La nueva amenaza de los buitres, el uso de un tipo de antiinflamatorios en animales

Aragón es la segunda comunidad con más ejemplares de esta ave en España.

Un buitre sobre la localidad oscense de Torralba
La nueva amenaza de los buitres, el uso de un tipo de antiinflamatorios en animales
Justo Pueyo

En España viven el 90% de los buitres europeos, el 21% de ellos en Aragón. Estos animales, que habían remontado el vuelo tras estar en peligro de extinción en los años 70, se enfrentan a un nuevo enemigo.


En la India, casi no quedan buitres. En menos de una década, millones murieron tras comer carne de animales tratados con diclofenaco, un antiinflamatorio no esteroide que es legal en España desde 2013. Por el momento, no se han producido envenenamientos en el país por este medicamento, pero sí por flunixin, otra medicina del mismo tipo y que hasta ahora se creía menos tóxica para estos animales. Así lo apunta un estudio publicado por la revista ‘Conservation Biology’ y elaborado por Irene Zorrilla y Rosa Martínez, del Centro de Análisis Diagnóstico de la Junta de Andalucía, entre otros autores.


El artículo explica que la autopsia de un buitre localizado en 2012 en Andalucía demostró que el animal padecía un caso de gota visceral severa, la causa que casi acabó con los buitres en India, y altas concentraciones de este medicamento. Es la primera vez que se ha demostrado la muerte de un buitre por esta causa fuera del subcontinente indio.


Desde la organización ornitológica SEO/Birdlife se pide que se prohíba el uso del diclofenaco en Europa. “El diclofenaco es una sustancia peligrosa, pero para la que existen alternativas, por lo que se podría prohibir al menos en los países donde viven estas aves carroñeras, como España o Italia, algo que todavía no se ha hecho”, reclama Luis Tirado, delegado de esta organización en Aragón.


El veneno es el mayor peligro para las aves que viven en Aragón, según explica. “Hay dos tipos de envenenamientos: por los venenos que ponen los cazadores de forma ilegal para controlar los zorros y el mayoritario, la mala praxis con raticidas”. A estos se ha unido la legalización de este tipo de antiinflamatorio. “Con una dosis muy pequeña mueren de forma casi instantánea. Y como 200 buitres pueden comer lo mismo, la población puede estar afectada rápidamente”, explica.


Los buitres leonados son muy vulnerables, ya que un cambio en cualquier factor ambiental “puede diezmar la población”, explica Tirado.Por ello la normativa que se puso en vigor hace justo un año y que permitió dejar carroña fuera de los muladares ha sido una buena noticia para ellos. “Así se evita el riesgo de envenenamiento de muchos ejemplares y la concentración de los problemas”, indica.

“Buena noticia” para alimoches y milanos

Los buitres no han sido los únicos beneficiados por la nueva norma: alimoches y milanos reales también han salido ganando. “El número de pollos que llegan al primer invierno depende claramente de la distancia que existe entre el nido y el alimento, que ahora pueden encontrar en lugares cercanos, fuera de los muladares”, explica. En los últimos años, la dificultad para encontrar comida y los venenos han acabado con el 70% de los alimoches del Valle del Ebro, indica el delegado de SEO/Birdlife.


Otro problema de estos espacios era que los animales sabían cuándo iban a tener comida. “Con el nuevo sistema, el alimento está disperso y no pueden predecir cuándo va a llegar, por lo que las aves vuelven a su naturaleza habitual”, apunta Tirado.


Además, los ganaderos extensivos no tienen que pagar por el transporte de sus animales hasta el muladar, como ocurría hasta el año pasado, algo que también es positivo para la naturaleza. “La ganadería extensiva es fundamental en los ecosistemas de la cuenca mediterránea, el mayor beneficio a largo plazo es que se pueda mantener y se garantice el mantenimiento de las especies”.