Dos amigos en la batalla
Cuando eran pequeños Sira y Fernando se conocieron en aquellos veranos caspolinos por la urbanización de Pescadores y se hicieron de la misma cuadrilla, lo que supone, en un pueblo, como un pacto sellado para siempre. Unos cuantos años después, aquellos amigos estudiaron juntos Medicina en la Universidad de Zaragoza y a estas alturas aún se ven los veranos paseando en bicicleta junto al Mar de Aragón. Sira Repollés reconoce que lo consultó con Fernando Simón cuando el presidente Javier Lambán le ofreció la Consejería de Sanidad y dice que lo asumió por «responsabilidad social» tras hablar con su amigo.
Este año no parece que las vacaciones los vayan a reunir en el Bajo Aragón, tal como se presenta, sino que los conecta día tras día la batalla común, porque aún no tiene un final. Repollés cree que el perfil sanitario, que defiende la transparencia, está por encima del político en esta coyuntura, y eso la une a Simón.
Los dos aragoneses se llaman en busca de la piedra filosofal de cómo combatir un virus invisible y calculan que la vacuna llegará en la primavera del 2021. Por eso reconocen que las ondas epidémicas seguirán hasta entonces, porque seguiremos conviviendo con el virus, y por eso aconsejan no desplazarse de Zaragoza. Aunque en realidad apenas un 10% le han hecho caso a la consejera, quien resalta que un 90% de los detectados ahora son jóvenes asintomáticos.
Los amigos Simón y Repollés se ayudan y faena tienen para extirpar de su tierra la covid-19, que nos trae de cabeza, desde las residencias a los temporeros y a los jóvenes. Ahora queremos que ganen.
