La sustitución de tuberías de la plaza de Europa tiene que estar acabada para el 31 de diciembre

Algún que otro fleco podrá acabarse en enero, pero el grueso de las complejas obras para cambiar las tuberías que transcurren bajo la plaza de Europa y el paseo de María Agustín tendrá que estar concluido antes de que acabe el año. El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, aseguró que este es el propósito municipal por las muchas afecciones que los trabajos van a generar y porque es la UE quien financia en un 80% la obra, y esta subvención obliga a que se concluyan las labores este año.

"La intención es que, a 31 de diciembre, la parte fundamental de la obra esté ejecutada y certificada para que se pueda cobrar la subvención", explicó ayer el jefe de Conservación de Infraestructuras, José Ramón Entralgo, al tiempo que reconocía que van a ir "justitos de plazo".

Si hubiera algún retraso –los avances van a depender mucho de la climatología– habría que justificarlo debidamente para no poner en riesgo los casi 1,9 millones de euros que aporta Bruselas. En caso contrario, también cabría consignárselo a la parte de trabajos que paga el Ayuntamiento (unos 400.000 euros) y que sí podrán hacerse en enero y febrero de 2016, cuando apenas están previstas pequeñas actuaciones en la avenida de Madrid.

El momento más crítico de las obras –que comenzaron con tímidas catas hace dos semanas– llegará el próximo lunes cuando habrá que cortar durante un par de meses el puente de La Almozara en sentido entrada a la ciudad. Este corte hará que se tengan que desviar las líneas de bus urbano 23 y 42, así como no pocos transportes escolares y de empresa que recuperan su actividad en septiembre.

Se auguran grandes atascos los primeros días del mes, si bien el jefe de servicio de Movilidad, Santiago Rubio, explicaba ayer que "el desconcierto y las retenciones habitualmente duran una o dos semanas hasta que los conductores se conciencian de que es mejor evitar la zona y buscar itinerarios alternativos".

Así, desde el Consistorio se invita a los zaragozanos a que hagan uso de los cinturones (la Z-30 y la Z-40) y, sobre todo, a que crucen el Ebro por el puente de Santiago (aunque este solo permite dirigirse hacia Echegaray) y por el del Tercer Milenio.

Por la plaza de Europa pasan a diario más de 72.000 vehículos y casi 58.000 lo hacen por la intersección del Portillo, entre la avenida de Madrid y Conde de Aranda. Por este motivo, se van a simultanear los cortes más traumáticos (el del puente y el primer tramo del paseo de María Agustín) para "minimizar la afección a la ciudadanía", según avanzó ayer la concejal de Movilidad. Teresa Artigas explicó que el plan de tráfico que se ha diseñado "es un documento específico y detallado, pero también flexible para ir adaptándolo a las condiciones que se requieran en cada momento". Además, desde el centro de control de tráfico se procurarán regularizaciones semafóricas especiales en función del volumen de circulación y, también, se tiene el compromiso de la concesionaria de los trabajos (la empresa Idecon) de mantener siempre abierto, al menos, un carril entre la avenida de Madrid y Conde de Aranda.

Hoy va a comenzar a instalarse la cartelería que advierte del cierre del puente de La Almozara (en Valle de Broto, la avenida de los Pirineos y la avenida de Ranillas) y también se está buzoneando ya a los vecinos del entorno unos dípticos en los que el Ayuntamiento explica en qué consisten las obras y por qué son tan necesarias.

Aunque debido a sus continuas fugas y la redundancia de la red desde 2008 no se usan las tuberías que van a cambiarse, el Consistorio considera "imprescindible" sanear las canalizaciones "para no comprometer el suministro de agua a unos 100.000 vecinos de la margen izquierda y los polígonos industriales".