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Trombos, pérdida de gusto y otras posibles secuelas de la covid-19

Las complicaciones que pueden padecer los enfermos de coronavirus, tanto durante como después de superarlo, son fruto de la naturaleza del virus y también consecuencia del tiempo de reposo.

Interior del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Interior del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
DGA

Javier Ortega Smith, diputado y portavoz de Vox en el Congreso, superó hace unos meses el coronavirus, sin embargo, esta semana ha permanecido ingresado a consecuencia de unos trombos. "Tras la analítica y los estudios correspondientes, me han detectado varios trombos en la pierna y en los pulmones, como uno de los graves efectos que puede provocar el coronavirus que tuve", publicó en Twitter. La Sociedad Española de Cardiología señala en un artículo que algunos pacientes que han superado la covid-19 "sufren un estado inflamatorio que condiciona un alto riesgo trombótico", aunque todavía no se conocen cifras exactas dada la novedad.

"El virus provoca una alteración de factores de coagulación y puede favorecer la formación de trombos, tanto en la pierna como en el pulmón", defiende María Isabel Lara Guerrero, facultativa de Angiologia y Cirugía Vascular del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Un hecho que, según la doctora, se ha dado tanto en personas que han requerido ingreso en la uci como en pacientes leves de covid-19 que han permanecido en sus domicilios. "No todos los virus afectan a la coagulación, pero este sí, por su propia familia", añade Lara Guerrero, expresidenta de la Sociedad Aragonesa de Angiología y Cirugía Vascular. Todo ello relacionado con procesos inflamatorios. "Tiene apariencia de neumonía, pero es como una neumonitis, es decir, como una trombosis en los vasitos del pulmón", expone Lara.

"Estos pacientes presentan una reducción del flujo venoso debido al prolongado reposo en cama"

Por otro lado existe el riesgo de que se produzcan trombos como consecuencia del confinamiento desde que se decretó el estado de alarma o el tiempo que los enfermos han estado encamados. "Estos pacientes presentan una reducción del flujo venoso debido al prolongado reposo en cama, los cambios protrombóticos y un daño endotelial posiblemente secundario a la unión del virus al receptor de la enzima de conversión de la angiotensina II", detallan en el documento de la sociedad científica. Por este motivo desde la entidad se ha recomendado el suministro de heparina -anticoagulante inyectable- a todos los pacientes de coronavirus. Este tratamiento no solo debería ser durante el tiempo de ingreso, sino que algunos médicos proponen alargarlo hasta 15 días después de conseguir el resultado negativo. Puede darse el caso de que el trombo se acuse en otra parte del cuerpo, como en la pierna, y después se traslade al pulmón, tal y como considera Lara Guerrero: "La sangre se acumula en los vasos sanguíneos de los pulmones y eso hace que se colapsen, produciendo más disnea o fatiga".

Es aconsejable movilizarse unos 5 minutos cada hora o realizar flexiones del pie para activar todas las venas de la pantorilla

Existen sencillos ejercicios que previenen este tipo de complicaciones, en especial en enfermos cardiovasculares, que tienen que velar por el equilibrio y cualquier descompensación, como una gripe común, puede acarrear inconvenientes. "Es aconsejable que toda persona que tenga alguna patología previa se movilice unos 5 minutos cada hora (aunque sea sin salir de casa) o realizar flexiones del pie, ya que con este sencillo movimiento se activan todas las venas de la pantorrilla", recomienda la doctora Lara. Esta facultativa también aconseja el uso de medias de compresión siempre que se dispongan y avisa de que algunos estos cuadros se han visto agravados por no acudir al médico ante el miedo al contagio de coronavirus.

Varios aspectos están en estudio todavía, dado el poco tiempo acontecido desde la irrupción del virus. Por ejemplo, Lara Guerrero apunta que "se investiga la coagulación que puede provocar en las arterias, hasta ahora algo desconocido". Por ello, en el documento de la sociedad científica inciden en que "apenas hay información sobre cómo abordar el riesgo trombótico, la coagulopatía y el tratamiento anticoagulante de estos pacientes". No obstante, plantean un posible desarrollo de un cuadro neumónico que acarree "síndrome de distrés respiratorio, shock séptico, acidosis metabólica y una coagulopatía" en un bajo porcentaje de los pacientes.

Los profesionales defienden que además de poner medios para investigar la transmisión también es necesario estudiar el 'pos-covid-19'. De hecho, el Ministerio de Ciencia e Innovación ha invertido 73.000 euros para el trabajo 'Fibrosis pulmonar residual y capacidad pulmonar en sobrevivientes de SARC-CoV-2'. Conocer si presentan un mayor grado de fibrosis pulmonar o una alteración en la función respiratoria son algunos de los focos en los trabajan siete centros médicos, entre ellos el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. La investigación analiza a personas que se han curado y también a otras que todavía están convalecientes. Además, la Unidad de Inflamación y Envejecimiento del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) sostiene que esta enfermedad daña el tejido pulmonar e impide su correcto funcionamiento por los cambios inflamatorios y lesiones cicatriciales derivadas de su patología.

Síntomas neurológicos en un 36% de los pacientes infectados

A las secuelas anteriores se le suman posibles inconvenientes neurológicos. El doctor José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología, explicó hace unos días que "en muchos casos aparecen síntomas neurológicos como cefalea, anosmia o dolores musculares. Además, se están describiendo múltiples perfiles clínicos con afectación del sistema nervioso central y periférico cuya frecuencia y alcance están aún por determinar". La mencionada entidad ha publicado 'Manual covid-19 para el neurólogo general', un libro pionero donde se recogen algunos de los posibles síntomas de índole neurológica que experimentan los pacientes de coronavirus.

La Sociedad Española de Neurología informó de que, aunque todavía no es posible estimar la proporción de pacientes con covid-19 que presentan síntomas y síndromes neurológicos clásicos diferenciables, "en China los primeros estudios que analizan este tema han observado que más de un 36% de los pacientes presentó síntomas neurológicos". Mareos, vértigos o dolores de cabeza son los más habituales.

A los anteriores se añade un incremento del riesgo de parecer ictus en los cuadros más graves -un 6% frente al 1% de los leves-, bajo nivel de conciencia o afectación muscular. Las investigaciones procedentes de Asia se completan con datos europeos, que también avisan de cefalea. Precisamente, la sociedad científica comunicaba que se ha elaborado una investigación en 12 hospitales europeos y que se determina anosmia (alteración del olfato) en un 85,6% de los enfermos e hiposmia (del gusto) en el 88%. Por esta razón, los colectivos neurológicos han propuesto incluir la anosmia como uno de los síntomas de la covid-19. Los neurólogos españoles manifiestaron que también han atendido casos de encefalopatía grave o coma, crisis epilépticas, encefalitis, polirradiculoneuropatías, parálisis facial y parálisis de nervios oculomotores, según transmitieron desde la Sociedad Española de Neurología.

Por su parte, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha alertado de que el uso de la cloroquina e hidroxicloroquina -tratamientos que han seguido algunos pacientes- pueden producir trastornos neuropsiquiátricos, Hasta el momento son "poco frecuentes" y puede tratarse de casos con antecedentes.

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