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El desdoblamiento de la N-II sigue bloqueado a la espera de la liberalización de la autopista

La redacción de los proyectos de la autovía entre Pina y Fraga sigue sin fecha.

CAMIONES EN LA N II
Camiones en la N-II.
Guillermo Mestre

El último tramo que queda por desdoblar de la carretera de Barcelona (N-II), de Alfajarín a Fraga, sigue sin tener fecha pese a seguir cobrándose vidas, las tres últimas en una colisión múltiple a la altura de Osera el pasado martes. El Ministerio de Fomento, ahora rebautizado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ni siquiera ha llegado a licitar la redacción de los proyectos en los seis años transcurridos desde que el subtramo Fraga-Pina superase la preceptiva declaración de impacto ambiental.

De nada ha servido que los Presupuestos Generales del Estado hayan incluido anualmente partidas presupuestarias para desbloquear su tramitación, ya que el dinero no se llegaba a tocar. Los sucesivos titulares de Fomento han prometido sin cumplir nada y el actual equipo de José Luis Ábalos no pasa ahora de afirmar que hay una genérica "orden de estudio" para la redacción de los cuatro proyectos en los que se pretende subdividir la autovía entre Fraga y Pina de Ebro. El problema es que no tiene reflejo en el Boletín Oficial del Estado ni el Ministerio se aventura a dar fechas.

De este modo, los 91 kilómetros pendientes de la autovía de Barcelona se mantendrán como una de las vías con mayor siniestralidad de Aragón y uno de los puntos negros del país. Mientras, avanzan los trabajos para desdoblar la carretera de Logroño, otro de los tramos que históricamente concentra un mayor número de accidentes, que debería estar listo para 2021.

Peor suerte corren los 27 kilómetros entre Alfajarín y Pina de Ebro, cuyo desdoblamiento ya se descartó por su impacto sobre las huertas del corredor del Ebro. El Ministerio ya planteó el uso de la AP-2 liberada de peaje, como recuerda ahora, pero habrá que esperar, al menos, hasta que expire la concesión de Abertis en agosto del próximo año.

El problema es que ese tramo de autopista no tiene salidas intermedias y el peaje se sitúa en Pina, por lo que el resto de municipios seguirán dependiendo de la carretera nacional mientras no se construyan nuevos accesos que hagan más permeable la AP-2.

El compromiso político de José Luis Ábalos es liberalizar tanto la autopista de Barcelona como la del Mediterráneo (la AP-7, de Tarragona y La Junquera), cuyas concesiones expiran al mismo tiempo en agosto de 2021. Esto permitirá a los conductores disponer de una vía mucho más segura y repercutirá en la seguridad de la N-II, porque buena parte del tráfico pesado se desviará ya por la vía rápida.

El estudio de demanda de tráfico y las necesidades de conexión de ambas autopistas con la red de carreteras del Estado salió a concurso a finales del año pasado, pero aún habrá que esperar unos años para conseguir que los enlaces estén preparados. De entrada, este primer encargo no se podrá entregar hasta dentro de un año según los plazos fijados en las bases, luego habrá que redactar los proyectos de los enlaces que se consideren oportunos y más tarde encargar las obras.

Los alcaldes instan a acelerar los trámites y piden más inversión 

Los alcaldes de la N-II exigieron este domingo "acelerar" el desdoblamiento, bloqueado y reivindicado durante años, y pidieron "una mayor inversión en mantenimiento de carreteras". El de Osera, donde el pasado martes se produjo un accidente mortal en el que perdieron la vida tres personas, cree que la autopista "no será capaz de absorber todo el tráfico de camiones". "El problema es que, aunque se levante el peaje, la carretera no está en condiciones, falta inversión", aseguró Enrique Gómez.

Esta situación, añadió, se observa con especial nitidez en los accesos a los municipios. "Si las carreteras siguen en mal estado y encima dejamos de percibir el IBI... Los perjudicados somos siempre los mismos, los que vivimos en los pueblos", aseveró.

En Pina, el Ayuntamiento estaría dispuesto a no cobrar el IBI que percibe desde 2017 con tal de que mejorase la seguridad vial. Su máxima representante, Mercedes Abós, cree que debe ser "lo primero" y que se debe apoyar más a los camioneros, una reivindicación que traslada tanto al Ejecutivo central como al Gobierno de Aragón. "Llevamos con este tema años y años, y se le han dado muchas vueltas. Esperamos y deseamos que la situación mejore a partir de 2021 con la liberalización", manifestó.

A este respecto, la alcaldesa de Villafranca, Volga Ramírez, aseguró que hasta el momento "no se ha hecho nada". "Solo pusieron dos rotondas en Aljafarín y Nuez de Ebro, contra las que nos movilizamos los vecinos y alcaldes de la zona, pero ni siquiera se han molestado en reunir a los ayuntamientos o pedirles su opinión", lamentó. Según dijo, "no se entiende" que la situación siga así tantos años después, ya que la N-II "absorbe tráfico de toda España". "Me temo que hasta que no ocurra algo realmente gordo no harán nada con el desdoblamiento", afirmó.

El regidor de Alfajarín, Jesús Vicén, también ve "complicado" agilizar la tramitación. Sobre todo tras los precedentes de los últimos años. "Por mucho que protestes, la determinación tiene que venir por parte del Gobierno central. Lamentablemente, no creo que este último accidente vaya a cambiar nada", expuso.

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