El 80% de los centros imparten 1º de bachillerato y 3º y 4º de la ESO de forma semipresencial
El presidente Lambán se comprometió a que los alumnos regresarían a los aulas cuando mejoren los datos de contagios. Hasta entonces las familias exigen que la fórmula funcione.
Con la pandemia al alza y los contagios descontrolados, el regreso a las aulas de todos los alumnos de 1º de bachillerato y 3º y 4º de la ESO tendrá que esperar a que la situación mejore. A ello se comprometió esta semana en el debate del estado de la Comunidad el presidente aragonés, Javier Lambán. Hasta entonces, el 80% de los centros públicos y concertados seguirán impartiendo estos niveles de forma semipresencial con turnos semanales, es decir, mitad de grupo acude al aula y la otra parte se queda en casa y debe afrontar las tareas a través de internet.
El otro 20%, 40 centros de enseñanza secundaria de los alrededor de 200 que hay en la Comunidad, han recuperado la normalidad con la autorización de la DGA. Todos de zonas rurales y con bajo índice de alumnado y, por tanto, con una menor circulación por sus instalaciones, cumpliendo así la excepcionalidad establecida por Educación en la orden del 27 de agosto que fijó las condiciones del inicio del curso.
Aunque las familias tenían esperanza en que antes de fin de año o, a mucho tardar, después de las fiestas navideñas, la valiosa presencialidad se restablecería, por ahora no se puede poner una fecha. "La intención es retomar la presencialidad cuando sea posible, pero en este momento y con motivo de la evolución de la pandemia, no es posible", reiteran desde el departamento de Educación.
Los padres están preocupados por la pérdida que supone en la calidad de la docencia y la imposibilidad de estar pendientes todo el tiempo de que los chicos lleven a cabo sus tareas en el hogar, mantengan un horario y se conecten a las videollamadas o las sesiones en ‘streaming’. Y esto en el caso de que las clases se retransmitan en directo, ya que los centros no están obligados y depende de los medios con que cuentan y la voluntariedad de los docentes.
Mientras, en Cataluña a partir de esta semana bachillerato y Formación Profesional copian el sistema aragonés con una educación ‘online’ del 50% del horario lectivo para reducir la movilidad de estudiantes. La Consejería rebajó su plan inicial que abogaba por una docencia telemática, a excepción de prácticas y exámenes, y ha dado un plazo de una semana para que los institutos se adapten. La medida durará todo el trimestre.
Familias y centros opinan
Tanto la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de la Escuela Pública (Fapar) como la Federación Cristiana de Padres y Madres de Alumnos (Fecaparagón) reclaman que se vuelva cuanto antes a las aulas.
¿Y si no puede ser así a corto plazo? "Seguimos recibiendo quejas porque la semipresencialidad no funciona y hay que pedir que se cumplan las instrucciones de Educación", apuntan desde Fapar.
Desde el colegio El Salvador, Manuel Magdaleno, director general de este centro concertado de los Jesuitas, defiende que la semipresencialidad no es "una medida educativa", y tampoco cree que "sanitaria, a no ser que la salud de los más pequeños nos preocupe menos que la de los mayores". Así se lo transmitió a la DGA cuando solicitó por escrito la presencialidad total. En su opinión, con los datos de contagios en las aulas, los centros son "mucho más seguros que una terraza, un centro comercial o el transporte público".
Por su parte, la presidenta de la Asociación la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria de Aragón, Eva Bajén, considera que, aunque la presencialidad "es la situación ideal", la mayoría de los centros públicos "no están preparados" hoy para asumirla cumpliendo con las medidas sanitarias anticovid. "Faltan espacios para doblar los grupos y docentes, y si Sanidad aboga por limitar la circulación de alumnos por los institutos como medida preventiva, es la única forma", asegura. En el centro que dirige, el ies Cinco Villas de Ejea, supone que de sus 600 alumnos hay cerca de 180 (incluyendo también FP) que cada día no están en las instalaciones.
Se da el caso de institutos zaragozanos que han pedido sin éxito la presencialidad para algún curso concreto en el que tienen pocos alumnos. Sí se está dando el visto bueno en programas de mejora de aprendizaje y rendimiento que funcionan con pocos chicos.
Los 40 centros que han recuperado la normalidad
El 20% de los centros de secundaria, todos en zonas rurales, funcionan con normalidad con el beneplácito de Educación. En un principio fueron 4 en Huesca (en Almudévar, Ayerbe, Benasque y Grañén), 6 en Teruel (Albarracín, Alcorisa, Calanda, Cantavieja, Híjar y Monreal del Campo) y 9 en Zaragoza (Belchite, Bujaraloz, Cadrete, Daroca, Gallur, Mallén, Mequinenza, Sádaba y Sástago).
La consejería estudió nuevas peticiones y analizó con los equipos directivos las posibilidades de las instalaciones. La primera semana de octubre recibieron el ‘sí’ 3 de Huesca (en Alcolea de Cinca, Castejón de Sos y Graus) y 7 de Zaragoza (el Leonardo Chabacier de Calatayud, el colegio Sagrada Familia de Tarazona y los centros de María de Huerva, Maella, Pedrola, San Mateo de Gállego, el instituto de Villanueva de Gállego).
Después se sumaron otros 11. Tres son de Huesca (San José de Calasanz de Barbastro, el Pirineos de Jaca y Salesianos de Monzón), uno de Teruel (en Andorra) y 7 de Zaragoza (el Emilio Jimeno y el colegio Santa Ana de Calatayud, el Laviaga-Castillo y el Cabañas de La Almunia de Doña Godina, el Río Arba de Tauste y dos de Zuera, Galliculm y San Gabriel).
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