política

El negociador que vino de Castilla-La Mancha

El podemista Francis Gil, vital en la investidura de García-Page en 2015, acude en ‘auxilio’ de Escartín y asume un papel relevante en las reuniones con el equipo de Lambán.

Los 67 diputados conforman un total de ocho grupos parlamentarios: PSOE, PP, Cs, Podemos, CHA, Vox, PAR e IU
Los 67 diputados conforman un total de ocho grupos parlamentarios: PSOE, PP, Cs, Podemos, CHA, Vox, PAR e IU
José Miguel Marco

Su presencia en la mesa de negociación entre Podemos Aragón y el equipo del socialista Javier Lambán se deja notar. Y mucho. Porque la contundencia y vehemencia con la que Francis Gil defiende la presencia podemista en el Ejecutivo autonómico, que dificulta la consecución de acuerdos, no deja indiferente a nadie. Asesor de la vicepresidencia segunda del Gobierno de García-Page, un área que logró para los podemistas a través de una intensa negociación, busca ahora defender los intereses de los de Nacho Escartín, aunque desde Aragón intentan suavizar el rol que desempeña asegurando que su presencia responde a una coordinación entre varias comunidades por la que se ayudan "unas a otras".

La misma sorpresa que en Aragón ha suscitado su presencia en La Rioja, donde ha desembarcado para negociar un gobierno de coalición que dé la comunidad al PSOE, en plena crisis por la ruptura entre Podemos e IU, con dos escaños decisivos. No es la primera vez que se requiere su perfil negociador en Aragón. Fuentes cercanas al partido en Castilla-La Mancha aseguran que el propio Pablo Echenique pidió en 2015, sin éxito, su colaboración.

Seis meses después de garantizar la presencia de Podemos en el Ejecutivo de Castilla-La Mancha en 2015, Pablo Iglesias le fichó para su Unidad de Análisis Estratégico. Mano derecha de Jorge García Molina, su secretario regional, regresó a Toledo como su asesor cuando asumió la vicepresidencia segunda. Y se alejó de Iglesias y estrechó lazos con Aragón y La Rioja, al figurar Escartín y Kiko Garrido entre los once líderes regionales que rubricaron en enero la ‘Declaración de Toledo’ en la que se llamaba a la "unidad del partido" tras la decisión de Errejón de irse a Más Madrid.

Desde Madrid se ha dado libertad absoluta a Escartín y su equipo para negociar su participación en el Gobierno de Lambán, si bien los inscritos tendrán, a través de una consulta, la última palabra. De hecho, Gil no tiene el aval ni de Iglesias ni de Echenique.

En Aragón, implicados en la negociación de la investidura de Lambán comentan la agresividad verbal de Francis Gil y los peligros que entraña dejar en manos de un castellanomanchego el futuro del Gobierno autonómico. Hay quien considera casi un insulto que en Aragón, tierra de pactos, se recurra a un ‘negociador’ externo, que más que acercar posturas las está alejando cada vez más. Y algunos recuerdan que los podemistas de Castilla-La Mancha, tras gobernar, no lograron ni un escaño y la dirección dimitió en bloque por el mal resultado del 26-M.

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