Mascarillas con fibras vegetales y sintéticas fabricadas en Zaragoza con destino a Filipinas

Tres proyectos de cooperación de la Universidad de Zaragoza se adaptan a los tiempos de pandemia con productos anti-covid y formación a distancia.

Las autoridades y responsables de los proyectos de cooperación, en el Paraninfo
Las autoridades y responsables de los proyectos de cooperación, en el Paraninfo
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Mascarillas ecológicas fabricadas en la Universidad de Zaragoza con fibras vegetales y sintéticas, lavables y esterilizables se enviarán a finales de este año a regiones depauperadas de Filipinas en Quezon City y Lagonoy. Es parte de uno de los proyectos de cooperación que impulsa el campus y que, como otras acciones destinadas a cambiar la vida de comunidades de países periféricos, se han tenido que adaptar a estos tiempos de pandemia.

La fabricación de estos cubrebocas de bajo coste y de máxima protección con materiales asequibles y de reciclaje; un sistema de información geográfica para gestionar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Senegal, Mauritania, Iberoamérica y territorios palestinos, y la formación a distancia de tres optometristas en la población refugiada saharaui centran este año la cooperación al desarrollo de la entidad académica, que cuenta con una financiación de 70.000 euros del Gobierno aragonés.

El rector, José Antonio Mayoral, y las consejeras de Universidad y de Ciudadanía y Derechos Sociales, Maru Díaz, firmaron este martes el convenio de colaboración. Un acto que se aprovechó para dar a conocer algunos de los detalles de estas iniciativas.

El profesor Ramón Sousas apuntó que las mascarillas, que ya han pasado un test de calidad, se prevé enviarlas a Filipinas a final de año. En estos momentos, dijo, se está "optimizando el proceso de fabricación", y en futuro esta tecnología se podrá implantar en el propio país. Ahora servirán para prevenir los contagios por coronavirus pero también para prevenir la tuberculosis.

Este año los estudiantes de optometría no pueden hacer prácticas en los campamentos de la población refugiada saharaui como se lleva haciendo desde 2016. En su lugar, el profesor Juan Antonio Vallés explicó que otro profesores y profesionales en esta disciplina van a formar a distancia a tres optometristas locales de mayor nivel a través del aprendizaje basado en casos prácticos.

"De las crisis en los últimos años hemos aprendido que con este modelo la desigualdad crece", aseguró el rector. Por ello, dijo, apostar por los Objetivos de Desarrollo Sostenible en su conjunto es "ser contracíclico, y eso es lo que ahora es preciso ser", tanto los gobiernos como las instituciones y la universidad.

El vicerrector de Internacionalización y Cooperación, Francisco Beltrán, recordó que este tipo de proyectos cumplan ya una década y que se aspira a contar con una oficina permanente en el campus que necesitaría una financiación estable.

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