El PP también critica a la DGA por financiar dos textos similares al folleto polémico

Pide la comparecencia urgente de Celaya y Sanidad replica que ni ha diseñado ni usado las publicaciones.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén.
El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, manifestó el martes que el polémico folleto sobre drogas distribuido por el Ayuntamiento de Zaragoza demuestra que la línea entre ser "un concejal o un alcalde guay y ser un concejal o u
Gobierno de Aragón

El grupo del PP en las Cortes de Aragón se sumó este martes a las críticas por la guía sobre drogas publicada por el Ayuntamiento de Zaragoza y denunció que la Dirección General de Salud Pública de la DGA ha financiado dos folletos de la asociación Consumo Conciencia que, a su juicio, "alientan, publicitan y banalizan el consumo de drogas". Por ello, la diputada Rosa Plantagenet solicitó la comparecencia del consejero, Sebastián Celaya, a través de una interpelación ante el pleno.

Las dos citadas publicaciones se centran en el éxtasis y en la relación entre drogas y legislación, donde se repiten el tono y hasta el mismo contenido del polémico folleto municipal sobre sustancias estupefacientes, elaborado por la misma entidad.

Sanidad se desmarcó al asegurar que Salud Pública ni distribuye ni hace uso de estos folletos. Explicó que dentro del plan autonómico sobre drogodependencias, cuenta con una línea de subvenciones a entidades dirigida a reducir los riesgos y daños en la salud de las personas consumidoras.

Fuentes oficiales aseguraron que la asociación Consumo Conciencia recibió ayudas enmarcadas en esta línea de trabajo y editó estos folletos. En 2016 obtuvo 14.268 euros y en 2017, 24.767 euros. No obstante, explicaron que se revisarán todas las publicaciones que hayan recibido subvenciones para que sean adecuadas.

Antes de que el PP hiciera su denuncia y sin saber de la existencia de los folletos financiados por la DGA, el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, consideró "inadecuada" la publicación municipal. "Demuestra que la línea entre ser un concejal o un alcalde guay y ser un concejal o un alcalde frívolo es muy limitada", dijo.

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