Los presupuestos de 2014 llegaron tarde y ahora ya no sirven
El pulso entre los socios de la DGA, PP y PAR, demoró la aprobación de las cuentas de este año. Dos meses y medio después serán enmendadas
Los presupuestos de este año llegaron tarde, con partidas insuficientes y apenas dos meses y medio después de su aprobación se han revelado inservibles. El amplio incumplimiento del déficit del pasado año lastrará unos presupuestos que se vendieron como los primeros después de cuatro años que registraban una ligera subida (47 millones). Nada más lejos de la realidad.
En las próximas semanas, el Gobierno de Aragón tendrá que presentar un severo plan de ajuste para compensar el desfase entre ingresos y gastos de 2013 (254 millones) y que podría suponer recortes por al menos cien millones de euros. Con dos de cada tres euros destinados al gasto social, mantener el compromiso de la presidenta Rudi de no tocar los servicios sociales se antoja complicado. Más cuando en el propio documento aprobado, algunas partidas fueron infradotadas, como las relativas a becas de comedor. La consejera de Educación, Dolores Serrat, aseguró entonces que se haría una modificación de crédito. Ahora, todos los departamentos tendrán que asumir ajustes en alguna de sus partidas y algunos consejeros ya han advertido de que no tienen margen de reducción. El objetivo, además, es cumplir el déficit de este año fijado en el 1%.
El plan de ajuste es solo el último traspié de unos presupuestos que iniciaron su periplo en noviembre del año pasado cuando fueron aprobados por el Consejo de Gobierno. En cifras, se resumían en que sumaban un total de 5.374 millones de euros; implicaban una deuda de 1.159,8 millones, lo que supone 300 más que en 2012, para compensar una nueva caída de ingresos, y congelaban las partidas de inversión y personal, además de mantener el gasto social. Hasta el 23 de enero no fueron aprobados en las Cortes.
Pero previamente, el proyecto de presupuestos se había convertido en objeto de pugna entre populares y aragonesistas, lo que demoró su aprobación. El PAR rompió el acuerdo presupuestario con una serie de exigencias de última hora a la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, que incluían 46 millones de los que 30 se repartían de forma discrecional a los ayuntamientos. El presidente aragonesista, José Ángel Biel, llegó a decir que su apoyo al Gobierno bien valía «un 1%» del presupuesto. Pero Rudi se mantuvo firme y no cedió. El pacto se cerró con 12 millones de las arcas autonómicas para un fondo de desarrollo rural (a los que sumar otros 14 de fondos europeos, Feader ) y 1,5 millones para la conexión de Plaza con la N-II.