Aragón

Las empresas estatales solo invirtieron 56 de los 155 millones previstos para Aragón en 2018

El ADIF dejó de ejecutar 68,7 millones en el ferrocarril y Acuaes aparcó varias obras hidráulicas.

La renovación del ferrocarril Zaragoza-Sagunto sufrió el mayor incumplimiento inversor de Aragón en 2018, de 51,8 millones.
Jorge Escudero

El compromiso inversor del Gobierno central con Aragón ha quedado reducido a mínimos. Así lo atestiguan las cifras oficiales de las empresas estatales, que solo llegaron a ejecutar 56 de los 155 millones de euros presupuestados para el año pasado. De este modo, dos tercios de la suma millonaria que debían destinar ocho sociedades públicas a la Comunidad se han perdido y, un año más, se demoran infraestructuras tan demandadas como la renovación del ferrocarril convencional y las obras del Pacto del Agua.

A estas partidas hay que sumar los más de 93 millones que el Ministerio de Fomento tampoco destinó a la construcción de autovías y a la mejora de red viaria nacional, como ya reveló este diario el pasado lunes. De este modo, las inversiones estatales aparcadas en Aragón en el año 2018 ascienden, como mínimo, a más de 184 millones.

La palma en los incumplimientos presupuestarios con Aragón se la lleva el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), dependiente de Fomento y que dispuso de una auténtica lluvia de millones para impulsar, al fin, las anunciadas obras de renovación de la línea entre Huesca y Canfranc y la que une Zaragoza con Teruel y Sagunto. De hecho, el ente público dejó de gastar 68,7 millones en las líneas de Aragón, a las que solo destinó 5,5 millones de la partida que tenía asignada, tal y como consta en las cuentas estatales. Es decir, la inversión se redujo a poco más de un 7% del total.

Para hacerse una idea, el ADIF dedicó 283.000 euros a la mejora del Canfranc pese a disponer de 15,8 millones y una suerte similar corrió la renovación la vía y construcción de apartaderos en la línea de Teruel: las partidas ascendían a 41,4 millones, pero únicamente se gastaron 787.000 euros.

El eje Cantábrico-Mediterráneo

Igualmente, ha desaparecido del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2019 la partida para la conversión de la línea entre Zaragoza y Navarra, que forma parte del Corredor Cantábrico-Mediterráneo, en un eje de altas prestaciones. En este caso, se dispusieron 1,4 millones en 2018 para lanzar el proyecto y el plurianual preveía que este año se invirtieran ya 14 millones en las obras, pero no queda ni el más mínimo rastro presupuestario.

No obstante, el estudio informativo encargado hace un año para analizar las alternativas de trazado aragonés (entre Zaragoza y Castejón) no estará disponible hasta principios de 2020, por lo que difícilmente se podría invertir al desconocerse hasta entonces la solución más idónea. Y aún quedará someterlo a impacto ambiental y redactar el proyecto para poder acometer las obras.

Ni siquiera el tramo de autovía de Aragón con mayor dotación presupuestaria, la duplicación de los túneles de Monrepós (A-23) entre Caldearenas y Lanave, se llegó a ejecutar en su totalidad, lo que hubiera supuesto acabar la obra. La Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa) pagó a la contratista 33,3 millones, pero quedaron sin ejecutar casi 15.

Tampoco se puede decir que la sociedad Aguas de las Cuenca de España (Acuaes) cumpliera con Aragón. De los 3,9 millones que dispuso para la construcción del recrecimiento del embalse de Santolea ejecutó una cantidad simbólica, 300.000 euros. Y aún más irrisorios son los 21.000 euros ejecutados para la cuarta fase del proyecto de abastecimiento de Zaragoza y su entorno, que contaba con una dotación de 2,6 millones. Algo similar ocurre con la elevación de aguas en la margen derecha del Ebro (Zaragoza-Fayón), cuya partida era de 1,1 millones y se emplearon 70.000 euros.

Mientras el PSOE guarda silencio sobre estos incumplimientos pese a que el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, puso el martes el acento en la importancia de que se ejecuten las partidas presupuestadas para Aragón, los populares turolenses comparecieron ayer para anunciar que intentarán negociar enmiendas que palíen el recorte inversor para su provincia. La lectura contraria hicieron los socialistas oscenses, que consideraron que el Gobierno de Sánchez «cumple con los compromisos adquiridos con la provincia» pese a alargar aún más la finalización de la A-21 y la A-23 y recortar igualmente las partidas para dos tramos del eje pirenaico (N-260).