Sanidad aconsejó a Aragón más detección precoz y control de las residencias al pasar a la fase 1

El Ministerio avaló el avance en la desescalada por su "favorable" situación epidemiológica y su capacidad sanitaria.

Fachada del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Fachada del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

La "favorable" situación epidemiológica, la "buena" provisión de dispositivos y recursos humanos y la capacidad sanitaria, con un 50% de camas disponibles y la posibilidad de disponer de material sanitario de reserva, figuran entre las garantías que el Ministerio de Sanidad tuvo en cuenta a la hora de autorizar que Aragón al completo pasara a la fase 1 de la desescalada. El informe, fechado el 8 de mayo, recoge también varias recomendaciones, entre las que destacan el refuerzo de los sistemas de información y vigilancia y la trazabilidad de los casos, y prestar una «especial atención» a los mayores ingresados en residencias y a los temporeros.

El Ministerio de Sanidad reconoce las singularidades demográficas de Aragón, que se traducen en una media de edad elevada y una ocupación desigual, con la mitad de la población viviendo en Zaragoza capital y un 85% de los municipios con menos de mil habitantes. Su densidad de población, que se queda en un 24,7 habitantes por kilómetro cuadrado, limita la interacción y el contacto entre personas, y quizá por ello la probabilidad de contagio. El informe refiere que el número de reproducción básica se situaba por debajo del 1 y la incidencia acumulada de la covid en los últimos 14 días había oscilado entre los 6,71 casos cada 100.000 habitantes de Teruel y los 31,31 que se registraron en Zaragoza.

Al hacer referencia a la situación epidemiológica favorable, el informe cita de forma expresa a las provincias de Huesca y Teruel. Pero incluye varias salvedades, y recomienda poner una especial atención a algunas comarcas que presentaban una incidencia de casos superior al resto: Cinca Medio y La Litera en Huesca; Andorra/Sierra de Arcos y Sierra de Albarracín, en Teruel; y Aranda y Campo de Belchite (Zaragoza). Y de forma expresa se refería a la Comarca Central "por sus características sociodemográficas de mayor población y de movilidad".

En el documento en el que plantea sus conclusiones, el ministerio combina de forma aleatoria las referencias a las provincias, la unidad territorial por la que finalmente se decantó Aragón al formular la solicitud, y las comarcas, la que quería utilizar la Comunidad para dotar al medio rural de una mayor velocidad en la desescalada.

Identificación de casos

En su informe, Sanidad advierte a Aragón de que, a pesar de contar con diversos sistemas de información que pueden dar respuesta a la gestión en la pandemia, «se identifica la necesidad de adaptación a los nuevos protocolos y requerimientos de información para garantizar la detección temprana de casos y su trazabilidad. "Se recomienda reforzar los sistemas de información y vigilancia epidemiológica y monitorizar estrechamente el proceso de Atención Primaria, la trazabilidad de los casos, sus contactos y las oportunas medidas de aislamiento", recoge.

Y este fue uno de los aspectos más reforzados a la hora de solicitar el pase a la fase 2. Hace una semana, el_Gobierno aragonés anunció que reforzaría con 144 sanitarios Atención Primaria y que su capacidad diaria para realizar test PCR rondaba las 1.500 pruebas diarias. El informe del 8 de mayo se refería ya a la capacidad máxima del sistema, que podría llegar hasta las 2.500, para asegurar, con ello, que la Comunidad "dispone de recursos suficientes para incrementar el número de pruebas".

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