política

Sin fecha para votar la investidura de Javier Lambán 50 días después del 26-M

Aragón y La Rioja son las dos únicas autonomías donde aún no se han convocado los debates porque la negociación para la formación de gobierno sigue abierta

Lambán, Escartín y Sada, durante el arranque de la X legislatura de las Cortes
Lambán, Escartín y Sada, durante el arranque de la X legislatura de las Cortes
José Miguel Marco

Aun siendo tierra de pactos, nunca resultó tan difícil sellar un acuerdo que garantice la gobernabilidad en Aragón durante los cuatro próximos años. La décima legislatura pasará a la historia por ser en la que más tiempo transcurrirá entre las elecciones y la investidura. Tenemos candidato, el socialista Javier Lambán, pero el presidente de las Cortes, Javier Sada, sigue sin fijar la fecha del debate para evitar que aumente la presión en las negociaciones. Pero el bloqueo institucional continúa, y su efecto se refleja en los más de 55 millones en ayudas y convenios que están congelados y en las obras en seis centros sanitarios y 17 colegios que se han tenido que paralizar. Este lunes se cumplen 50 días del 26-M y Aragón es, junto a La Rioja, la única autonomía donde ni hay acuerdo de gobierno ni fecha para votar al candidato.

Solo en el primer mandato del socialista Marcelino Iglesias (1999-2003) se vivió una situación similar. Tejer un acuerdo de gobierno entre el PSOE y el PAR, con el apoyo en la investidura de IU, fue más difícil de lo esperado. Tanto, que las elecciones se celebraron el 13 de junio e Iglesias fue elegido presidente el 29 de julio. Dificultades encontró también Hipólito Gómez de las Roces (PAR), que arrebató la DGA al PSOE al sumar, tras 43 días de negociación, a sus votos los del PP y la abstención de Centro Democrático.

El escenario político está tan enrevesado en la actualidad que PSOE y Podemos ni siquiera se ponen de acuerdo sobre si la negociación está bloqueada o no.

El secretario de Organización del PSOE-Aragón, Darío Villagrasa, ha pedido esta semana a los podemistas que hablen más de programas y menos de sillones, mientras la negociadora de los violetas, la exdiputada Marta Santos, le replicaba que "no mienta" y le exigía, una vez más, un mecanismo de control del acuerdo, un programa y la estructura del gobierno.

Y no solo eso. Los podemistas rechazaron la reunión que Lambán solicitó al también secretario general Nacho Escartín, porque los negociadores se sintieron "ninguneados". El plantón se consumó y, aunque el ambiente en las reuniones mejoró tras la marcha del podemista castellano-manchego Francis Gil y sus contundentes exigencias, los avances han sido prácticamente nulos. Tal es así que el aragonesista Arturo Aliaga ha llegado a confesar que "no le gusta" lo que está pasando, y que está a la espera de ver qué da de sí su acuerdo con el PSOE.

Nada se conoce por ahora de los "espacios de gestión" en segundos niveles que Lambán está dispuesto a ofrecer a los podemistas, ni si estos aceptarían incluirlos en un buen acuerdo de investidura aparcando su exigencia de un cuatripartito (PSOE-PAR-CHA-Podemos) que los aragonesistas no tienen ninguna intención de aceptar.

Ni CHA ni IU, con los que el PSOE tiene casi cerrados pactos de investidura, han abierto la boca en la última semana. Como el popular Luis María Beamonte, que se mantiene a resguardo en esta tensa espera. Solo el portavoz de Cs en las Cortes, Daniel Pérez Calvo, ha recordado al socialista Javier Sada su obligación de convocar el debate de investidura porque su misión es "velar por el interés general de los aragoneses y no por el de los partidos".

Aragón mira a Madrid

De reojo, socialistas y podemistas aragoneses miran la negociación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Madrid, con el mismo debate entre gobiernos de coalición o de cooperación. Pero con más presión. Iglesias busca ya el aval de los inscritos para que refrenden su petición de ministerios. En Aragón, confían en activar la consulta "más pronto que tarde", si bien barajan preguntar solo una vez a sus inscritos sobre el acuerdo que se alcance con el equipo de Lambán (si es que llega). También CHA e IU tienen previsto someter a sus bases los pactos cerrados.

El presidente de las Cortes, Javier Sada, tiene en su mano convocar la fecha de la investidura. Para ello, debería convocar de forma extraordinaria la Junta de Portavoces o esperar a la ordinaria, que se celebrará el miércoles. Socialistas y podemistas no quieren que la investidura coincida con la de Pedro Sánchez (del 22 al 25 de julio), y reconocen que el resultado podría afectar al resultado en Aragón. La fecha límite para celebrar el debate de investidura en la Comunidad sería el 18 de agosto, con toma de posesión y comunicación a la Casa Real dos días después. Si el 20 de agosto no hay presidente, se activará la repetición electoral, una opción que no convence a ningún partido aragonés.

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