salud

Solo hay 6 provincias en toda España sin unidad de radioterapia y 2 son aragonesas

Ni la provincia de Huesca ni la de Teruel cuenta con estas unidades y los pacientes se ven obligados a desplazarse hasta la capital aragonesa.

Número de unidades de radioterapia por provincia. AECC y SEOR
Número de unidades de radioterapia por provincia. AECC y SEOR
Heraldo

Alrededor de 340 kilómetros debe recorrer un paciente de cáncer residente en la capital turolense, entre el viaje de ida y vuelta, o lo que es lo mismo pasar más de tres horas y media en la carretera para recibir su tratamiento de radioterapia. 150 kilómetros, es decir casi dos horas, es la distancia y el tiempo que debe recorrer un residente en la capital oscense que necesita recibir una sesión de radioterapia. Y es que tanto Teruel como Huesca se encuentran entre las 6 provincias españolas que no cuentan con una unidad de radioterapia, según el informe Acceso al tratamiento de Radioterapia, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

De hecho, todos los aragoneses que necesiten recibir este tratamiento de radioterapia deben desplazarse hasta la capital aragonesa, que cuenta por el momento con seis aceleradores: tres en el Hospital Clínico Lozano Blesa; dos en el Miguel Servet, a los que pronto se sumará otro más, el financiado por la Fundación Amancio Ortega; y uno en Quirónsalud recién renovado

 “La situación a nivel tecnológico es adecuada, pero el paso siguiente debe ser valorar que las otras dos provincias cuenten con su acelerador para que los pacientes puedan recibir los tratamientos de radioterapia lo más cerca posible”, indica Reyes Ibáñez, presidenta de la Sociedad aragonesa de Oncología Radioterápica.

“Además, Aragón es una comunidad muy extensa, con una densidad de población en algunas zonas muy baja, y lo recomendable es que el paciente no se deba desplazar más de 100 kilómetros”, detalla Ibáñez. Por eso, tanto desde la Sociedad aragonesa de Oncología Radioterápica como desde la AECC Aragón se aboga por crear unidades satélite. “El equipo médico y físico se seguiría encontrando en Zaragoza para la planificación y preparación de los tratamientos, pero tras esta primera fase el paciente podría ir a la unidad satélite más cercana a su domicilio y recibir allí las sesiones de radioterapia”, detalla la misma.

“Es curioso que en Aragón no se haya dado este paso, puesto que hace cuatro años, ocho provincias españolas no contaban con una unidad de radioterapia y ahora esta carencia se ha reducido a seis y dos están en nuestra Comunidad”, alega Patxi García, gerente de la AECC Aragón, pues a las provincias aragonesas se une la falta de unidades en cuatro provincias castellanoleonesas y el problema existente en las islas, pues se da el caso de que la unidad de radioterapia más cercana se encuentra en una isla diferente a la de residencia del paciente. “Bien es cierto que afortunadamente en Aragón contamos una ventaja que puso en marcha hace casi dos años el Gobierno de Aragón y que gestionamos desde AECC, ya que se mejoró el servicio de transporte de radioterapia para todos pacientes que residan fuera de Zaragoza”, señala García. “Y es que ahora se pueden desplazar hasta la capital en taxi, con un máximo de tres pacientes por vehículo. Con este servicio, que está financiado por el Gobierno de Aragón, hemos conseguido acercar a los pacientes al tratamiento con mayor comodidad, rapidez y con mayor calidad de vida. Ahora lo que falta es dar el siguiente paso”. Es señalable también el hecho de que los oncólogos radioterápicos, desde hace dos años, acuden a los hospitales de Teruel, Alcañiz, Huesca y Barbastro para realizar la primera visita y las revisiones posteriores. “Es un esfuerzo que se ha hecho por parte de los profesionales para reducir los traslados y que solo deban desplazarse hasta la capital para recibir el tratamiento”, explica Ibáñez, que es también especialista en Oncología Radioterápica en el Hospital Miguel Servet.

“Se trata de disminuir las desigualdades”, añade la presidenta de la Sociedad aragonesa de Oncología Radioterápica. “No queremos que la distancia sea un obstáculo en el acceso al tratamiento y que un paciente por tener un código postal concreto no pueda recibir el mejor tratamiento disponible. Y es que existe casi un 30% de pacientes que podrían beneficiarse de un tratamiento radioterápico paliativo que no lo recibe porque están muy lejos o porque su estado no permite el traslado diario”.

Por tanto, esta reivindicación, la de crear estas unidades satélite, surge no solo como una forma de mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también como una manera de garantizar un acceso más equitativo a los tratamientos. “Además habría un ahorro económico importante en el transporte de radioterapia, dado que la mayor parte de los kilómetros que realizan los taxis son entre las capitales de provincia”, apunta el gerente de AECC Aragón. “Solo en 2019 el transporte de estos pacientes costó 1.600.000 euros. Y aunque el transporte siempre será necesario, pues aunque haya unidades satélite en Huesca y en Teruel muchos lo seguirán necesitando, el ahorro sería significativo. Tan significativo que creemos que justificaría perfectamente la adquisición de esos aparatos, aunque lo que verdaderamente nos mueve es mejorar la calidad de vida y el acceso equitativo a estos tratamientos”.

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