Aragón

El mapa de los accidentes laborales: ¿en qué comarcas hay más y en cuáles menos?

Tienen más posibilidades de sufrir una contingencia los hombres con un trabajo en el sector industrial y una antigüedad inferior a los tres meses.

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Aragón registró a lo largo del año pasado nada menos que 18.732 accidentes laborales. De ellos, 29 derivaron en el fallecimiento de un trabajador, mientras el resto acabaron en bajas por dolencias de distinta gravedad. Se trata de la cifra más alta de los últimos diez años, a lo largo de los cuales la siniestralidad ha crecido de mano de las contrataciones. Los datos revelan que más de la mitad de estos sucesos (52%) ocurrieron en el ámbito del sector servicios, si bien atendido al volumen de empleados es la industria la que tiene un mayor índice (3,39 sobre mil).

Pero, ¿en qué zonas de Aragón se firman más y menos bajas? Son cinco las comarcas aragonesas en las que el índice de percances se dispara por encima de los 42 por cada mil trabajadores, tal y como se dibuja en el mapa elaborado por el Instituto Aragonés de Estadística. En él, destacadas en rojo, aparecen el Campo de Borja, Cinca Medio, La Litera, Valdejalón y Cuencas Mineras. Y en las cuatro últimas se rompe la tendencia general: el grueso de las bajas recae en el sector industrial y no en el terciario.

José de las Morenas, secretario de política sindical e industrial de UGT Aragón, considera que el hecho de que las comarcas más ‘peligrosas’ no sean las más pobladas (la comarca central y la Hoya de Huesca se mantienen en perfiles bajos), sino que algunas de ellas tengan una densidad poblacional exigua, “responde al hecho de que hay menos control sobre las acciones de prevención de riesgos, por lo que es más sencillo incumplir estas tareas obligatorias”. Además, asegura, “donde hay menos presencia sindical y no existe la figura de delegados de prevención o comités de control la siniestralidad crece, y eso ocurre en entornos rurales”.

Siniestralidad laboral
Siniestralidad laboral
Heraldo

Por ello, el portavoz sindical reivindica “la figura del delegado territorial de prevención, algo que siempre hemos pedido, de modo que haya más control, sobre todo en un contexto como el actual, en el que la siniestralidad está subiendo, también en el sector de la construcción, así como en los desplazamientos al lugar del trabajo, como lamentablemente hemos visto estos últimos días”.

Los accidentes in itinere merecen un apartado propio. El pasado viernes tuvo lugar el último siniestro en carreteras aragonesas en la localidad de Caspe, en el que han acabado perdiendo la vida cuatro personas que acudían a desempeñar su labor profesional. Obviando las comarcas con más población y pujanza económica, llama la atención el volumen de bajas por este motivo a lo largo de 2019 en el Alto Gállego (12), Somontano de Barbastro (26), La Litera y Bajo Cinca (ambas 28). La inmensa mayoría de los percances en carretera tienen lugar en la Comarca Central (1.510), seguida de la Hoya de Huesca (113) y la Ribera Alta del Ebro (104), donde hay un gran movimiento en torno a las fábricas del sector del automóvil.

La otra cara de la moneda

En el otro lado de la balanza se encuentran las delimitaciones comarcales ‘en blanco’, aquellas donde por su baja densidad de población o por el tipo de sectores económicos predominantes los índices de siniestralidad son más bajos. Son el Sobrarbe, Sierra de Albarracín, Campo de Belchite, Maestrazgo y Matarraña. En ellas, la tasa de accidentes con baja laboral está por debajo de 26 por cada mil ocupados y los sectores están más repartidos.

En el Sobrarbe, Belchite, Maestrazgo y Sierra de Albarracín es el sector servicios en el que más trabajadores son atendidos por una contingencia. Solo en el Matarraña hubo más bajas en el ecosistema industrial que en otros entornos. “Son datos que se ajustan al tipo de empleo mayoritario y a que son zonas con menos población”, señala De las Morenas.

Edad, sexo y antigüedad

Buceando en las estadísticas resulta sencillo destacar varias brechas entre los trabajadores, pudiendo trazar el perfil más habitual de los accidentados. Los que tienen más posibilidades de sufrir una contingencia son aquellos que tienen un trabajo temporal en el sector industrial con una antigüedad inferior a los tres meses, una edad de entre 35 y 44 años. Por sexos, los hombres protagonizan el 72% de las bajas, incluyendo la totalidad de las muertes.

“Siempre hemos dicho que la precariedad mata, y el dato de que quienes concentran más siniestros sean los trabajadores que llevan menos de tres meses responde a que esa precariedad hace que la gente salte de empleo en empleo y no tenga una formación adecuada y una experiencia en sus desempeños”, critica el portavoz de UGT.

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