Empresa, aseguradora, DGA y Ayuntamiento, denunciados por el incendio de la residencia
Siete familias de los ancianos heridos presentan hoy el escrito ante la Guardia Civil. Uno de los lesionados continúa ingresado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.
En la denuncia, que presentará ante la Guardia Civil el letrado Ricardo Agoiz de la Asociación El Defensor del Paciente, se recoge que las administraciones no han cumplido con su obligación de hacer las revisiones pertinentes para garantizar que en la residencia hubiera un plan de incendios y evacuación. De hecho, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ya reconoció hace unas semanas que el edificio carecía de este. Además, tanto el Ayuntamiento como el Gobierno de Aragón han admitido que el centro funcionaba sin licencia municipal de obras ni de apertura y la DGA le había retirado hace casi tres años la autorización con la que funcionaba desde 1997, según estas mismas fuentes.
Según explicó Agoiz, los familiares denunciarán también a través de este escrito que la residencia incumplía el número de cuidadores que el real decreto del año 1992 estipula que debe tener un centro que ejerce este tipo de actividad. En el momento del incendio había un responsable para 19 residentes, válidos y no válidos. "La ratio en este tipo de casos sería de una cada tres o cuatro pacientes", apostilló el letrado que ayer se encontraba ultimando el escrito de la denuncia. En ese sentido, recordó que el mismo real decreto obliga a que las residencias cuenten con personal suficiente para garantizar un plan de evacuación de los usuarios de acuerdo a sus características físicas. "Es imposible que una sola persona lleve a cabo una evacuación correcta si había ancianos que estaban en la cama sujetos con un cinturón", señaló el letrado.
Agoiz adelantó que en la denuncia se pedirá que se investigue la responsabilidad de la residencia respecto a las posibles lesiones de los ancianos, previas al incendio por posible falta de cuidados. "Vamos a solicitar un informe al médico forense para ver cuáles son normales o van más allá", manifestó. De momento, son los familiares de los ancianos heridos los que presentarán la denuncia, aunque no se descarta que pudieran emprender también acciones similares los de algún fallecido.
El suceso se produjo pasadas las once de la noche del sábado 11 de julio. La única sospechosa aprovechó que el resto de sus compañeros estaban durmiendo, se hizo con un mechero y presuntamente prendió fuego al colchón de una de las habitaciones de la primera planta que estaba vacía.
Fue ella misma la que supuestamente se dirigió a la planta baja y se lo comunicó a la cuidadora que estaba al cargo. Poco pudo hacer ya la trabajadora para sofocar el fuego, ya que cuando subió las llamas ya se habían extendido por la habitación. Intentó sofocarlo con dos extintores, pero al comprobar que sus esfuerzos no servían de nada, la empleada bajó a la planta baja, en la que se alojan los ancianos que precisan asistencia, y los fue sacando poco a poco. Según algunos testigos, la propia autora del incendio presenció todo desde el jardín sentada en una mecedora. Incluso aseguran que advirtió en alguna ocasión a la cuidadora: "No entres más veces que se te va a caer el techo encima".
Algunos vecinos fueron los primeros en llegar al lugar y ayudar a sacar a algunos residentes. Además de los ocho fallecidos, fueron doce los heridos evacuados. Uno de ellos todavía continúa ingresado en el Miguel Servet.