A una semana de que comience la campaña electoral para acceder al puesto de rector de la Universidad de Zaragoza, los cuatro aspirantes que en marzo ya habían mostrado su predisposición han presentado sus candidaturas. Así, salvo sorpresa de última hora, la comunidad universitaria deberá elegir entre José Antonio Mayoral –rector en funciones–, Ana Isabel Elduque, Jesús Santamaría y Carmen Marcuello.

Todos ellos se enfrentan a estos comicios con ganas y nuevas propuestas con las que aspiran situar al campus público aragonés en la primera línea académica nacional. El primer paso será superar unas elecciones que se prevén intensas, tanto por el volumen de candidatos ­­–nunca unos comicios al Rectorado habían albergado tantos candidatos- como por la situación de pandemia, que ya ha empezado a modificar algunas de las mayores tradiciones. 

Por primera vez, los votos se emitirán de manera ‘online’ y los actos de campaña, siguiendo la normativa implantada por el Gobierno de Aragón, estarán limitados a la presencia de seis personas. El resto, apunta la Junta Electoral Central, podrán seguir las propuestas a través de internet.

Además del reto habitual que supone dirigir un campus universitario, los candidatos se enfrentan a otro adicional: hacerlo en medio de una pandemia. Una cuestión que no ha hecho más que afianzar su convencimiento de la necesidad de adentrarse en esta etapa. "En lugar de desanimarme, ha hecho que me reafirme en mi voluntad de volver a presentarme", reconoce el rector en funciones, José Antonio Mayoral, quien destaca los avances de los últimos años, pero incide en la necesidad de "abrir nuevas líneas de trabajo". Apuesta por modernizar y simplificar los procesos administrativos, crear un programa propio de investigación y una figura «que permita retener y atraer talento». Además, considera primordial que ningún alumno se quede fuera por motivos económicos y que se analice la oferta de grados.

Adecuar y actualizar los estudios es también una de las propuestas que incluirá Carmen Marcuello en su programa electoral. Desde su punto de vista, se trata de una de las cuestiones importantes en las que trabajar, al igual que en las tasas y las becas para asegurar "un acceso equitativo" del alumnado, reducir la interinidad, fomentar la carrera investigadora y actualizar las infraestructuras. "Ha habido momentos de duda", reconoce en alusión a la pandemia, pero se reafirma en su decisión: "Hay que seguir avanzando a pesar de las dificultades y ofrecer esperanza en estos tiempos".

Jesús Santamaría recuerda que los problemas "endémicos" de la universidad estaban antes de la pandemia y seguirán ahí cuando pase. Por ello, pese a las dificultades previstas por esta crisis, no valoró en ningún momento cambiar su decisión de aspirar al Rectorado. "Hemos elaborado un programa sólido, con diagnósticos claros y soluciones realistas", recalca. De hecho, su primera propuesta será elaborar un nuevo plan estratégico, que modernizará el último con el que cuenta el campus público "de hace casi 20 años". Con él pretende abordar aspectos básicos como la "asfixiante" burocracia, la endogamia, la "rigidez" de los planes de estudios y la "incapacidad" para captar talento. Apuesta por las enseñanzas ‘online’ y por titulaciones en campos emergentes.

Conseguir una mayor planificación académica a largo plazo es uno de los principales retos que pretende abordar la candidatura de Ana Isabel Elduque, quien recalca que el coronavirus "ha sacado a la luz muchas de las carencias" que su grupo de trabajo había detectado, entre ellas, la enseñanza ‘online, "y no solo en una situación de emergencia como la actual". Menor burocracia, una investigación orientada a la transferencia del conocimiento y la reducción de la precariedad laboral forman parte de los puntos más destacados que desarrollará, como el resto de los candidatos, en el programa electoral, que hasta el comienzo de la campaña no podrá hacerse público.

El martes 3 finaliza el plazo para presentar candidaturas y el viernes siguiente, los aspirantes serán proclamados para que la campaña electoral pueda dar comienzo el lunes, 9 de noviembre. Durará 15 días y contará con uno de reflexión, por lo que no será hasta el 24 cuando finalmente los más de 39.000 electores puedan insertar su voto en la urna virtual. Esta pandemia se ha caracterizado por impulsar las primeras veces de infinidad de acciones, entre ellas, el voto electrónico en unas elecciones universitarias. Será de 9.00 a 21.00 y se elimina el anticipado.

"El voto se podrá emitir desde cualquier dispositivo conectado a internet", detalla el acuerdo del Consejo de Gobierno. Estos serán emitidos y transmitidos a través de un canal cifrado y se almacenarán en una urna digital protegida criptográficamente. Los miembros de la mesa, entre sus funciones, tendrán la de custodiar la clave descifradora que garantiza el acceso a la urna digital, "sin la cual no es posible acceder a los votos emitidos".

Cada una de las papeletas, como en procesos anteriores, tiene un valor diferente. El sector a A, formado por profesores doctores con vinculación permanente en la Universidad, supone el 53%; el C, que incluye al personal docente e investigador (PDI) contratado a tiempo parcial, el 2% y el B, con el resto del PDI, el 14%. Los votos del personal de administración y servicios (PAS) suponen el 10% y los del alumnado, el 21%. Se proclamará rector a aquel candidato que obtenga más del 50% de los votos ponderados y si ninguno lo consigue, habrá una segunda vuelta el 10 de diciembre.