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infraestructuras 

Impulso al futuro transporte de mercancías peligrosas en el tren Pau-Canfranc

El gerente del polígono industrial de Laqc (Francia) apuesta por el ferrocarril. 

Presentación del Libro Blanco del tren Pau-Canfranc-Zaragoza.
DGA

Las mercancías deben dejar de ir en camiones por el túnel del Somport y subirse al ferrocarril. Es una de las conclusiones en la que coincidió el centenar de asistentes a la presentación del Libro Blanco de la reapertura del tren Pau-Canfranc-Zaragoza que se celebró recientemente en Accous, en el sur del valle de Aspe. Los alcaldes de Bedous, Henri Bellegarde, y Accous, Paula Berges, lo proclamaron ese día en público, como hicieron los miembros de las coordinadoras Crefco y Creloc, Luis Granell y Alain Casenave, respectivamente.

Pero todos los ediles del valle habían reclamado recientemente la prohibición de este tráfico por la nacional RN-134 del Somport, y el Prefecto lo denegó. Bellegarde recordó en Accous la muerte de un conductor jacetano de 45 años en agosto del 2018 cuando sufrió un accidente del camión y vertió su cisterna de clorito de sodio al río Gave d’Aspe.

Lo que no se esperaba era escuchar que los empresarios franceses del polígono industrial Chemparq de Lacq, donde se reúnen varias empresas químicas, estarían dispuestos y preparados para subir esas mercancías peligrosas de los camiones a los futuros trenes. Así lo defendió el gerente de Chemparq, Patric Vernot, en la jornada celebrada en Accous al comparecer en el taller de las mercancías. Explicó que en ese semillero de empresas químicas tenían dispuesto un apartadero ferroviario con ese objeto.

La futura euroviñeta

A esta versión favorable para los municipios del valle del Aspe que aportó el empresario de Chemparq Lacq se sumó también la opinión del responsable de la SNCF(Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses) Reseau de la región de Nueva Aquitania, Jean Luc Gary, porque señaló que tanto Francia como Europa van a imponer la euroviñeta o una tasa para los camiones y el transporte de las mercancías peligrosas.

Asimismo, el responsable de la compañía ferroviaria francesa declaró por primera vez en público que la reapertura del tren Pau-Canfranc puede llegar en el año 2025 (como defendió después el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset) y que su compañía pública no va a obstaculizar el proyecto.

Incluso fue más lejos porque Jean Luc Gary estimó que si la SNCFReseau fuera la compañía a la que adjudiquen la construcción de los 30 kilómetros pendientes en el lado francés (de Bedous al túnel del Somport) estarían abiertos a que una operadora privada o mixta se encargara de la gestión del ferrocarril en los dos países.

El director de la Fundación Transpirenaica, Bruno Oliver, también destacó en el encuentro que el Libro Blanco va a constituir una plataforma de colaboradores, entre empresarios y actores sociales, para compartir ideas y futuros negocios con el tren. «Con la posición que mantiene la Comisión Europea, la reapertura del tren Pau-Canfranc ya no tiene marcha atrás. Además, el ferrocarril en Francia, como ocurre en el caso del Le Boulou-Perpiñan, que lleva hasta el paso de Calais y Gran Bretaña o Luxemburgo, puede acabar siendo subvencionado», apuntó Oliver.

En este sentido, el director de la Fundación Transpirenaica señaló que el tren de mercancías, que va a ser una clave para optimizar la reapertura entre los dos países, deberá buscar los mejores precios para que las empresas se suban al ferrocarril tras realizar sus estudios de costes. «Los cereales o las mercancías químicas que están en la zona de Pau serán las que pueden sumarse al futuro ferrocarril y los franceses ya tienen este tipo de ejemplos de trenes regionales como el que conecta con el puerto de Bayona», señaló Bruno Oliver.

De hecho, un representante de la empresa Eurorail, que también trabaja en la zona que va desde Irún a Burdeos, se mostró muy favorable a instalarse en el Pirineo central para explotar el tráfico de mercancías ante las posibilidades que se pueden abrir.

Portavoz de Crefco 

El portavoz de Crefco, Javier Garrido, insistió en que la reapertura de este ferrocarril necesita que llegue con su viabilidad económica a través del tráfico de mercancías en el Pau-Canfranc-Zaragoza. En este sentido, incidió en la necesidad de sacar las materias peligrosas de las carreteras que cruzan los municipios del valle del Aspe y para su transporte sería la mejor solución subirlos a los futuros trenes.

«Hemos advertido que la futura llegada de las euroviñetas en Francia incidirá también en que las materias peligrosas tendrán que salir de los camiones», apuntó el portavoz de Crefco.

Asimismo, Javier Garrido quiso incidir también en la necesidad de que el futuro tren de mercancías necesitará que haya apartaderos de 750 metros y no de 500 metros como se valora esa posibilidad para el lado francés. «Lo proponemos porque pensamos en los trenes con coches de la Opel, que son muy largos y necesitarían esa distancia amplia de los apartaderos», concluyó.