El Gobierno de Pedro Sánchez ha relegado a Aragón en el reparto de la inversión estatal. No solo crece muy por debajo de la media nacional, un 6% frente al 18%, sino que los 539 millones de euros asignados a la Comunidad representan únicamente un 4,5% de los fondos previstos para el conjunto de las autonomías, medio punto menos que el año pasado. El grueso de la inversión extra prespupuestada para 2019, que supera los 2.000 millones, se lo lleva Cataluña, cuyo crecimiento multiplica por diez el de Aragón, al igual que en el caso de Valencia.

Aunque el anteproyecto de presupuestos incrementa en 30 millones la cifra global para Aragón, la realidad es que las partidas para los desdoblamientos y mejoras viarias proyectadas y en obras sufren un severo recorte. La situación llega hasta el punto de que la mitad de la inversión para nuevas carreteras en 2019, 147 millones, se destina exclusivamente a pagar la duplicación del Monrepós, en la A-23, que podrá en servicio este año. El resto de demorará de nuevo.

La modernización de la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunto es la única apuesta en las cuentas estatales, con una inyección de 71,9 millones para renovar la vía y construir apartaderos. Contrasta su impulso con la suerte que corre el Canfranc, que apenas recibirá 5,1 millones, un tercio de la partida de 2018 y que se quedó sin gastar.

Al hecho de que Aragón pierda peso en la inversión territorializada del Estado se añade la suma millonaria que no se llegó a tocar el año pasado. La cifra asciende al menos a 160 millones  en el Ministerio de Fomento, que representa casi un 40% del importe total del que dispuso junto a sus empresas públicas.

Sí se salva el Ministerio de Transición Ecológica, que compensa el recorte de los fondos para Aragón, pasa de 91,9 a 90,2 millones, con la inyección extra que ha previsto a través de la sociedad pública Acuaes, que contaría con casi 12  millones frente a los 8,7 de 2018 para impulsar, fundalmentalmente el recrecimiento del embalse de Santolea (6,6 millones), la elevación de aguas a Fayón (2,3) y el abastecimiento de agua a Zaragoza y al corredor del Ebro (2,5). Otra cosa será lo que se llegara a invertir en la realidad de aprobarse unas cuentas estatales de carecen ahora de apoyos más allá del PSOE: Acuaes ha gastado poco más de medio millón, un 0,05% de su presupuesto total.

Los embalses también sufren su varapalo, al retrasarse un año en la programación ministerial como consecuencia del recorte de las partidas previstas, que alarga la terminación de Yesa y Biscarrués hasta 2022.