Otro puente festivo y otra vez atascos en el puerto de Monrepós. El regreso a Zaragoza desde los valles pirenaicos después de tres días no laborables por San Valero se complicó con retenciones de hasta cinco kilómetros entre las cuatro de la tarde y las siete y media. Ya por la mañana, los usuarios de la N-330 sufrieron la congestión del tráfico, pero los que optaron por esperar hasta la tarde para volver, tras el cierre de las estaciones de esquí, también tuvieron que armarse de paciencia. El cuello de botella se generó en el Alto de Monrepós, donde la calzada pasa de dos carriles a uno en dirección a Huesca, a la altura del término municipal de Caldearenas. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico intentaba en ese punto agilizar la circulación.

Las colas en la principal carretera de acceso al Pirineo fueron tempranas. A las 13.00, la Dirección General de Tráfico señalaba retenciones de 5 km. La congestión se repitió a partir de las 16.30 con 3 km, entre el punto 597 y el 600, pero fue creciendo y dos horas después alcanzaba 5 km, a lo largo de la cara norte del puerto. La situación se complicó además con la niebla.

En el puente festivo de la Constitución ya se registraron retenciones tanto en la operación salida como en el regreso. Según la Jefatura Provincial de Tráfico, el Monrepós llegó a registrar en la vuelta el paso de 13.755 vehículos, un nuevo récord, por encima de los datos de 2013 y 2014. Los atascos se repiten en días punta y parece que la solución tendrá que esperar hasta la conversión de todos los tramos en autovía.