Aragón

Entre sotos y bosques de ribera: seis paseos junto al río en Aragón

Con la llegada de la primavera, las especies caducifolias abandonan su letargo y renacen llenando de verdor los sotos y riberas de los ríos. Es un momento muy especial para pasear por ellos.

Por el corazón de Ordesa.

La diversidad de paisajes, de orografías y climas que comprende Aragón se refleja también en una gran variedad de escenarios fluviales que multiplica las posibilidades de acercarnos a nuestros ríos y el abanico de experiencias senderistas que nos ofrecen. En estas fechas las riberas de los ríos recuperan la vitalidad perdida en el invierno. Junto a sus cauces, generalmente avivados por las lluvias del invierno y el inicio del deshielo, estalla el verdor de una flora animada por el trino de los pájaros y el zumbido de los insectos.

Junto con el inicio del otoño, la primavera es un momento muy propicio para pasear por los sotos y adentrarse en los bosques de ribera. Hay muchos recorridos muy accesibles, sin apenas desniveles, para realizar a pie o en bicicleta. El Ebro, con sus sotos, mejanas, cortados y galachos, ofrece numerosos itinerarios posibles, entre ellos el Camino Natural del Ebro GR 99, que lo recorre de principio a fin. Pero hay muchos más, cada uno con su encanto.

El Cinca es otro de nuestros grandes ríos con multitud de sotos fluviales para recorrer. Desde el mismo casco urbano de Monzón podemos seguir el curso del río Sosa hacia su desembocadura en el Cinca y, por su margen izquierda, adentrarnos en la chopera de Monzón, pasando junto a un ejemplar de mayor porte, el chopo ‘el Abuelo’. Siempre por la misma ribera, nos acercaremos a la orilla del Cinca y pasearemos por choperas en diferentes grados de explotación, encontrando paneles que nos ilustrarán sobre esta actividad y sobre la riqueza natural del lugar. Más datos en: www.turismocincamedio.es.

Si buscamos un paseo corto con encanto, muy accesible y en un entorno urbano, nuestro destino puede ser Muel. El parque de esta localidad del Campo de Cariñena famosa por su cerámica, cuenta con un delicioso paseo por la ribera del río Huerva. Desde la parte baja del pueblo, nos llevará hasta la milenaria presa romana (s. I), el gran estanque extendido a sus pies y la ermita de la Virgen de la Fuente construida encima, que guarda cuatro pinturas de Francisco de Goya de su primera época. El paseo discurre por un espacio encajonado, con su pequeño acantilado natural y sus cascadas naturales. Naturaleza, arte y patrimonio reunidos. Los más andarines pueden seguir remontando el Huerva el por el sendero PR-Z 23 que lleva hasta Mezalocha. Más información en www.muel.es y www.turismocampodecariñena.es.

Paseos junto al río

El galacho de Juslibol

Entre sotos y bosques de ribera

Remontando el Ebro también desde Zaragoza, el galacho de Juslibol nos permite pasear por un rico ecosistema fluvial encuadrado en un paisaje contrastado. En este caso, a los sotos y meandros colonizados del gran río se contraponen los verticales cortados que acotan su margen izquierda, extendiéndose desde el barrio rural de Juslibol hasta Alfocea. Podemos iniciar el camino en Juslibol o bien llegar hasta el Centro de Visitantes en el trenecito de ‘El carrizal’, único transporte motorizado posible. Acercarse primero al Centro de Visitantes (teléfonos: 650 576 526 y 667 699 725) es una buena idea antes de avanzar más en nuestro paseo por la ribera del Ebro.

Camino Natural de La Alfranca

Entre sotos y bosques de ribera

Desde el mismo barrio de Las Fuentes de Zaragoza, el Camino Natural La Alfranca es un corredor verde de 15,6 km que discurre junto al río Ebro y nos lleva hasta el Centro Internacional del Agua y el Medio Ambiente (CIAMA) ubicado en la finca de La Alfranca, en Pastriz. Parte de su itinerario coincide con el GR 99. Esta ruta nos acerca a la Reserva Natural Dirigida de los Sotos y Galachos del Ebro, un espacio natural protegido muy valioso por la diversidad de especies de aves que alberga y por la riqueza de su vegetación de ribera. El CIAMA (teléfono 976 10 58 40) es un interesante lugar para visitar en familia y su ‘Jardín de Rocas’ un buen punto de partida para adentrarnos en la riqueza botánica y faunística de las riberas del Ebro. El centro está ubicado en un conjunto arquitectónico que engloba el palacio de los Marqueses de Ayerbe y el convento de San Vicente de Paúl.

Ruta del agua en Añisclo

Entre sotos y bosques de ribera

Sin adentrarnos en las profundidades del cañón de Añisclo, el sendero circular de San Úrbez al molino de Aso, conocido también como ‘la ruta del agua’, nos permite disfrutar de la frondosidad de un espacio natural privilegiado, y apreciar cómo la vegetación de ribera progresa en los más angostos lugares. Es uno de los senderos señalizados del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la comarca del Sobrarbe, que coincide en parte con el GR 15. En poco más de 2 km y sin afrontar dificultades, nos lleva desde el aparcamiento de la Ereta de Bies o San Úrbez hasta el molino y las cascadas de Aso, la confluencia del río Aso con el Bellós y el santuario rupestre de San Úrbez, para retornar por el antiguo puente que cruza el desfiladero o por su hermano más moderno. Finalizaremos nuestro paseo caminando literalmente sobre el río... a más de 40 metros de altura. Impresionante paseo. Más información en www.aragon.es/ordesa y en el Punto de Información de Escalona (974 505 131).

Por el corazón de Ordesa

Entre sotos y bosques de ribera

Pocos bosques de ribera se desarrollan en un escenario tan singular como el del valle de Ordesa. Todavía es un poco pronto para disfrutar de su esplendor primaveral, pero no tardará en llegar. El sendero de Soaso, que conduce hasta la famosa cascada de la Cola de Caballo, nos permite realizar un recorrido circular por las dos márgenes del río Arazas desde el mismo aparcamiento de la pradera de Ordesa hasta la cascada de Arripas, lo que nos llevará aproximadamente una hora de camino (sin paradas) con poco desnivel. Además de la vegetación de ribera, atravesaremos un frondoso hayedo y disfrutaremos con numerosos saltos de agua. Más información en el Centro de Visitantes de Torla (974 486 472) y en www.aragon.es/ordesa.

Parque Paleontológico de Galve

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Entre sotos y bosques de ribera

Los bosques de ribera esconden en ocasiones sorpresas de tamaño descomunal, y no nos referimos a sus especies arbóreas. A orillas del río Alfambra a su paso por Galve (Comunidad de Teruel), en una extensa chopera encontraremos reproducciones a tamaño natural de los grandes dinosaurios que un día habitaron estas tierras. Forman parte del Parque Paleontológico de Galve, integrado también por el Museo Paleontológico de Galve y los yacimientos de icnitas. Una fusión entre la naturaleza actual y la de hace 120 millones de años. Más información en: www.dinosauriosgalve.com.