El calor y la sequía de mayo reducen la cosecha de cereales al 50% de lo previsto en la campaña
La falta de agua ha impedido crecer al grano, que no ha alcanzado el peso que sería normal.
Según fuentes del sindicato UAGA, las producciones se reducirán a un 50% con respecto a un año considerado normal. Señalaron que, aunque con variaciones en función de las comarcas, por término medio el rendimiento de la cosecha será muy similar a la del año pasado, que, con 198.000 toneladas, se situó muy lejos de la media provincial, estipulada en 330.000 toneladas, y de las cifras récord de 2013.
Si bien no se dispone de datos concretos todavía, se estima que en las comarcas del Jiloca y del Campo de Visiedo las mayores productoras de cereal de la provincia se obtendrá la mitad de una recolección media, cifrada en 2.500 kilos por hectárea y 3.000, respectivamente. Hay otras zonas, como el Bajo Aragón, que no superan los 1.500 kilos por hectárea.
El técnico de UAGA de Calamocha, José Tomás, señaló que la consecuencia principal del déficit hídrico ha sido la disminución del peso específico del grano, que no ha podido crecer de forma adecuada. Auguró pérdidas por las carencias de los seguros de sequía, a los que muchos agricultores ya se están acogiendo, ya que, según apuntó, no cubren la totalidad de lo afectado. "Tendrá que haber una catástrofe enorme y no es el caso", explicó.
En estos momentos, algunas parcelas de las zonas más adelantadas ya están siendo objeto de peritajes por parte de las aseguradoras, pero, en otros casos, se encuentran en pleno proceso de recolección. En total, aproximadamente un 90% de territorio cerealístico de la provincia de Teruel ya se encuentra con la cosecha finalizada.
Roberto Sanz, agricultor y miembro de UAGA, señaló que el año se inició "con buenas expectativas", pero el tiempo inusual del mes de mayo hizo cambiar radicalmente el horizonte agrícola en el sector cerealista turolense. Como ejemplo de la anómala climatología, Sanz dijo que curiosamente los propietarios de las tierras de zonas tradicionalmente más tardías, que suelen ser los territorios más húmedos, son las que "han dado partes de sequía, cuando casi nunca han tenido este problema". Son campos de la Sierra de Albarracín o de la zona de la Val, Cedrillas y Mezquita.