Aragón

Las monjas ya reclamaron a Jordi Pujol en 1991 la devolución de los bienes de Sijena

La priora de Valldoreix niega en una carta una de las ventas anuladas por la juez que obliga a entregar 97 obras.

La carta dirigida a Pujol por la priora de Valldoreix (muerta ya la de Sijena) está fechada el 30 de abril de 1991.

En mayo de 1991, el entonces ‘molt honorable’ Jordi Pujol recibió una carta muy particular como presidente de la Generalitat de Cataluña. La firmaba Pilar Sanjoaquín, priora del monasterio sanjuanista de Valldoreix (Barcelona), adonde se habían trasladado dos décadas antes las religiosas de Sijena debido al mal estado en el que se encontraba el cenobio. Con ellas se llevaron a la comunidad vecina parte del valioso tesoro artístico, que dejaron en depósito al Gobierno catalán. Una parte fue al centro de restauración de Sant Cugat del Vallés y el resto fue al Palacio Nacional de Montjuic, hoy Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).


En el lote, recuerda Sanjoaquín en su misiva al expresidente catalán, hasta ahora inédita y a la que ha tenido acceso este diario, había "objetos muy valiosos, documentos, antigüedades, piezas de arte y pinturas". A continuación, la priora insta a Pujol a adoptar "las disposiciones oportunas para que retorne a esta comunidad el referido lote en depósito".


Pero para entonces, la responsable del monasterio barcelonés ya había firmado, en 1983, la venta de 44 piezas por las que supuestamente la Generalitat pagó 10 millones de pesetas (60.000 €) y que se conservan en el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida. De ellas, están expuestas tres cajas sepulcrales y cuatro fragmentos de un retablo de alabastro. Para lograr el permiso de la Santa Sede, se habría omitido que el monasterio de Sijena era Monumento Nacional desde 1923 y no se pidió permiso a la Dirección General de Bellas Artes. Tampoco hubo dos tasaciones del precio, como exige el Derecho Canónico.


No obstante, en Villanueva de Sijena creen que en realidad el pago no se hizo efectivo y se trató de una operación "simulada". Y en la propia carta hay otro detalle que refuerza esta hipótesis. Al hablar del depósito, la priora asegura que su comunidad "no ha hecho donación o venta de ninguna especie", y por eso reclama la entrega de los bienes bajo custodia de las autoridades catalanas desde 1972.


Eso sí, lo hace arrogándose el control de unos bienes sobre los que, según la sentencia judicial que ahora obliga a Cataluña a entregar esas piezas y otras 53, no tenía jurisdicción. Pilar Sanjoaquín alegaba que las comunidades de Valldoreix y Sijena se habían fusionado y eran "una sola cosa a todos los efectos canónicos y civiles". No era así, puesto que, como recoge el citado fallo del Juzgado de Instrucción número 3 de Huesca, el sijenense era un monasterio independiente del resto de los de la Orden de San Juan de Jerusalén. El documento de depósito firmado por su priora, Angelita Opi, dejaba claro que esta podía retirarlos "en cualquier momento" con solo un "aviso verbal", pero la religiosa murió poco después.


"No existía título jurídico válido de la priora de Valldoreix para disponer de estos bienes", afirma la juez en su sentencia de abril de 2015 que anuló tanto esta venta como otras dos posteriores.


De hecho, Sanjoaquín argumenta en su carta –que aportó Cataluña al proceso judicial– que la "voluntad" de su comunidad era "recuperar una parte del referido lote". Al mismo tiempo, argumentaba que tenía la "obligación de negociar su venta parcial para poder subsistir", ya que su situación económica "puede ser calificada de agonizante". Y mostraba su propósito de "ofrecer" las piezas que se enajenaran a la Generalitat "como primer aspirante a la propiedad".


Al año siguiente, se cerró la compra de doce obras por parte del Ejecutivo catalán por 25 millones de pesetas (150.000 €) y en 1994, el MNAC se hizo con otras 41 piezas por las que habría pagado 14.855.000 pesetas (89.100 €).


Tanto estas como las 44 que fueron adquiridas en 1983 deben regresar a Sijena en menos de un mes, ya que el plazo dado por la juez a la Generalitat y el MNAC expira el 25 de julio. Pero ambos organismos parecen dispuestos a seguir obviando las órdenes judiciales para prolongar el secuestro de las 97 piezas.