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De tiendas en la pandemia, un reto inexplorado

Los comerciantes notan un "bajón" en las ventas con respecto a los inicios de la desescalada: la cuestión económica y la voluble percepción del riesgo son los principales obstáculos para un sector que se enfrenta a una transformación acelerada.

Comienzan las rebajas en el Corte Inglés.
La forma de comprar está cambiando.
Guillermo Mestre

Como el pajarillo que los mineros mandaban al fondo de la mina para detectar si había alguna peligrosa fuga de gas grisú, el comercio está siendo uno de los primeros y más ilustrativos sectores en experimentar las consecuencias, variadas y a la par impredecibles, que la pandemia está teniendo en la sociedad, tanto desde el punto de vista económico, como también psicológico.

"La percepción de seguridad, la incertidumbre y la inexperiencia en la situación son las tres claves que van a marcar la forma de comprar y vender en la era de la Covid-19", augura David Pac, profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza, miembro del grupo de investigación Sociedad, Creatividad e Incertidumbre.

Durante el confinamiento, mientras las ventas 'online' (prácticamente la única opción posible) alcanzaban cifras de récord, también había quien preconizaba un giro hacia el comercio pequeño y de proximidad. Primero, por su innegable papel al pie del cañón durante el encierro, sobre todo en el caso de las tiendas de alimentación. Segundo, tras la comprobación de lo que supone para las ciudades una calles con las persianas bajadas.

Algo de eso ha habido, pero parece que como tantos otros buenos propósitos, la apuesta por el pequeño comercio se va desinflando."La cosa se ha frenado muchísimo. Al principio notamos mucha empatía, pero desde que abrieron los centros comerciales la cosa se ha ido desinflando", explica Eva Celiméndiz, comerciante miembro de la Asociación Vive Méndez Núñez. 

De la misma opinión es Felipe Sánchez, de la asociación de comerciantes de Delicias: "En la primera semana de la desescalada se notó mucho movimiento, pero ahora hay un bajón muy grande".

Los motivos son diversos. Algunos tienen que ver con el final del estado de alarma y la posibilidad de recuperar una agenda similar a la pre-covid. "Hace dos semanas que notamos una bajada de ventas radical", explica Celiméndiz, quien especula con la posibilidad de que se deba a que la gente puede moverse más y tiene más gastos. El descenso de clientes se nota también mucho los fines de semana. Este año quizá para muchos no haya vacaciones, pero pocos renunciarán a una escapada de dos días. "Me temo que los fines de semana, Zaragoza va a ser la España vacía", ironiza Celiméndiz.

La percepción del riesgo también es un voluble factor que hay que tener en cuenta actualmente. Si bien Sánchez considera que hay mucha incongruencia. "Un cliente no quiere entrar en tu tienda y dos minutos después lo ves en una terraza sin guardar distancias", se queja.

No obstante, Pac confía en que el comercio de proximidad pueda "fidelizar" a parte de la clientela que ha ganado durante el confinamiento. Una encuesta de la Asociación de Fabricantes y Consumidores (AECOC) sobre los comportamientos de consumo cifra en nada menos que un 50% más el porcentaje de consumidores que durante la pandemia tiene la cercanía como principal motivo para elegir dónde comprar.

Según ese estudio, ahora hasta el 78% de los consultados prefiere comprar en un único comercio y el 57% seguirá optando por comercio de proximidad. Asimismo, el 71% procura comprar más deprisa.

Otra baza de las tiendas de proximidad es, a juicio del profesor Pac, la "confianza que generan". En su opinión, muy por encima de las grandes superficies, donde los aforos son mayores. En este sentido, las tiendas pequeñas también pueden resultar más cómodas y rápidas, sin filas.

Natalia García, jefa de servicio de Comercio y Turismo de la Cámara de Comercio de Zaragoza, redunda en esta idea. Si bien considera que las medidas de protección "no son disuasorias para la clientela, que ya las tiene muy interiorizadas", cree que la sensación de inseguridad puede ser más acusada para el consumidor de cara a las grandes superficies.

"La pandemia acelerará enormemente procesos que ya estaban en curso: lo que iba a pasar en cinco años, se producirá en uno". 

"Todas las empresas van a tener que digitalizarse, incluso las que ni se lo planteaban". 

David Pac, profesor de la Universidad de Zaragoza, experto en sociología del consumo

En una visión de conjunto, Pac, experto en sociología del consumo, cree que la pandemia, "acelerará enormemente procesos que ya estaban en curso: lo que iba a pasar en cinco años, se producirá en uno". En concreto, cree que se van a dar pasos de gigante en una doble dirección. Por un lado, en la digitalización del comercio. Por otro, en el pago con tarjeta.

"Todas las empresas van a tener que digitalizarse, incluso las que ni se lo planteaban", vaticina Pac. Según la encuesta de AECOC, eñ 20% ha empezado a comprar en Internet durante el confinamiento, de los cuales un 17% dice que lo seguirá haciendo.

Cree que este salto, en el caso de las tiendas pequeñas, puede hacerse de manera asociativa y, desde luego, con la ayuda las instituciones públicas a las que Pac reclama igualmente apoyo para que su versión física se mantenga: "Hay que trazar estrategias para que no cierren las tiendas por lo que suponen desde el punto de vista urbanístico, para consolidar ciudad, hábitats sostenibles y seguros".

Desde la Cámara de Comercio, Natalia García recuerda que "llevamos años fomentando la digitalización". Aunque puntualiza que deben "convivir el 'online' y lo físico, porque la vida en las ciudades las hacen las tiendas".

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