Aragón

Los partidos de izquierdas cumplen el pacto y aprueban el presupuesto de Aragón para 2018

Podemos e IU respaldan las cuentas de PSOE y CHA pese a mover solo 24 de los 5.303 millones. PP, PAR y C’s critican el "rodillo" y el "cambio de cromos" entre la DGA y el Consistorio de Zaragoza.

Los partidos de izquierdas cumplen el pacto y aprueban el presupuesto de Aragón para 2018
Oliver Duch

Un guion escrito para más de ocho horas de debate sin ningún sobresalto. Esto es lo que se vivió ayer en el pleno de las Cortes de Aragón, en el que la izquierda sumó sus votos (35 a favor y 32 en contra)para aprobar definitivamente los presupuestos de 2018 entre críticas del PP, PAR y Ciudadanos al "rodillo" aplicado y al "intercambio de cromos" de Podemos e IU tras sacar adelante el lunes PSOE y CHA las cuentas de ZEC en el Ayuntamiento de Zaragoza. Como se insistió a lo largo de la sesión, estas podrían ser las últimas cuentas que se aprueben en la legislatura.

Los diputados repitieron los mismos argumentos para respaldar y criticar el proyecto económico presentado hace dos meses, que permitirá al Gobierno PSOE-CHA disponer de 5.303 millones para afrontar el gasto no financiero, un 4,9% más. Aunque las partidas sociales aumentan, la inversión sigue en mínimos y ni tan siquiera con la subida del 13%, que deja la cuantía en 463,8 millones, se llega a compensar el tijeretazo del Gobierno de Lambán de 2016. De hecho, sigue muy por debajo de los 512,3 millones del peor año del Ejecutivo PP-PAR, el de 2015.

Por contra, los socialistas destacaron que seis de cada diez euros irán a financiar las políticas sociales, así como los mil millones destinados a este fin por el Ejecutivo de Lambán en tres años. "Esto es ser de izquierdas, mientras PP y PAR no han presentado ni una enmienda de servicios sociales", dijo la diputada Pilimar Zamora en el transcurso del debate.

Con el respaldo de sus bases, Podemos e IU consumaron el pacto y por tercer año consecutivo respaldaron el presupuesto de la DGA a cambio de la aprobación de dos tercios de sus enmiendas, con las que apenas ha movido el destino de 24 millones, un 0,4% de la cuantía global. El respaldo mutuo para aprobar primero las cuentas de Zaragoza y 72 horas después las de Aragón pesó en el debate, hasta el punto de que la formación morada votó a favor de las tarifas del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) tras renunciar a la enmienda en la que exigía su moratoria.

La postura de los partidos

El diputado socialista Alfredo Sancho obvió los números para defender que los presupuestos están "teñidos de rojo ilusionante" con el objetivo de seguir la senda de recuperación de los servicios públicos y las inversiones, además de fomentar el crecimiento económico, las políticas de empleo y la lucha contra la despoblación.

Sancho, como hizo su homólogo en el Ayuntamiento de Zaragoza, Javier Trívez, se inventó un índice, el de "rodillez", para negar que la coalición PSOE-CHA haya aplicado el rodillo con más intensidad de lo que lo hizo la del PP-PAR en la pasada legislatura. Obviando que al PP, PAR y a Ciudadanos solo les han aprobado 6 de sus 964 enmiendas, defendió que, en total, se han aceptado casi el 28% de las 1.293 presentadas por todos los grupos.

El portavoz de CHA, Gregorio Briz, no tuvo reparos en justificar el rechazo en bloque a las propuestas del centroderecha, que calificó de "neoliberales", porque de otro modo habría un gobierno de coalición con ellos. "El presupuesto es la herramienta de un gobierno para ejercer sus políticas", aseveró antes de criticar la "obsesión" de PP, PAR y Ciudadanos por reducir la carga fiscal que mantiene los servicios.

Los socios de investidura de Podemos e IU eludieron los ataques por respaldar las cuentas de la misma forma que lo hicieron PSOE y CHA con las de ZEC en el Ayuntamiento y optaron por el discurso de la responsabilidad.

Tanto Héctor Vicente (Podemos) como Patricia Luquin (IU) advirtieron que el de la DGA no es su proyecto económico, pero sus enmiendas han permitido un giro a la izquierda. Vicente apuntó que han puesto "semillas" con los 55 millones previos que negociaron en el borrador y los posteriores 17,6 de las enmiendas. El líder de la formación morada, Nacho Escartín, se mostró "moderadamente satisfecho con las cuentas" y quiso justificar su postura respecto al ICA indicando que a pesar de que no hay acuerdo, "está en primera línea política" y espera que el "acuerdo social llegue en las próximas semanas".

Dardos a la izquierda

El bloque del centroderecha fue duro en las críticas. Antonio Suárez (PP) opinó que los presupuestos "no son aceptables porque solo piensan en la izquierda más radical", mientras "faltan inversiones" y no se afronta el mayor problema de Aragón, el de la despoblación, pese a que la DGA sigue a la cabeza de la presión fiscal. Suárez justificó el rechazo a las cuentas en que su partido "no traga" como Podemos, al que recriminó haber aceptado la educación concertada, la externalización de servicios sanitarios, el techo de gasto "y hasta el ICA".

La aragonesista Elena Allué criticó el "intercambio de cromos" y arremetió contra Podemos por "montar un circo" con el ICA e "incendiar" la ciudad para acabar "tragándose el sapo" sin arrancar una mejora. Y tras criticar que solo hayan aceptado 1 de sus 440 enmiendas, insistió en que este presupuesto es "sectario", fruto del Gobierno "más faltón", que no solventa los problemas de Aragón pese a disponer de más de millones adicionales. En la explicación de voto, vaticinó que desde hoy se abrirá la "veda del pim pam pum" en la izquierda.

Por su parte, Javier Martínez (C’s) consideró que las cuentas son "el epitafio de una legislatura perdida" porque son "anodinas, comodonas y continuistas". En sus intervenciones tildó a Podemos de "perro del hortelano" por el ICA, y a sus enmiendas, de "simples anotaciones al margen del presupuesto".