"Beirut ha sido enterrada siete veces y se ha levantado cada vez más fuerte"

Estos son los testimonios de algunos de los beirutíes residentes en Aragón acerca de la explosión ocurrida el 4 de agosto en la capital del Líbano.

Destrozos en casas y calles de Beirut tras la explosión
Destrozos en casas y calles de Beirut tras la explosión
HA

Cuando se cumplen cuatro días de la terrible explosión que devastó la zona este de la capital libanesa, Beirut todavía sigue conmocionada. Según confirmaba horas después el presidente de la República Libanesa, Michel Aoun, se originó en un depósito ubicado en el puerto en el que se guardaban 2.750 toneladas de nitrato de amonio desde hacía, al menos, seis años sin ningún tipo de medida de seguridad. Hasta el momento se han contabilizado 149 muertos, 5.000 heridos y decenas de desaparecidos.

En Aragón contamos con algunos testimonios de libaneses como el de Michel Abi Nader, recientemente instalado en la capital aragonesa donde acaba de inaugurar un establecimiento de comida tradicional de su país, La Manoushería, en la calle Comandante Repollés. Nacido en Ghouma -un pequeño pueblo ubicado en la región de Batroun- estudió y pasó la mayor parte de su vida en Beirut antes de viajar al extranjero.

Abi Nader explica cómo recibió la noticia de la explosión del pasado 4 de agosto. “Fue después de una larga mañana de trabajo. Me disponía a echar una siesta cuando recibí una llamada de una amiga que vive en Dublín, pero que ignoré en un principio. Sin embargo, noté que llegaban demasiados mensajes”, relata. Al coger su teléfono leyó uno que decía: “¿Está bien tu familia?”. “Lo primero que hice fue llamar a mi madre que me contó lo ocurrido y me dijo que tanto ella como mi hermana estaban bien”, afirma.

Su casa se encuentra en Bsalim, un suburbio al norte de Beirut a 12 kilómetros del puerto, en lo alto de una colina. “Gracias a esto no ha habido daños directos, pero las viviendas de mis tíos o de mi abuela, que están en la zona de la explosión, han perdido puertas y ventanas”, lamenta. “Mi madre se encontraba en casa. Escuchó la explosión y sintió temblar el suelo. Lo primero que pensó es que había sido un bombardeo israelí”, explica el beirutí, que asegura que no fue la única que revivió momentos de la Guerra Civil en ese instante. “Fue al ver el humo rojo en la zona del puerto cuando se dieron cuenta de que había sido algo mucho más grande”, explica.

Un escenario postapocalíptico

En sus propias palabras, Beirut se ha transformado en un escenario postapocalíptico: “Esto se suma a la terrible crisis que atraviesa el país y a la pandemia. Miles de personas se han quedado sin hogar, todavía no se sabe si el aire está contaminado, hay decenas de muertos y miles de heridos”. Mientras se resuelven los hechos, y las autoridades continúan investigando la causa de la explosión, Abi Nader destaca la fortaleza de su gente: “A lo largo de la historia, Beirut ha sido enterrada bajo tierra siete veces y se ha levantado cada vez más fuerte. Quien quiera que estuviera tras este ataque ha podido romper paredes y ventanas, pero no ha podido con nuestro espíritu de superación ni con nuestra voluntad de seguir adelante y sobrevivir”.

Otro ciudadano beirutí instalado en la capital aragonesa desde hace 25 años es Moustapha Nasser Issa, gerente del mítico bar Fenicia -en El Tubo- especializado en comida libanesa. Gran parte de su familia reside en Beirut aunque, afortunadamente, se encontraban fuera de la ciudad en el momento de la explosión.

“Estaban en el pueblo pasando unos días por la pandemia. Y menos mal, porque la mayoría residen a tan solo 15 minutos del puerto. Me han contado que sus casas están completamente destrozadas, sin cristales, ventanas, ni tampoco puertas”, explica Nasser. Parte de su familia, como otras 300.000 personas según fuentes oficiales, se ha quedado sin hogar. “Por el momento, están obligados a quedarse en el pueblo. Para mí lo más importante es que estén a salvo”, añade Nasser.

“Se ha juntado todo”

Tras lo ocurrido, el Gobierno libanés ordenaba la suspensión automática de las pruebas de covid-19 aludiendo a la imposibilidad de movilizar equipos sanitarios dadas las circunstancias. Hasta la fecha, están confirmados cerca de 5.500 casos, con 68 fallecidos, según datos publicados en el mapa del coronavirus en el mundo desarrollado por la Universidad Johns Hopkins.

Ha sido el peor momento para que ocurra algo así, se ha juntado todo”, lamenta Osama Ghamlouche, gerente del bar La Feria -ubicado en Pedro Cerbuna-, que llegó a Zaragoza desde Beirut en el año 84. Allí tiene a sus padres, hermanos y al resto de sus familiares y amigos. “Mis padres pasaban unos días fuera de la ciudad, los que sí estaban trabajando allí eran mis hermanos”, explica.

Al estar alejados unos cuantos kilómetros del lugar donde se produjo la explosión, vivieron unos primeros momentos de confusión muy angustiantes: “No sabían qué había ocurrido porque solo escucharon el estruendo y sintieron los efectos de la onda expansiva”, relata Ghamlouche. “Yo lo he vivido en primera persona y sé que es algo horrible, el problema es que esto fue demasiado grande. Quien lo vio desde el mar creyó que era una bomba atómica”, afirma.

Varios españoles que residen en Beirut vivieron muy de cerca la explodión del puerto. Nos han contado su experiencia, los momentos de tensión e incertidumbre de las primeras horas y las imágenes que han quedado grabadas para siempre en sus retinas.

Tiempo para descubrir los verdaderos efectos

El beirutí asegura sentirse afortunado ya que nadie de su familia haya sufrido ningún percance, aunque afirma que todavía hay que dejar pasar el tiempo para descubrir los verdaderos efectos de la explosión ya que la onda expansiva ha ocasionado daños en más de media ciudad: “Hay muchos conocidos y amigos de los que no tenemos noticias todavía; esperemos que todos estén bien e ir recibiendo noticias cuando vayan pasando los días”.

En cuanto a su casa, ubicada en el barrio de Verdún, muy cerca del mar, tan solo ha sufrido desperfectos materiales, eso sí, considerables. “Hay muchas familias que lo han perdido todo. También hay daños considerables en comercios y oficinas donde se han desprendido hasta los techos”, asegura. Este sábado, cuatro días después del terrible suceso, las autoridades continúan con los trabajos de rescate en las zonas más afectadas por la explosión en busca de supervivientes.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión