Los pueblos de Aragón pierden el pulso con las ciudades

La Comunidad ha ganado casi 140.000 habitantes en lo que va de siglo, pero tres de cada cuatro municipios los han perdido. Una veintena de localidades tienen hoy la mitad de vecinos que en el año 2000.

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Cuarte de Huerva y Morata de Jalón empezaron el siglo con un número similar de vecinos. 1.847 la primera y 1.540 la segunda. Hoy son 13.773 y 1.077, respectivamente. Mientras que en este tiempo el censo de Cuarte ha crecido un 645% al calor de su cercanía con Zaragoza, el de Morata se ha reducido un 30%. Son solo un ejemplo de lo que ha ocurrido en todo Aragón. La Comunidad ha ganado habitantes este siglo XXI (casi 140.000), pero la población tiende irremediablemente a concentrarse en unas pocas localidades, las más grandes, mientras la gran mayoría de los pueblos siguen perdiendo vecinos

La sangría comenzó hace varias décadas, con la marcha del campo a la ciudad de mediados del siglo pasado. Sin embargo, la hemorragia no se detiene y, en algunos casos, se agrava. Si se tiene en cuenta solo lo que ha pasado desde el año 2000, tres de cada cuatro localidades aragonesas han perdido población, según revelan los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). No obstante, hay que tener en cuenta que estas cifras no reflejan fielmente la realidad de los pueblos, ya que en muchos casos hay vecinos que están empadronados pero que no viven allí en invierno. Por lo tanto, la situación real de muchas localidades es aún más cruda de lo que marca la estadística.

El fenómeno afecta algo más a la provincia de Teruel, donde el 81% de los pueblos ha menguado; y algo menos a la de Huesca, donde lo han hecho el 65%. El caso de la provincia de Zaragoza es llamativo, ya que aunque su población ha crecido un 14% en lo que llevamos de siglo, el 76% de sus localidades ha perdido vecinos.

En esta última provincia se detectan los casos más extremos, con hasta 14 localidades que en apenas dos décadas se han dejado por el camino más de la mitad de sus habitantes y otras 9 que -por el contrario- han al menos duplicado su población. Los casos más extremos en Zaragoza y en todo Aragón son Bagüés (ha perdido el 65% de su censo), Sisamón (59%), Sigüés (57%), Los Pintanos (57%), Las Cuerlas (56%), Santa Cruz de Grío (56%) y Paracuellos de la Ribera (54%).

En el extremo contrario se encuentran varios municipios del entorno de Zaragoza. Destaca claramente la explosión poblacional que ha vivido el eje de la carretera de Teruel: Cuarte de Huerva ha multiplicado este siglo su población por más de 7 (de 1.847 habitantes a 13.773), María de Huerva la ha quintuplicado (de 1.121 a 6.021) y Cadrete casi la ha triplicado (de 1.679 a 4.334). Cuarte de Huerva empezó el siglo como la localidad número 31 de la provincia por población, y ahora ya es la quinta.

Entre las localidades que más han aumentado en lo que va de siglo hay otras del entorno de la capital aragonesa como La Muela (ha aumentado su censo un 353%), La Puebla de Alfindén (238%), La Joyosa (196%), Sobradiel (79%), Utebo (75%), El Burgo de Ebro (63%), San Mateo de Gállego (59%), Alfajarín (58%)… En el caso de Utebo, empezó el siglo como la quinta localidad de la provincia, y está a solo 1.000 habitantes de rebasar a Calatayud como la segunda. En este listado se ha colado también alguna localidad pequeña, como es el caso de Fombuena (Campo de Daroca), donde han pasado de 19 a 50 (un 210% más). No obstante, se trata de un crecimiento irreal, ya que fue impulsado por el Ayuntamiento para engordar el padrón con vecinos que tienen casa pero que realmente viven allí, y que se benefician de algún tipo de ventaja, como el acceso al coto de caza.

el caso de fombuena

En cuanto al resto de grandes municipios de la provincia de Zaragoza, casi todos han ganado población: la capital aragonesa ha aumentado un 11,6% su ceso desde 2000, por el 11,1% de Calatayud, el 9,6% de Ejea de los Caballeros o el 31% de Caspe. Algo más estancada se ha quedado Tarazona, que apenas ha crecido un 0,75%.

En la provincia de Huesca el panorama ha sido similar. El territorio ha ganado habitantes desde el año 2000 (un 9,1% más), pero estos se han concentrado en unas pocas localidades, ya que el 65% de los municipios han perdido población. Las caídas más acusadas las han sufrido pequeños pueblos como Baldellou (50,6% menos de habitantes), Camporrélls (50,4%), Fago (46%), Fanlo (41%), Baélls (38%) y Sesa (37,6%). Por contra, las que más han crecido son algunas de las que se sitúan en el entorno de la capital, como Tierz (ha pasado de 180 a 800 en estos 22 años), Igriés (de 225 a 703), Chimillas (de 186 a 411) y Monflorite (de 201 a 432).

En cuanto a las grandes localidades, todas crecen, lo que consolida el proceso de concentración en grandes núcleos: Huesca capital ha ganado un 17% de población en lo que va de siglo, por el 18,3% de Monzón, el 16,8% de Barbastro, el 27% de Fraga, el 16,9% de Jaca, el 20,1% de Binéfar y el 10,2% de Sabiñánigo.

en uno de los pueblos que más población ha perdido

La provincia de Teruel, por su parte, es la única que ha perdido población desde el año 2000, ya que el censo provincial ha caído un 1,4%. El 81% de sus municipios presentan valores negativos, con unas caídas de población que, siempre según el INE, encabezan San Martín del Río (-52,4%), Almohana (-51,7%), Torrelacárcel (-51%), Castejón de Tornos (-49,5%), Bueña (-49%), Torrijas (-48,6%) y Alacón (-48,5%).

En cuanto a las ciudades de esta provincia, su evolución ha sido desigual. Núcleos mineros como Andorra y Utrillas han perdido población (un -8,4% en ambos casos), mientras que otras urbes han ganado habitantes claramente: Teruel capital un 18%, Alcañiz un 22%, Calamocha un 10% y Calanda un 7,7%. Alcorisa, por su parte, se ha estancado en un crecimiento del 1,4%.