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Subrogar una hipoteca, un proceso clave para conseguir mejores condiciones

Desde Tecnocasa explican todas las claves al respecto de una opción que conviene que tengan muy presente las personas que estén valorando cambiarse de banco y que hayan solicitado préstamos hipotecarios.

Si se opta por una subrogación de hipoteca, el préstamo hipotecario se ha de trasladar a otra entidad bancaria.
Si se opta por una subrogación de hipoteca, el préstamo hipotecario se ha de trasladar a otra entidad bancaria.
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Subrogar una hipoteca es una opción por la que puedes decantarte si estás pensando en cambiar de banco. Ya sea para mejorar las condiciones de tu préstamo hipotecario o por cualquier otro motivo, desde Tecnocasa explican todo lo que debes saber al respecto.

La otra posibilidad que tienes si quieres cambiar de banco es formalizar un nuevo préstamo hipotecario con otra entidad y utilizarlo para cancelar de manera anticipada el anterior préstamo. Pero si, por el contrario, optas por subrogar una hipoteca, significa que vas a trasladar a otra entidad bancaria el préstamo hipotecario que ya tenías. De esta manera, la operación de préstamo no se extingue, sino que continúa con otra entidad. Este proceso se llama subrogación acreedora.

Las dos opciones llevan consigo unos gastos asociados. Debes tener en cuenta que, normalmente, formalizar un nuevo préstamo conlleva gastos mayores. Los gastos asociados a la subrogación de una hipoteca son superiores a los de la novación, pero muy inferiores a los de la formalización de una hipoteca nueva.

Si en la escritura figura acordado ese concepto, se debe pagar una comisión de cancelación a la antigua entidad. También deberás hacer frente a los gastos notariales, registrales y a los de gestión de la escritura de subrogación. En cualquier caso, son mucho menores que los de una hipoteca nueva.

Los pasos del proceso

Para subrogar una hipoteca, el banco te tiene que presentar una oferta vinculante con las condiciones del nuevo préstamo. La nueva entidad tiene que detallar las condiciones que ofrece. Después, el banco se contacta con la antigua entidad para informarles y pedirles que certifiquen el saldo pendiente de tu préstamo hipotecario.

La antigua entidad tiene un plazo de siete días para emitir el certificado de saldo pendiente y dispone de quince días para igualar o mejorar las nuevas condiciones de interés ofrecidas por el otro banco. Si la entidad iguala o mejora la oferta, la subrogación se paraliza y tendrías la obligación de dejar tu préstamo hipotecario en el banco de siempre. Eso sí, con unas condiciones mejores.

Por el contrario, si el actual banco no asume las nuevas condiciones o no emite la certificación de saldo dentro de plazo, se procede a otorgar una escritura pública de subrogación del préstamo hipotecario. Con esta escritura, el nuevo banco asume la propiedad de la hipoteca y transfiere a la entidad antigua el importe que corresponde al capital pendiente.

En este tipo de subrogación solo se puede modificar el tipo de interés, manteniendo el resto de condiciones de la hipoteca. Si quieres modificar estas condiciones, tendrás que pactar de antemano una novación, que se realizaría una vez se haya subrogado la hipoteca.