Tras un año sin publicarse datos oficiales, Sanidad, por fin, ha desvelado al menos la cifra global de los aragoneses que llevan más de seis meses pendientes de una intervención. En estos momentos, hay en esta situación 4.683 pacientes a la espera de pasar por quirófano, 1.760 más que las últimas cifras confirmadas correspondientes a junio del año pasado. La lista de espera quirúrgica alcanza así sus máximos históricos (desde que hay registro), ya que incluso supera las 3.744 personas que se registraron en octubre de 2012. Ante esta situación y ante el fracaso de otros planes anteriores, el Servicio Aragonés de Salud ya ha puesto en marcha un plan de choque por el que destinará 11,7 millones para llevar a cabo 10.560 intervenciones extra hasta final de año o principios de 2015 (9.260 en los hospitales públicos).

Vuelven a ser las especialidades de Traumatología, Oftalmología y Cirugía Vascular las que más problemas acumulan. Y es precisamente en estas donde se centrarán los esfuerzos del nuevo plan de choque, que consistirá básicamente en la contratación de unos 220 profesionales (entre sanitarios y no sanitarios) para llevar a cabo operaciones en horario vespertino en todos los hospitales públicos de Aragón.

Así, se abrirán por la tarde 18 quirófanos. No obstante, volverá a ser el Miguel Servet el que acumule más actividad quirúrgica –está previsto que se hagan 4.700 de las 9.260 intervenciones–. En concreto, se reforzarán entre otras especialidades Traumatología, Cirugía Cardiaca, Cirugía General, Neurocirugía, Urología... El Hospital Nuestra Señora de Gracia (Provincial) asumirá 2.200 operaciones –la mayoría de Oftalmología (cataratas)– y el Clínico, 1.300 (con más sesiones de Traumatología, Angiología y Cirugía Vascular). El resto se repartirán entre el Royo Villanova (con refuerzo de Traumatología), el San Jorge (también Traumatología) y el Obispo Polanco (Cirugía General).

Además de estas intervenciones en horario vespertino, el plan de choque contempla una concertación de 1.300 operaciones a clínicas privadas a partir del segundo semestre del año. De los 11,7 millones, se han reservado para ello 1,5 millones de euros. No obstante, fuentes de Sanidad hicieron hincapié en que esta derivación a otros centros se hará solo si es necesaria y si con la actividad quirúrgica vespertina no se consigue reducir las demoras lo necesario.

En total, Sanidad quiere hacer de aquí a final de año 10.560 operaciones(no solo teniendo en cuenta los pacientes que ahora están en lista de espera estructural –más de seis meses–, sino los que se sumen de aquí a final de año). Incluso, la previsión es poder llamar a enfermos que no hayan superado los más de seis meses de demora.Nueva herramienta informática

Sanidad confía en que hoy mismo se puedan publicar los datos pormenorizados de las listas de espera a través de su página web del Salud y en breve, se pueda incorporar en ese mismo portal una nueva herramienta informática para facilitar información detallada al paciente de cuándo será su operación (con un índice de error de unos quince días).

Ante la elaboración de este plan de choque, fuentes de Sanidad recordaron el compromiso que el Ejecutivo había adquirido de utilizar al máximo los hospitales públicos. Por ello, aseguraron, que dentro de las medidas de mejora también se plantea la derivación entre los propios centros del Salud. Por ejemplo, está previsto que después del verano, cada mes entre 60 o 80 pacientes del Hospital de Alcañiz puedan trasladarse al Miguel Servet para ser operados de Traumatología. O bien derivar, si fuera necesario, enfermos de Cirugía General del Clínico a la Casa Grande o del Hospital de Barbastro al San Jorge (Cirugía General y Otorrinolaringología). Mientras las varices del Servet podrían operarse en el Provincial y intervenirse en el Clínico enfermos de Trauma del Ernest Lluch.

Entre las novedades que se quieren incorporar, destaca además la homogeneización de los criterios para incorporar a pacientes a la lista de espera. Una de las cuestiones que más preocupa, según detallaron desde Sanidad, es que cada uno de los hospitales utilice unos valores diferentes para determinar en qué momento el paciente entra en espera.

Asimismo, según pudo saber este periódico, el Servicio Aragonés de Salud quiere establecer evaluaciones periódicas para detectar aquellos servicios clínicos que tengan "una lista quirúrgica mejorable" para tomar medidas, o bien potenciar la Atención Primaria para que los médicos de Familia practiquen cirugías menores (por ejemplo, quistes sencillos).

Con estas medidas, Sanidad quiere aliviar las demoras, que se han disparado desde que en 2011 el PP llegó al Pignatelli. Entonces, frenó la concertación con las clínicas privadas (de 7,2 millones en 2010 se ha reducido a 1,8, en 2013) y eliminó las peonadas –intervenciones que se pagan como horas extras a los profesionales–. El Salud ha pasado de destinar a este último concepto 7,1 millones en 2010 a 230.063 euros en 2013 (los anestesistas que trabajan de mañana tuvieron que participar en el último plan de choque de operaciones vespertinas ante la imposibilidad de encontrar a más personal de esta especialidad).