Algo más tráfico del habitual, pero sin grandes complicaciones. Las carreteras aragonesas registraron este sábado un día relativamente tranquilo en la primera de las tres jornadas de la cumbre del G7, que se celebra en la localidad francesa de Biarritz y que ha provocado importantes restricciones circulatorias en los pasos entre España y Francia. Los representantes de los transportistas aragoneses, no obstante, esperan que el fin de estas limitaciones, previsto para el lunes por la tarde, sea el pistoletazo de salida para una ‘carrera’ en la que cientos de vehículos tratarán de cruzar por los distintos pasos entre ambos países.

Con las duras restricciones al tráfico rodado establecido en las carreteras guipuzcoanas, el Somport se situaba como una alternativa para los camiones que quisieran cruzar la frontera. Sin embargo, este paso por el Pirineo aragonés tampoco se libró de las prohibiciones. Francia decidió, antes de la reunión del G7, impedir el paso de camiones los sábados de agosto entre las 7.00 y las 19.00 con el objetivo de favorecer el tránsito de vehículos privados desde Canfranc y alrededores en una época especialmente turística. La reunión de Biarritz y sus restricciones al paso por Irún no hicieron variar esta medida.

Así, el cruce por este túnel estuvo cerrado para camiones durante casi todo el día, salvo para los que llevaban productos perecederos o animales. Según el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, durante todo el día el tráfico fue «algo mayor que un sábado normal», tanto en número de turismos como de camiones, pero «nada extraordinario». Ni siquiera a las 19.00, cuando se abrió por completo el túnel, el aumento de la circulación fue especialmente significativo, según apuntó Sánchez y confirmaron desde el centro de control de tráfico. Los avisos de colapso y el sinuoso trazado de las carreteras francesas al otro lado del Somport, poco recomendables para grandes camiones, disuadieron a muchos de utilizar este paso entre España y Francia.

Los transportistas aragoneses han criticado duramente la organización de la cumbre de jefes de estado junto a un paso fronterizo, así como las restricciones de tráfico que han originado. Carmelo González, de Fetraz, señalaba ayer que la gran mayoría de los camiones están «sin poder trabajar», y que si no ha habido más afecciones circulatorias ha sido porque les han «obligado a parar». «Algunos igual se han podido ir a la Junquera, pero si vas a la zona de Burdeos o Las Landas no puedes dar ese rodeo», apuntaba. A su juicio, el mayor problema se puede dar «a partir del lunes –mañana–», cuando se abran al tráfico los pasos fronterizos.

Coincidió con esta opinión José Antonio Moliner, de Tradime, quien opinó que «el lunes a partir de las 18.00 puede ser una debacle». «Ha habido muy mala información y coordinación», criticó Moliner, quien apuntó que «no se puede dejar todo el control en manos de País Vasco y Navarra».

La cumbre del G7 termina mañana, y no será hasta entonces cuando se levante el dispositivo especial de tráfico que ha diseñado la Dirección General de Tráfico (DGT). Hay que tener en cuenta que la cumbre se une estos días al retorno de máxima afluencia de la operación paso del estrecho, con miles de vehículos desplazándose hacia Marruecos, así como el regreso de viajeros desde Portugal y el movimiento propio de un fin de semana de vacaciones de agosto.

Por todo ello, y ante el posible colapso en las carreteras vascas, la DGT ha incluido los corredores aragoneses entre las alternativas de desplazamiento para todos los vehículos –no solo camiones– que quieran cruzar la frontera. Así, si la situación lo requiere por atascos en Irún, a los turismos se les ofrece como alternativas elegir entre el eje Madrid-Zaragoza-túnel del Somport o el Madrid-Zaragoza-Portalet.

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