8-m. Mujeres en el mundo rural

Sara Giner, periodista: "Tiene que cambiar la idea de que volver al pueblo es una bajeza"

Trabaja desde hace dos años en la radio de Alcorisa, su pueblo. Regresó tras estudiar Periodismo y trabajar en diferentes medios de comunicación. 

La periodista Sara Giner en Onda Balcei, la radio de Alcorisa.
La periodista Sara Giner en Onda Balcei, la radio de Alcorisa.
Jorge Escudero

Sara Giner es la voz de Alcorisa. De lunes a viernes saluda a sus paisanos desde el 107.5 de FM, bien conoce esa frecuencia. Todavía era una niña cuando en los transistores alcorisanos se colaba su voz infantil para relatar leyendas urbanas. Pasaron los años, descubrió que su vocación era ser periodista y dejó el pueblo para cumplir el deseado sueño. Zaragoza se convirtió en una nueva casa, pero su hogar seguía estando en el Bajo Aragón.

Se mudó a Bélgica, regresó, trabajó en prensa y radió en emisoras. Hace más de dos años tomó una tajante decisión: volver a su cuna. "Me fui de Zaragoza porque estaba con una beca que no me daba casi para subsistir. El azar me trajo a Alcorisa y aquí impartí clases particulares de inglés para adultos". Un día el periodismo le llamó por teléfono: "Encontré de nuevo los cauces de la comunicación en Alcañiz y, casi a la vez que terminó esa experiencia, ofertaron esta plaza. Me apunté a la bolsa de trabajo, aprobé y me quedé la primera en la lista", recuerda. Las leyendas urbanas que locutó de niña se convirtieron en una realidad rural cuando asumió la coordinación de Onda Balcei, la radio de Alcorisa. "Nunca pensé que encontraría mi nicho aquí", confiesa desde el estudio.

Todas las tardes desde allí, sentada en la silla del directo, controla la mesa de mezclas, llama por teléfono a entrevistados y selecciona canciones. Todo sin cesar de locutar. Y desde esa sala del edificio del Centro Cultural Valero Lecha a toda la localidad. En las peluquerías, en las panaderías, en las tiendas de ropa o en los bares escuchan a Sara, en la desconexión de Los 40 Principales.

Trabaja desde hace dos años en la radio de Alcorisa, su pueblo. Regresó tras estudiar Periodismo y trabajar en diferentes medios de comunicación.
"Ser periodista en el mundo rural es muy agradecido, mucho más que en la ciudad"

En su vuelta a Alcorisa también descubrió notas de prensa por escribir, publicaciones en redes sociales que compartir, historias que contar, páginas web por administrar y una 'app' que gestionar. "Ser periodista en el mundo rural es muy agradecido, mucho más que en la ciudad. Aquí todo el mundo te acoge y participa", asegura Giner.

Sus labores son un reflejo de que las nuevas tecnologías han incentivado el retorno de urbanitas que han apostado por establecerse en el mundo rural. "Internet ha favorecido, pero todavía hay mucho por avanzar", denuncia Sara. Aún en la memoria reciente están los efectos de la borrasca Gloria que cortó el suministro de datos y telefonía durante varios días, lo que dificultó la rutina de las empresas locales.

"La mujer rural es un pilar en la sociedad local, un bastión"

"Afortunadamente cada vez hay más mujeres emprendedoras que se lanzan a abrir sus propios negocios aquí", considera Sara. "La mujer rural es un pilar en la sociedad local, un bastión". Le vienen a la memoria sus abuelas y resalta que antes todas eran amas de casa, pero no solo cuidaban del hogar y de los hijos como en las ciudades: "Aquí iban al campo, recogían almendras u olivas. Y sin cotizar", sostiene.

Si Sara tuviese una hija le animaría a vivir en Alcorisa: "Le diría que estudie, se forme, vea mundo, viaje y después elija ella dónde vivir, pero que sepa que existe esta opción". Es crítica con el pensamiento que arrastran algunas personas: "Tiene que cambiar la mentalidad de que volver al pueblo es una bajeza". Con nostalgia mira su quinta y comprueba que la mayoría se marchó, como ella, pero no han regresado. "Hay mucha gente no se plantea volver, lo desechan por completo". La comunicadora pone el foco en la raíz: "Desde pequeños hay que enseñarles que existe la opción de regresar".

"Quería volver"

Esta plumilla lo tenía claro: "Quería volver". Cuando se le pregunta qué significa Alcorisa para ella guarda silencio. Pasan los segundos y expresa mucho más que si enumerase una retahíla de palabras. No se resiste: "Es mi seña de identidad, mi referencia". Alcorisa es un pueblo con más de 3.000 personas censadas donde se teje un grueso entramado asociativo en el que destacan las actividades culturales. Lo define como "una comunidad" y destaca la cercanía que hay entre los vecinos. Para muestra un botón: Sara pone un pie en la calle y saluda a todos los viandantes que se cruza por las calles de la localidad, alterna los 'holas' y 'adioses' con algún capazo.

"Nunca pensé que después de salir para estudiar podría trabajar en mi pueblo y menos de lo mío"

El aire puro es otro de los aspectos que más valora Sara, también que cada uno marca su ritmo. "En pocos minutos llegas a la naturaleza, donde pasear, donde encontrarte contigo misma", reflexiona. Camina por el monte y por sus calles, cada vez más vacías. En estos pocos años Sara ha visto como por las mañanas se levantan menos persianas y por las noches se iluminan menos ventanas. Ella apuesta por encender la luz en el pueblo y poner voz a las tardes. Esta periodista hizo realidad la fantasía de regresar a sus raíces, de despertar mirando al monte de San Cristóbal y con el Calvario a sus espaldas. "Nunca pensé que después de salir para estudiar podría trabajar en mi pueblo y menos de lo mío", celebra con una radiante sonrisa. "Soy feliz, he ganado calidad de vida al regresar a Alcorisa. De la urbe solo echo de menos a las personas queridas", concluye.

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