Aragón ensalza los 500 años después de la "razón de Estado" de Fernando el Católico

Se ha celebrado un acto en La Aljafería al que han acudido diversas autoridades, entre ellas, el presidente de Aragón.

Celebración del 500 aniversario del fallecimiento de Fernando II de Aragón
Celebración del 500 aniversario del fallecimiento de Fernando II de Aragón
Efe/ DGA

Las instituciones aragonesas han rendido este sábado homenaje a Fernando II de Aragón, conocido como "el Católico", en el V centenario de su muerte, en un acto al que han asistido las autoridades más destacadas de la Comunidad Autónoma y en el que han ensalzado su "razón de Estado" y su "legítima ambición".


El escenario elegido ha sido la zaragozana Aljafería, hoy sede de las Cortes de Aragón, sobre cuya ala norte de origen islámico los propios Reyes Católicos mandaron construir en 1492 un palacio para uso real, donde se encuentra el Salón del Trono al que dan nombre y donde se ha celebrado el acto.


Presidido por el presidente autonómico, Javier Lambán, el presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela, el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, y la alcaldesa de Sos del Rey Católico, localidad natal de Fernando II, María José Navarro, el acto ha incluido una conferencia impartida por el profesor de Historia de la Universidad Autónoma de Barcelona Ricardo García Cárcel.


Así, Lambán ha recordado que el Rey Católico fue quien puso "la primera piedra" en la construcción de la unidad de España, aunque todavía fuera solo dinástica y las aduanas continuaran vigentes varios siglos más, cumpliendo así un "viejo sueño" de los reconquistadores asturianos o los visigodos de volver a la Hispania romana.


Sin embargo, ha lamentado "con pesar" que la historia "no ha tratado bien" a Fernando, cuya figura ha quedado postergada por un enaltecimiento hacia su esposa Isabel por parte de "empresas políticas, religiosas y político-religiosas", a las que no se ha referido, pero ha recalcado que "sus contemporáneos no tuvieron ninguna duda de la valía de su personaje".


Asimismo, ha reivindicado que el rey aragonés representaba un avance hacia la modernidad frente a una visión castellana del mundo, "mucho más feudal", lo que quedó demostrado con el hecho de que en el Reino de Castilla se unificaron las cortes, mientras que en la Corona de Aragón se mantuvieron todas ellas y se preservó la autonomía de sus diferentes reinos, en un "concepto federal" al que él se resiste "a sucumbir".


Se resiste porque, ha continuado, buscar referencias en el siglo XVI no puede esclarecer el panorama actual, solo conduce a la "melancolía" e implica que el problema de la convivencia entre nacionalidades "no lo tenemos resuelto", si bien en declaraciones posteriores a los medios ha aclarado que sí que es partidario de un modelo federal mediante una reforma constitucional.


Al igual que el resto de intervinientes, Lambán ha subrayado que Fernando el Católico puso siempre de manifiesto que "ante todo" fue un rey de Aragón, lo que quedó demostrado con su cambio de estrategia, que plasmó con su segundo matrimonio con Germana de Foix.


Es lo que ha llamado "legítima ambición" de querer jugar en todos los tableros donde se decida su futuro, que ha pedido trasladar a la política aragonesa actual, "no ejercida por un genio sobresaliente del que carecemos, sino por las instituciones públicas".


El profesor García Cárcel ha criticado en su conferencia la "doble polarización" de la que ha sido víctima la figura de Fernando el Católico, tanto desde la óptica castellana, en la que aparece como simple marido y contrapuesto a Isabel, "la candidata a la santidad", como desde la nacionalista catalana, que le responsabiliza de los males de Cataluña.


Aunque ha reconocido que no se puede "divorciar" la imagen de Fernando de la de Isabel, ha incidido en que se ha minimizado el papel del monarca aragonés por el "isabelismo historiográfico", y ha apuntado a que tuvo un papel decisivo en hechos tradicionalmente atribuidos casi exclusivamente a Castilla como el descubrimiento de América, con muchos financiadores de la Corona de Aragón, o la conquista de Granada.


Ha destacado tres momentos en su vida, que no fue "nada fácil" y en la que soñó "con imperios lejanos", como demuestran sus salidas al Mediterráneo.


Estos son su primera etapa como príncipe de Aragón, la época como esposo de Isabel la Católica y la era postisabelina, donde adquiere su perfil "más maquiavélico", llegando a poner en peligro el proyecto unionista que propició el matrimonio entre los herederos de ambas coronas.


La alcaldesa de Sos, por su parte, ha recordado al pueblo cacereño de Madrigalejo, donde falleció Fernando, con quien comparte "el orgullo" del pasado y "la seguridad" del futuro.


Ha destacado que el Rey Católico arrojó luz, universidad y los valores de la cultura forjados en el humanismo ante la oscuridad del feudalismo y ha citado al ilustre aragonés Baltasar Gracián, que lo definió como "el oráculo mayor de la razón de Estado".


Navarro ha ensalzado de cara a la actualidad sus valores, como su liderazgo de un proyecto común basado en el respeto de lo diverso, el impulso a la solidaridad con los más débiles o la altitud de miras.

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