Cinco kilómetros de retención tras un desprendimiento de rocas en Monrepós

El retorno desde el Pirineo tras el puente festivo fue lento en el puerto de la N-330, entre las 17.30 y las 18.30. La lluvia provoca la caída de piedras en Arguis y la rotura de un cable corta la vía del tren entre Zaragoza y Huesca.

Las intensas lluvias provocaron el desprendimiento de rocas a la altura de Arguis, en la subida a Monrepós.
Las intensas lluvias provocaron el desprendimiento de rocas a la altura de Arguis, en la subida a Monrepós.
Voluntarios de protección civil de la hoya

Cientos de conductores que regresaban del puente festivo desde el Pirineo sufrieron ayer una retención de hasta cinco kilómetros en el puerto de Monrepós (N-330) desde las 17.30 que se prolongó durante casi una hora, según informó el Centro de Gestión de Tráfico. La circulación lenta en la bajada del puerto en sentido Huesca, en un tramo sin desdoblar en torno al kilómetro 598, se produjo tras un desprendimiento de rocas de gran tamaño. Estas alcanzaron la calzada de subida a la altura de Arguis, antes de llegar a los túneles desde la capital.


Tres ocupantes de un vehículo sufrieron un accidente a las 15.40 al encontrarse con las piedras y tener que frenar sobre las de menor tamaño. Uno de ellos se encontraba en observación en el hospital San Jorge al cierre de esta edición. Las piedras cubrieron parte de uno de los dos carriles de subida, aunque los quitamiedos de hormigón frenaron parte del desmonte. La Guardia Civil y Voluntarios de Protección Civil de la Hoya de Huesca regularon el tráfico.

Corte de la línea férrea

Por otro lado, la caída de tensión provocada por la rotura de un cable al paso de un mercancías por Zuera causó durante la tarde de ayer incidencias en varios trenes de las líneas que unen Zaragoza con Huesca y con Lérida. En total, más de 300 viajeros se vieron afectados por los transbordos o los retrasos. Según fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), la avería se produjo a las 13.15 en la zona del cambio de agujas, y quedó reparada a las 19.12. Aunque no pudieron confirmarlo, sí señalaron que posiblemente las adversas condiciones meteorológicas podrían haber influido en el enganchón que sufrió el cable.


A última hora de ayer continuaban las demoras provocadas por este incidente. Por ejemplo, el tren Lérida-Zaragoza que debía pasar por Monzón a las 19.18 no lo hizo hasta alrededor de las 21.00. Para entonces, muchos viajeros habían decidido buscar otra alternativa. Fuentes de Renfe explicaron que los dos convoyes de la línea que une Zaragoza con Lérida sí que pudieron circular al ser diésel, aunque lo hicieron con importantes retrasos.

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