Una treintena de sanitarios –seis médicos, diez enfermeros, diez auxiliares y personal de apoyo– han sido ya contratados y formados por el Salud para empezar a trabajar "en cualquier momento" en el hospital de campaña de la sala Multiusos del Auditorio. Será el primero en abrir y lo hará, según los planes de la DGA, "por fases". Primero se habilitarán 35 camas. Si fuese necesario se abrirían 35 más y, en el peor de los escenarios, se recurrirá a las 35 restantes hasta ocupar las 105 disponibles.

Antonio Brun, médico jubilado hace apenas seis meses, ha sido uno de los encargados de coordinar la puesta en funcionamiento de este hospital, dividido en dos carpas de 900 y 600 metros cuadrados. Aunque desde Sanidad se insiste en que no se utilizará si no es necesario, Brun aseguró ayer que "todo está preparado". "Si mañana a las 14.00 nos dijesen que arrancamos se pondría todo en marcha de inmediato", apuntó.

El "equipo piloto", explicó, ha salido "de la bolsa del Salud", aunque en sucesivas fases se contará también con voluntarios. "Ha habido una avalancha. Se ha creado una base de datos y se contactará con ellos cuando sean necesarios", comentó el gerente del Salud, Javier Marión.

Los 30 profesionales ya contratados han sido formados específicamente para luchar contra el coronavirus. "Se les ha enseñado cómo vestirse, cómo tocar al paciente, cómo se trabaja dentro del recinto... Todo el mundo conoce cuál es su papel", destacó Brun. Y mientras no sean necesarios, añadió Marión, apoyarán al personal del Miguel Servet.

La previsión es que en el segundo equipo haya tanto sanitarios como voluntarios. "Activarlo llevaría únicamente dos o tres días. Es emocionante, la gente está muy motivada", dijo Brun.

Así son las instalaciones

La sala Multiusos ya en nada se parece a la que hasta hace solo unas semanas acogía ferias o conciertos. Su entrada está repleta ahora de sillas de ruedas preparadas para ayudar a los pacientes con coronavirus que ingresen.

Ya en el interior destaca una zona de admisión y un colorido pasillo que conduce hasta el control de enfermería y delimita claramente cuáles son las zonas ‘sucias’ y aquellas que están libres de riesgo. La zona central de este hospital de campaña, en la que se ubican las 35 camas llamadas a abrir en primer lugar, está ya completamente equipada, desde los colchones a los termómetros. 

El recinto también cuenta con los correspondientes ordenadores y programas informáticos –los mismos que se utilizan en el hospital Clínico o el Miguel Servet–, aseos y almacenes de material.

Cada habitación, de 3x2 metros, cuenta con una cama, una mesilla y un pequeño armario y está separada del resto por una cortina de color azul. El recinto cuenta, además, con un alumbrado que recrea el día y la noche y un sistema de climatización.

En los últimos días se ha hecho un trabajo "ímprobo" para levantar y equipar este hospital, desde la constructora, la empresa Mandrade, que terminó la obra en apenas tres días y medio y la entregó a principios de semana, al personal que ha trabajado para vestir las camas y cubrir las necesidades de trabajadores y pacientes.