Gimeno aún debe modificar las cuentas para pagar 100 millones en sueldos y gasto corriente

Los cambios introducidos solo cubren 3 de los hasta 70 millones que faltan para abonar salarios.

El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, en una reciente comparecencia en las Cortes.
El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, en una reciente comparecencia en las Cortes.
Oliver Duch

El Gobierno de Aragón tendrá que modificar los presupuestos antes de que acabe el año para cubrir el agujero de más de cien millones de euros que afecta al pago de nóminas y del gasto corriente, la mayoría del Salud. Al igual que hizo el año pasado, el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, ha dejado para el último momento el ajuste presupuestario, lo que le permitirá saltarse el control parlamentario a la hora de mover las partidas millonarias necesarias para abonar, fundamentalmente, los salarios de los funcionarios del mes de diciembre y atender el abultado gasto de bienes y servicios de la sanidad aragonesa.

Gimeno y su equipo saben desde que diseñaron las cuentas, hace un año, que las partidas de 2018 eran notoriamente insuficientes, aunque hubo que esperar hasta el pasado mes de junio para que la interventora general, Ana Gómez, hiciera el público el alcance del desfase entre ingresos y gastos, más de 110 millones, en una comparecencia en las Cortes. Y desde entonces apenas se le ha puesto remedio.

Los desajustes de mayor calado corresponden, como viene siendo habitual en los últimos años, al capítulo de personal. Para el pago de nóminas faltaban de entrada entre 50 y 70 millones de euros, a lo que se deberá sumar el incremento salarial en la escuela concertada, que no se llegó a cuantificar.

Por el momento, las tres modificaciones específicas que se han tramitado en los últimos meses en las Cortes no han permitido atender ni una mínima parte: se trata de los 1,2 millones para nóminas del personal de Administración y Servicios de Educación, los poco más de un millón de euros de la ampliación de crédito para salarios de Presidencia y otros 670.000 euros adicionales para Educación.

Le van a la zaga las insuficiencias presupuestarias para afrontar el gasto corriente de la sanidad aragonesa, estimada entre 40 y 45 millones. Yeso que se había hecho un «importante esfuerzo» con la inclusión de 62 millones adicionales respecto al pasado ejercicio, tal y como reconoció Ana Gómez en su comparecencia ante las Cortes.

Tampoco se incluyó en las cuentas todo el gasto farmarcéutico y hará falta destinar entre 4 y 5 millones más, algo que también se ha convertido en una costumbre como pueden atestiguar los parlamentarios aragoneses.

El PP censura la gestión

El director general de Presupuestos, Manuel Galochino, manifestó la semana pasada en las Cortes que la inejecución de algunas partidas permitirá atender una pequeña parte de los pagos, en torno a los 20 millones, aunque el portavoz de Hacienda del PP, Antonio Suárez, resaltó a este diario que seguirán faltando modificaciones de calado para «equilibrar el agujero».

De hecho, Suárez indicó que solo han pasado a lo largo del año 29 modificaciones por un importe que ronda los 47,5 millones y en su mayor parte responden a «ajustes técnicos» y cambios entre partidas que «nada tienen que ver con el agujero presupuestario». Por ello, insistió en cuestionar la «poca transparencia» con la que, a su juicio, gestiona Gimeno con el objetivo final de no someterse al mecanismo de control parlamentario.

Manuel Galochino admitió que el grueso de los ajustes presupuestarios se harán en los últimos quince días del año, aunque le restó importancia con el argumento de que otros años se han hecho anotaciones con el ejercicio ya vencido, en enero y hasta en febrero. «Y no cunde la alarma», llegó a decir.

Esta situación fue precisamente muy criticada por la oposición el pasado mes de febrero, cuando el consejero de Hacienda remitió las dos últimas modificaciones correspondientes a las cuentas de 2017, por un importe global de algo más de 43 millones y que se tramitaron al margen del sistema de control parlamentario. Todo este dinero sirvió para abonar facturas impagadas de suministros sanitarios pendientes de asignar al presupuesto (la conocida como cuenta 409) al cierre del ejercicio.

A lo largo del presente ejercicio se han abonado 80,1 millones de facturas correspondientes a 2017 para las que no había crédito, la mayoría de ellas del sistema público sanitario. El director general de Presupuestos aseguró que este año volverá a pasar lo mismo porque, argumentó, siempre hay gastos que se deben abonar a ejercicio vencido, como los 30 millones del gasto farmacéutico del mes de diciembre.

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