina, por su papel en el color y las propiedades beneficiosas para la salud; la picrocrocina, por su contribución al sabor amargo; y el safranal, el compuesto mayoritario de la fracción aromática de la especia y con propiedades bioactivas".

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