Apartamentos y casas rurales cogen aire y los hoteles caen a ocupaciones del 30%

El retroceso de fase de varias comarcas de Huesca frena las reservas en el Pirineo. Los hosteleros tienen como prioridad recuperar la reputación de Aragón. Los hosteleros admiten preocupación y marcan como prioridad recuperar la reputación de Aragón.

Gran alfuencia este sábado por la tarde en las terrazas situadas junto a la catedral de Jaca.
Gran alfuencia este sábado por la tarde en las terrazas situadas junto a la catedral de Jaca.
Rafael Gobantes | Rafael Gobantes

Apartamentos, casas rurales y hoteles afrontan la recta final del verano con sensaciones contrapuestas. Mientras los dos primeros esperan coger aire en agosto tras un mes de julio marcado por rebrotes, cancelaciones y cambios de fase, los últimos podrían no superar el 30% de ocupación en la mayor parte del territorio. Se trataría de uno de los porcentajes más bajos de la serie histórica, un "mazazo" que diluye el optimismo inicial y complica la situación del sector.

En el valle del Aragón, en la provincia de Huesca, la ocupación de las segundas residencias en julio rondó el 80% en fines de semana, porcentaje que esperan de media diaria en agosto. La de los hoteles puede mantenerse entre el 50 y 60%. "La idea es salvar lo que se pueda de este verano, que es raro y nos obliga a ir día a día", comentó Luis Terrén, de la Asociación Turística del Valle del Aragón.

Asimismo, destacó la caída del consumo en cuanto a restaurantes se refiere y el escaso tránsito de vehículos extranjeros por Somport, que se ha reducido a menos del 50% respecto a otros veranos. "Por aquí pasaban ingleses, belgas, holandeses camino de las playas", indicó.

La situación es similar en el valle de Tena, con apartamentos y casas rurales llenos y hoteles a medio gas. El Balneario de Panticosa ha estado lleno los fines de semana de julio y agosto, que venía un poco flojo, ha empezado a animarse. "Incluso se están celebrando bodas en este establecimiento, que mantiene su circuito termal", comentó la responsable de reservas, Ana Abio. "Los turistas vienen de Madrid, Zaragoza, País Vasco y Navarra, y algunos para estancias largas", añadió.

Hosteleros de la sierra de Guara lamentan que Aragón siga apareciendo como una de las comunidades con más contagios. En julio, algunos han tenido una ocupación del 60 o 75%, si bien la tónica ha sido entre el 20% y el 30%. Agosto se percibe como incierto.

En Ribagorza, rodeada por territorios en fase 2, alternan cancelaciones y reservas de última hora. "Si la presión de la covid baja y nos da una tregua", la temporada empezará el 2 de agosto, con mayoría de visitantes de Cataluña "ya que el turismo oscense y zaragozano se ha desinflado con la situación que se vive en ambas capitales", señaló María Franco, propietaria de viviendas rurales.

Eva Bizarro, gerente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque, manifestó que se constatará una mayor ocupación de cámpines, viviendas de turismo rural y segundas residencias que de plazas hoteleras.

En la comarca de Sobrarbe, donde está el Parque Nacional de Ordesa, ha habido una ocupación del 70%, compensando segundas residencias y casas rurales (75-80%) y hoteles (60%). "Las previsiones para agosto apuntan a una media del 80%", dice Paz Agraz, presidenta de la Asociación Empresarial Turística.

En Zaragoza, según las estimaciones de la Federación de Empresarios de Hostelería (Horeca), la ocupación hotelera rondaría el 28% "en el mejor de los escenarios" -el mismo dato con el que cerró junio-, cuando otros años se alcanzaba el 60%. Se confirmaría así la tendencia de julio, que se habría quedado entre el 20% y el 25%, según una encuesta realizada por la Federación a sus asociados. No obstante, desde el sector advierten que las próximas semanas estarán sujetas a una "alta variabilidad", dado que, con cada novedad, el escenario cambia.

El sondeo revela, asimismo, que los rebrotes, los cambios de fase y la imagen que se ha proyectado de Aragón ha nivel nacional han afectado a "entre un 50% y un 75% de las reservas" en los hoteles de la provincia. "Existe una sensación bastante generalizada de preocupación, no hay previsión de que la situación pueda mejorar a corto plazo", afirmó Jesús Boillos, secretario general de Horeca.

Los nuevos focos

El entorno "variable" provocado por los nuevos focos "no favorece". Tanto es así que la mayor parte de los establecimientos están "a pérdidas". "Se esperaba cubrir gastos a partir de septiembre, pero las expectativas se han diluido. Este 2020 va a ser un paréntesis", resumió. La principal preocupación del sector es recuperar la seguridad y la reputación del destino. "El sector turístico nunca ha llegado a estar a pleno rendimiento desde que declaró el estado de alarma. Se experimentó cierto progreso al saltar a la nueva normalidad, pero con los nuevos casos se ha producido un reinicio de la actividad", aseveró.

La Asociación Teruel Empresarios Turísticos cifra en un 15% la ocupación hotelera reservada para agosto en la provincia, frente a una media del 50% para estas fechas en los últimos años. El presidente de la patronal hotelera, Juan Ciércoles, explicó que aunque la provincia ha estado relativamente libre de grandes brotes, la divulgación de informaciones en las que se aludía genéricamente a Aragón como lugar con importantes focos de contagio ha perjudicado las reservas.

Dentro de un contexto provincial pesimista, las comarcas con mejores expectativas son el Matarraña y el Maestrazgo, aunque las reservas son muy volubles y se cancelan con rapidez en cuanto se detectan brotes. Ciércoles señaló que los empresarios del sector están "desanimados". Aclaró que el público "no se atreve" a reservar habitaciones para el verano ante la incertidumbre respecto a la evolución de la pandemia.

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