La Diócesis de Barbastro-Monzón trabaja para el reinicio del culto público

Sacerdotes, religiosos y seglares están realizando estos días labores de limpieza y desinfección de iglesias y templos para su reapertura al culto público, en determinadas condiciones, este próximo lunes, 11 de mayo.

Cámara en el camarín de la Virgen del Pilar.
Cámara en el camarín de la Virgen del Pilar.
Heraldo.es

Sacerdotes, religiosos y seglares de la diócesis de Barbastro-Monzón están realizando estos días labores de limpieza y desinfección de iglesias y templos para su reapertura al culto público, en determinadas condiciones, este próximo lunes, 11 de mayo. Esas condiciones quedan estipuladas en el comuniado firmado esta mañana por el obispo diocesano, Ángel Pérez, tras un proceso de asesoramiento y consulta a la Curia, que posteriormente se ha abierto a las propuestas de todos los sacerdotes y cuyas aportaciones han enriquecido el texto final.

A partir del lunes –inicio previsible de la fase uno- se reanudará el culto con participación de los fieles en la eucaristía, tanto dominical como diaria, y los demás sacramentos y celebraciones, siempre que no se supere un tercio del aforo. En el documento, acorde con las sucesivas disposiciones del Gobierno de la nación y las señaladas por Conferencia Episcopal Española el pasado 29 de abril, el obispo hace una llamada a la prudencia y responsabilidad social. En este sentido, recomienda que allí donde no puedan garantizarse las medidas sanitarias para el culto u otro tipo de reuniones, estas sean aplazadas hasta que puedan hacerse con total garantía de seguridad.

Esas medidas sanitarias, con carácter general, recomiendan a los fieles llevar mascarilla, establecen que las puertas de las iglesias estén abiertas para que no se toquen pomos o manillas, habrá desinfectante a la entrada y a la salida, se señalizarán los lugares para sentarse con la distancia de seguridad, las pilas de agua bendita seguirán vacías, se evitará el contacto y las aglomeraciones en las muestras de devoción y veneración hacia las imágenes y, donde sea necesario y resulte posible, se procurará aumentar el número de celebraciones dominicales de la eucaristía. El decreto prorroga en la diócesis la dispensa del precepto dominical, invitando a los fieles a mantener la lectura de la Palabra de Dios y la oración en sus casas. A los mayores, enfermos o personas en situación de riesgo, se les aconseja seguir la eucaristía a través de los medios de comunicación y se establece que no haya celebraciones en residencias de la tercera edad mientras no se den las condiciones adecuadas, de acuerdo con la normativa y los protocolos de cada centro.

Durante el desarrollo de la liturgia

Por el momento, el decreto recomienda no distribuir objetos ni papeles, como hojas de lecturas o cantos, sustituir los coros parroquiales por un solo cantor y que las lecturas y el salmo las proclame un solo lector o el mismo celebrante. El sacerdote celebrante, y demás ministros de la Comunión, desinfectarán sus manos antes de empezar la misa, y también antes de empezar la Plegaria Eucarística y después de distribuir la Comunión. El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con la “palia” durante la plegaria eucarística. Es recomendable que, en la medida de lo posible, en los templos en que celebren varios sacerdotes, los utensilios y ropas litúrgicos sean de uso exclusivo de cada uno de ellos, mientras dure la pandemia.

El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de haber recitado todos juntos “Señor, no soy digno…” y se distribuirá la Comunión en silencio. Por evidentes razones de higiene general, la Comunión deberá recibirse en la mano y, si la edad y situación del sacerdote así lo aconseja, habrá que establecer ministros extraordinarios de la eucaristía para distribuir la comunión. El saludo de la paz se sustituirá por un gesto, evitando el contacto directo, y el cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino que las personas responsables del servicio de orden lo colocarán antes de finalizar la Misa en una mesa a la salida para que quien lo desee pueda depositar su limosna. Ante la situación de emergencia Covid-19 y de las muchas necesidades de las parroquias se recomienda que los fieles hagan también sus aportaciones económicas por otros medios como recibos domiciliados, transferencias bancarias, cepillos electrónicos, Bizum, etc.

A partir del lunes, las provincias que entren en la fase 1 podrán celebrar actos religiosos limitados a un tercio del aforo y con medidas de distanciamiento social

Antes y después de cada celebración deberá procederse a la desinfección de los bancos y zonas comunes del templo, así como de los objetos litúrgicos, conforme con la normativa sanitaria y a las recomendaciones de la delegación de Patrimonio. Las superficies de uso común dentro del templo que no tengan valor artístico (manecillas de las puertas de acceso y bancos) deberán ser desinfectados tras el culto, mediante la limpieza con un paño humedecido en una solución hidro-alcohólica (70% de alcohol y 30 % de agua), mezclados en un spray dosificador. Después de la aplicación, se debe secar bien con un paño seco y ventilar el templo antes de volverlo a cerrar.

Otras celebraciones

El decreto suspende, por el momento, romerías y actos populares, y recomienda aplazar las confirmaciones y primeras comuniones, al menos, al comienzo del curso pastoral a partir del mes de septiembre. Deja en manos de cada parroquia, de acuerdo con sus catequistas y familias, la programación de nuevas fechas, así como las catequesis previas y reuniones con padres que considere oportuno. Durante el tiempo de pandemia se priman los bautismos individuales, en la celebración de matrimonios solo los contrayentes manipularán los anillos, arras, etc., y se utilizará el rito breve en la Unción de enfermos.

Para la misa funeral y las exequias se seguirán los mismos criterios que para la misa dominical. En cuanto a las manifestaciones de dolor y condolencia, será preciso recordar a los participantes en cada celebración exequial que, mientras dure la emergencia sanitaria, se eviten los gestos de afecto que implican contacto personal y se mantenga siempre la distancia social de seguridad.

En caso de celebrarse velatorios de los difuntos en dependencias parroquiales, tendrá que ser con un límite máximo de quince personas en espacios al aire libre y diez personas en espacios cerrados, ocupando, como máximo, un tercio del aforo de local donde se realicen, y cumpliendo los protocolos de distancia social, higiene y seguridad. La participación en la comitiva para el enterramiento o despedida para cremación de la persona fallecida se restringe a un máximo de quince personas, entre familiares y allegados, además de, en su caso, del ministro de culto para la práctica de los ritos funerarios de despedida del difunto.

Desde el inicio del Estado de Alerta la hoja dominical Iglesia en Aragón dejó de recibirse en papel. En su defecto, se publica una edición digital que puede encontrarse en http://www.diocesisbarbastromonzon.org/ y en www.iglesiaenaragon.es (donde es posible suscribirse). También puede recibirse apuntándose en la lista de difusión de WhatsApp diocesana “Obispado Comunicación” a través del número +34 633 96 04 28.

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