Agricultura

Arias Cañete se resiste al decreto de la sequía

Durante el Consejo Consultivo de Política Agrícola se ha analizado la situación de sequía que se está viviendo en gran parte de España.

El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete
Arias Cañete anuncia un nuevo PHN que será "solidario"
EFE

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón, ha insistido en "la necesidad y la urgencia de un Decreto de Sequía porque la situación en Aragón es verdaderamente dramática". Así lo ha manifestado durante el Consejo Consultivo de Política Agrícola celebrado este lunes en Madrid, bajo la dirección del ministro Miguel Arias Cañete.


Lobón ha subrayado que "la necesidad es imperiosa y un ejemplo de ello es el gran incendio que está teniendo lugar en la zona de La Ribagorza y que la sequía ha contribuido a que el problema sea todavía más patético".


Durante el Consejo Consultivo de Política Agrícola se ha analizado la situación de sequía que se está viviendo en gran parte de España.Documento consensuado con las organizaciones agrarias

Sobre la mesa de este Consejo, Modesto Lobón ha presentado un documento consensuado con las organizaciones agrarias con datos que confirman la situación de la Comunidad aragonesa.


Estos datos reflejan la necesidad de poner en marcha un Decreto de Sequía con medidas que puedan paliar los problemas que ya se han producido y los que puedan venir, si continúa la falta de lluvias, ha informado el Departamento de Agricultura y Medio Ambiente .


Así, se ha puesto de manifiesto que el promedio regional de precipitaciones ha sido de 2,7 milímetros, siendo que lo normal en este mes es de 30,1 milímetros; que la zona centro y oeste de Aragón ha sido calificada como suelo muy seco, con porcentajes de humedad del 0 al 10 por ciento, especialmente preocupante en zonas áridas y semiáridas, donde se aprecian pérdidas irreparables de cosecha; y que los embalses de la Cuenca del Ebro están al 59 por ciento de su capacidad, cuando hace un año era del 77,5 por ciento.


En cuanto a los cultivos, los leñosos de secano --almendro, olivo y vid-- se están viendo muy afectados porque todavía no se han recuperado de la sequía del verano pasado. De persistir la sequía, los pastos y la flora silvestre y cultivada alcanzarían un agostado rápido agravando la falta de alimento para la ganadería. Además, se reduce el periodo de floración, se caen tempranamente las yemas florales y crecen flores con poco néctar para la apicultura.


La ausencia de precipitaciones también afecta a otros sectores relacionados con el agrario como la venta de semillas, abonos y maquinaria, y a su vez, existe riesgo de pérdidas de mercados por la falta de producto para comercializar, debido a la disminución y sustitución de cultivos como el maíz y el arroz.Estimaciones sobre las pérdidas en el campo español

El consejero también ha hablado de algunas estimaciones de los efectos, en caso de que la sequía continuase, como el descenso de la producción de cereales del 39,9 por ciento respecto a la media de los últimos once años y pérdidas en el cereal de secano de 294 millones de euros, 182 millones por la sequía climática y 112 millones por la sequía hidráulica.


Además, se perderían 61 millones de euros de forrajes, 4 millones por la sequía climática y 57 millones por la sequía hidráulica. Esta estimación de 355 millones de euros supondría el 25 ó el 30 por ciento de la producción final agrícola de Aragón, afectando especialmente al maíz, cebada y trigo.


Por su parte, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, tras reconocer que Aragón es la Comunidad que más está sufriendo las consecuencias de la sequía y asegurar que comparte la preocupación que tienen todas las comunidades afectadas, ha manifestado a los presentes en el Consejo, estar siguiendo "muy de cerca" el escenario de cada una de ellas, según han informado desde el Gobierno aragonés.


Arias Cañete ha explicado que está pendiente de finalizar un estudio detallado de la situación y de remitir el asunto a la Conferencia delegada de Asuntos Económicos para después poner en marcha el Decreto de Sequía, con unas medidas u otras.