El juez interroga hoy a los dos últimos imputados para aclarar un viaje a Brasil y un supuesto blanqueo

Ha citado a un trabajador ya jubilado de Acciona y a la mujer de un aparejador amigo de García Becerril

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza, José Ignacio Martínez, tiene previsto interrogar hoy a dos nuevos imputados en la causa abierta para averiguar si durante las obras de urbanización de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) se llegaron a malversar unos 200 millones de euros hinchando facturas y pagando obras que nunca se hicieron. El magistrado quiere aclarar si los actos u omisiones que el exgerente de la plataforma, Ricardo García Becerril, pudo hacer para favorecer esta presunta malversación fueron recompensados después por las empresas constructoras encargadas de los trabajos (la UTE formada por Acciona-MLN) con viajes de lujo.


De entrada, el juez ha citado como imputado a José Luis Albendea, administrativo de Acciona ya jubilado que tramitó los pagos del viaje de ocho días que García Becerril hizo en 2006 con su mujer y sus dos hijas y que costó 19.000 euros. No obstante, los agentes de la Unidad de Delincuencia Fiscal (Udef) que hicieron el informe en el que calificaban de "dádiva" el mencionado viaje tampoco descartaron que el regalo se tratara de una "consideración" por su cargo.


El magistrado interrogará además como imputada a María Luisa Roca, esposa de Miguel Ángel Cantero Molés, aparejador, empresario y amigo personal de García Becerril, que se encargó de intermediar en las reformas de lujo que el exgerente hizo en su apartamento de Salou y en la vivienda de sus suegros en San Mateo de Gállego. Estas obras fueron facturadas a la UTE de Plaza.


La Udef informó al juez de que María Luisa Roca es propietaria de viviendas, garajes, trasteros y un local, alguno de ellos compartido al 50% con su marido, patrimonio que la Policía entiende que procede de ganancias irregulares obtenidas por este último.


Sin embargo, la mujer ya ha presentado un informe al juzgado en el que explica con detalle los inmuebles que tiene y cuándo los adquirió. En concreto, aporta documentación de la casa que en 2013 heredó en Barcelona al morir su madre. También de que en 2011, con una hipoteca de 100.000 euros que aún no ha pagado, compró una vivienda en Miami (Tarragona) con dos plazas de garaje y un trastero. En esa misma finca adquirió tres plazas más de garaje y otro trastero, ya que la promoción inmobiliaria la había hecho su marido. Explica que la crisis golpeó la promoción y que previamente a solicitar el concurso y antes de que el banco se quedara con todo, adquirió esos inmuebles a "buen precio" por ser "preconcursal".


María Luisa Roca recuerda al juez que lleva 41 años trabajando de enfermera, es hija única, y cuando hizo la inversión tenía acciones y valores así como ingresos de alquileres.