Forestalia ha puesto este lunes en Azuara la primera piedra de los nueve parques eólicos que va a levantar en poco más de un año en las comarcas de Belchite, Daroca y Cariñena, que supondrán una inversión de 310 millones de euros y la generación de 1.300 empleos durante las obras y entre 60 y 70 durante su explotación. Serán los primeros aerogeneradores que se desarrollen en España sin primas, fruto de la apuesta del dueño de la compañía aragonesa, Fernando Samper, por un “modelo de negocio diferente”, basado en el recurso y para el que cuenta como socios mayoritarios a las multinacionales francesas Mirova y Engie y el gigante estadounidense General Electric (GE). "Venimos para quedarnos y echar raíces para el desarrollo sostenible", ha sentenciado Samper.

La pretensión de la empresa es que el personal contratado para construir más de 80 aerogeneradores con una potencia de 300 megavatios sea “gente de la zona”, aunque la última palabra la tendrán las contratistas de las obras, la unión temporal formada por Acciona, Copsa y Engie. Lo que sí está asegurado es el revulsivo para las arcas municipales: solo con la licencia de obras, el Ayuntamiento de Azuara ingresará casi 1,5 millones de euros, más del doble del presupuesto municipal. “Durante los próximos treinta años están asegurados todos los servicios y necesidades socioeconómicas de los vecinos”, ha asegurado el alcalde, Joaquín Alconchel.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha presidido el acto con el fin de evidenciar su respaldo a la empresa que, junto al Grupo Jorge, ha copado más de la mitad del 50% de las adjudicaciones de renovables en las subastas estatales. Lambán ha señalado que con este tipo de proyectos, Aragón se pone “en camino” de ser “líderes en España” en energía verde gracias a empresarios “audaces” como Samper. Además, ha destacado su aportación a la lucha contra la despoblación.

En este sentido, ha recordado que el Gobierno de Aragón está tramitando 141 proyectos eólicos con los que se pasará de 1.800 megavatios de potencia a más de 6.000, mientras que en el campo de la energía fotovoltaica se están gestionando 35 proyectos, que supondrá saltar de producir 170 a 1.500 megavatios.

La financiación de los primeros nueve parques eólicos de Forestalia, capaces de cubrir el consumo eléctrico de una población equivalente a la de Zaragoza, ha supuesto todo un reto, dado que nunca se había lanzado nadie a promoverlos sin primas. La propia compañía explica que la clave para lograrlo fue cerrar el acuerdo de compra de energía a largo plazo (denominado PPA) con Engie, que dio la base para poder convencer a los bancos. Una parte de la financiación, 140 millones de euros, provienen de fondos propios de la sociedad formada por Mirova (51 %), General Electric (25 %), Engie (15 %) y Forestalia (9 %).

En la financiación de la deuda, que asciende a 170 millones ros y que está certificada como préstamo verde, el Banco Europeo de Inversiones ha facilitado un préstamo de 50 millones en el plan de inversiones para Europa y el dinero restante lo han prestado BBVA, CaixaBank y Santander. “La travesía en el desierto no ha sido fácil”, ha reconocido Samper, quien fue cuestionado al ser un desconocido en el sector y copar las subastas renovables al renunciar a las primas.

El presidente de Forestalia ha asegurado que esta inversión supone el primer paso de su apuesta por Aragón, en la que pretende desarrollar, en total, 1.500 mevagatios eólicos. A este respecto, ha señalado que está a punto de cerrar la financiación del resto de parques, aunque ha aclarado que será con un modelo diferente en el que repetirán algunos socios. “Llegaremos a todo”, ha añadido, consciente de que perderá los avales millonarios depositados en las subastas si no están en servcicio entre diciembre de 2019 y marzo de 2020.