Aragón

La prevención, clave para acabar con el teosinte

Desde su aparición en Aragón, en el año 2014, esta mala hierba se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza de los productores de maíz.

Varios técnicos vigilando campos de maíz, infestados por teosinte.
CSCV

En julio de 2014 un vecino de Bujaraloz dio la voz de alarma. En sus parcelas de maíz crecían unas plantas desconocidas para él, que se parecían mucho entre sí y que estaban infestando todo el campo.

Se trataba del teosinte, un ancestro silvestre del maíz, una mala hierba que afecta a los campos en los que entra y "cuya erradicación es muy difícil, ya que actualmente no es posible controlarlo con métodos químicos porque ambos son tan parecidos que no existe un herbicida selectivo que distinga entre el maíz y el teosinte", aclara Gabriel Pardo, investigador del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA).

En estos tres últimos años, han sido muchas las prospecciones en campo que se han llevado a cabo desde el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal (CSCV) del Gobierno de Aragón con el fin de identificar estas plantas y tomar las medidas necesarias para erradicarlas. Unas actuaciones que continuarán la próxima campaña y que se enmarcan dentro del Plan de Acción Frente al Teosinte en Aragón. "Se va a efectuar una comparativa entre el grado de afección que tenían las parcelas en el año 2015 y el que tienen en la actualidad. En función de ello, se van a adoptar unas medidas fitosanitarias muy similares a las actuales, incluyendo, entre otras, la prohibición de poner maíz o sorgo durante 1 o 3 campañas, así como la posibilidad de sembrar, de forma muy controlada, maíz DUO System, tolerante a la aplicación de determinados herbicidas", apunta Santiago Fuertes, técnico del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del CSCV.

Huesca, el foco

En esta comparativa podrá verse que, en este último año, se han registrado 86 parcelas afectadas por teosinte, lo que supone una superficie de 797 hectáreas distribuidas sobre todo en la provincia de Huesca y en la población de Candasnos, foco principal de esta infestación.

Son unos datos que suponen un incremento con respecto a los registrados en el año 2014, momento en el que se detectaron 45 parcelas y 380 hectáreas afectadas, o en 2015 con 72 parcelas y 685 hectáreas en el conjunto de Aragón. "Los nuevos focos encontrados solo se han detectado en municipios ya afectados y dentro de parcelas anexas a las ya existentes, lo que da un carácter confinado y no disperso al problema. Los agricultores son más conscientes de la infestación, porque ya van conociendo esta mala hierba un poco más gracias a la labores informativas que venimos desarrollando. Es de agradecer el grado de cumplimiento por parte de los agricultores de las medidas adoptadas por el Gobierno de Aragón", apunta Santiago Fuertes.

Esta disminución ha sido posible a la formación y la transferencia de información entre técnicos, investigadores y agricultores, de manera que ahora es más fácil reconocer esta mala hierba y conocer su biología, fenología y los daños que puede provocar en los cultivos.

Una vez localizado el foco es muy importante establecer medidas fitosanitarias que permitan controlarlo y establecer las acciones para su posible erradicación. Además, la labor investigadora está jugando un papel determinante en su control presente y futuro. "Actualmente, gracias al apoyo del INIA estamos llevando a cabo ensayos en macetas y también en campo para intentar comprobar cuánto tiempo permanece viva esta mala hierba en las tierras infestadas, con el fin de que los agricultores sepan durante cuantas campañas deben dejar sus campos en barbecho o cultivar otras especies", concluye Gabriel Pardo.

Limpieza de maquinaria y condicionantes de siembra

Acabar con el teosinte no es una tarea sencilla, de ahí la necesidad de cumplir al pie de la letra con las medias dispuestas por el Gobierno de Aragón. Entre ellas, se incluye la prohibición de sembrar maíz o sorgo durante tres campañas en parcelas con afección alta. También es necesario eliminar las plantas de teosinte en el campo, evitar que el ganado paste el rastrojo, no sacar la paja y los restos de cosecha fuera de la parcela y no destinarlos para pienso o cama en las explotaciones ganaderas. "Sobre todo, es fundamental, para evitar la dispersión de semillas a otros campos, limpiar con mucho cuidado los aperos, cosechadoras y cursos de agua. Y como consejo importante, siempre que se pueda, la cosecha se debe iniciar por las parcelas libres de teosinte, y en aquellas que ya lo tengan, comenzar por la parte más afectada de la misma y terminar en la zona mas limpia, con el fin principal de evitar su dispersión a otras parcelas y dejar el inóculo en esas parcelas ya infestadas", recomienda Fuertes.

- Más información en el Suplemento Heraldo del Campo.